/ viernes 1 de marzo de 2024

Ayuntamientos ineficientes

En Acapulco y Chilpancingo la deficiencia en los servicios públicos es evidente, sobre todo en recolección de basura, reparación de fugas de agua, servicio de agua potable, entre otros. No se diga en seguridad pública. Tema que ya he abordado en artículos anteriores. Pero en servicios tan básicos como la basura, es vergonzoso. Por todos lados pululan puntos negros. Cabe decir que muchísimas personas -a las que me niego decirles ciudadanos porque, si lo fueran, tendrían el civismo de no afectar a los demás- tiran sus desperdicios en la calle. Todo confluye: el servicio de recolección deficiente, falta de contenedores (como los que hay en cualquier país con el mínimo de servicios públicos, decoro, dignidad y civilidad de sus conciudadanos y responsabilidad de su autoridad) y la “chandez”, válgame la expresión costeña, de individuos que no les importa ni su vecindario, mucho menos su ciudad. Mi abuelo materno Raymundo, que era tecpaneco, les decía “gente cucha”. Da tristeza comprobar que no haya conciencia ciudadana, ni solidaridad. También, se llena uno de coraje e indignación frente a la carencia y deficiencia o negligencia en la prestación de los servicios públicos, por parte de la autoridad responsable. Para ejecutarlos nos cobran, a los que sí somos ciudadanos, impuestos, tanto la federación como el estado. Solo en esos dos temas, no le tengo que decir que vea que en muchas calles hay fugas de agua potable. Nada menos a unas cuadras del Ayuntamiento, en Roberto Posada hay una que tiene semanas; como otra en Wilfrido Massieu, y así podría hacer una lista que ocuparía diez espacios. Igualmente en los puntos negros: A una cuadra del Ayuntamiento del centro en Comonfort, hay un cerro de basura y desperdicios. Las calles están negras de lixiviado. Aquí también, en estas responsabilidades básicas hay un gobierno municipal fallido.

En Acapulco y Chilpancingo la deficiencia en los servicios públicos es evidente, sobre todo en recolección de basura, reparación de fugas de agua, servicio de agua potable, entre otros. No se diga en seguridad pública. Tema que ya he abordado en artículos anteriores. Pero en servicios tan básicos como la basura, es vergonzoso. Por todos lados pululan puntos negros. Cabe decir que muchísimas personas -a las que me niego decirles ciudadanos porque, si lo fueran, tendrían el civismo de no afectar a los demás- tiran sus desperdicios en la calle. Todo confluye: el servicio de recolección deficiente, falta de contenedores (como los que hay en cualquier país con el mínimo de servicios públicos, decoro, dignidad y civilidad de sus conciudadanos y responsabilidad de su autoridad) y la “chandez”, válgame la expresión costeña, de individuos que no les importa ni su vecindario, mucho menos su ciudad. Mi abuelo materno Raymundo, que era tecpaneco, les decía “gente cucha”. Da tristeza comprobar que no haya conciencia ciudadana, ni solidaridad. También, se llena uno de coraje e indignación frente a la carencia y deficiencia o negligencia en la prestación de los servicios públicos, por parte de la autoridad responsable. Para ejecutarlos nos cobran, a los que sí somos ciudadanos, impuestos, tanto la federación como el estado. Solo en esos dos temas, no le tengo que decir que vea que en muchas calles hay fugas de agua potable. Nada menos a unas cuadras del Ayuntamiento, en Roberto Posada hay una que tiene semanas; como otra en Wilfrido Massieu, y así podría hacer una lista que ocuparía diez espacios. Igualmente en los puntos negros: A una cuadra del Ayuntamiento del centro en Comonfort, hay un cerro de basura y desperdicios. Las calles están negras de lixiviado. Aquí también, en estas responsabilidades básicas hay un gobierno municipal fallido.