/ viernes 19 de abril de 2024

Hurto a los ahorros de los trabajadores

La aprobación de la ley que crea un fondo de Pensiones del Bienestar es, para decirlo claramente, una confiscación que se pretende hacer de las pensiones (AFORES) de los trabajadores de setenta años y más.

Este “fondo” se va apropiar del dinero de todos y cada uno de los trabajadores que han estado ahorrando para su retiro.

No hay reglas de operación, todo está oscuro. El discurso presidencial de que es para “compensar el daño que hicieron Zedillo y Calderón”, además de no tener sustento -como todo lo que dice Andrés López- es falso, mentiroso y perverso.

No es verdad que se vaya a pagar con el cien por ciento del salario. No lo dice la iniciativa. Pero también, es imposible hacerlo, financieramente hablando. Así lo han advertido distinguidos economistas. Es inviable.

No se ha presentado ningún proyecto actuarial, corrida presupuestal que avale una decisión unilateral tan drástica, para no llamarle hurto. Tampoco se consultó a los dueños de ese dinero, que son los trabajadores y/o sus beneficiarios.

La pandilla autodenominada 4T, encabezada por el presidente López, por eso envió al Congreso la otra reforma a la ley de amparo, para que quien solicite la protección del Poder Judicial no pueda evitar que su dinero sea llevado al dichoso fondo.

Esto lo había advertido el suscrito en estas mismas páginas hace cuatro años, al ver que habían saqueado los fondos de estabilización y los fideicomisos. Todo ello para financiar las económicamente inviables obras del AIFA, la refinería de “Dos Bocas”, el tren “Maya”, el pago de la deuda de PEMEX, que son pozos sin fondo de los que jamás habrá ningún retorno.

¿Cómo es que Andrés López tiene el cinismo de asegurar que precisamente de estos elefantes blancos saldrá el dinero para pagar las pensiones que hoy se están confiscando, expropiando, hurtando?

La aprobación de la ley que crea un fondo de Pensiones del Bienestar es, para decirlo claramente, una confiscación que se pretende hacer de las pensiones (AFORES) de los trabajadores de setenta años y más.

Este “fondo” se va apropiar del dinero de todos y cada uno de los trabajadores que han estado ahorrando para su retiro.

No hay reglas de operación, todo está oscuro. El discurso presidencial de que es para “compensar el daño que hicieron Zedillo y Calderón”, además de no tener sustento -como todo lo que dice Andrés López- es falso, mentiroso y perverso.

No es verdad que se vaya a pagar con el cien por ciento del salario. No lo dice la iniciativa. Pero también, es imposible hacerlo, financieramente hablando. Así lo han advertido distinguidos economistas. Es inviable.

No se ha presentado ningún proyecto actuarial, corrida presupuestal que avale una decisión unilateral tan drástica, para no llamarle hurto. Tampoco se consultó a los dueños de ese dinero, que son los trabajadores y/o sus beneficiarios.

La pandilla autodenominada 4T, encabezada por el presidente López, por eso envió al Congreso la otra reforma a la ley de amparo, para que quien solicite la protección del Poder Judicial no pueda evitar que su dinero sea llevado al dichoso fondo.

Esto lo había advertido el suscrito en estas mismas páginas hace cuatro años, al ver que habían saqueado los fondos de estabilización y los fideicomisos. Todo ello para financiar las económicamente inviables obras del AIFA, la refinería de “Dos Bocas”, el tren “Maya”, el pago de la deuda de PEMEX, que son pozos sin fondo de los que jamás habrá ningún retorno.

¿Cómo es que Andrés López tiene el cinismo de asegurar que precisamente de estos elefantes blancos saldrá el dinero para pagar las pensiones que hoy se están confiscando, expropiando, hurtando?