/ lunes 4 de marzo de 2019

Violeta del Anáhuac

Hemos alcanzado las mujeres que la igualdad sea una cultura que dignifique las relaciones humanas en el país? Es una pregunta que vale la pena traerla cuando en el ejercicio del poder que recibió el Mandatario Federal en funciones, Andrés Manuel López Obrador, dice que cambiará la forma de suministrar los recursos económicos destinados a los espacios de atención a mujeres víctimas de violencia. A su decir dejarán de recibir recursos del gobierno que encabeza para ser entregados directamente a las víctimas. Que tremendo retroceso. Quiero pensar en que es bien intencionado solo que, la realidad en nuestro país dista de estar en lo que parece él considera como escenario.

Uno de los temas con los modelos de atención a mujeres en situación de violencia no es solo el que está relacionado con la dependencia económica de quienes las violentan, pero no es ni la constante, ni el propósito de los espacios creados a base de lucha social, sino en la protección, el acompañamiento, en la búsqueda de encontrar para las mujeres condiciones que les ayude a proteger de manera integral su seguridad, y eso no se resuelve con un recurso económico, eso también las hace vulnerable aún más ante sus victimarios.

Cuando parece que no se escucha la explicación de porqué existen este tipo de espacios y el gran beneficio que otorgan a las mujeres en un difícil escenario de violencia, nos preguntamos: Quien podrá ser la o el interlocutor confiable que escuche el Presidente AMLO?, quién puede llegar hasta él para hacerle ver que la premisa de corrupción de los órganos e instancias establecidas sea una constante a tal grado que la desaparición de programas y proyectos validados con una calificación respetable, seria, deban desaparecer?.

Hay temor entre los grupos de defensa de los derechos de las mujeres, hay temor entre las propias mujeres afectadas por la violencia por lo que pueda venir. Quién y cómo le garantizará su seguridad? Si puede ser víctima de un nuevo abuso para entregar ese recurso a su agresor y dejarla desamparada sin posibilidad de ayuda.

Los pendientes por resolver de los gobiernos mexicanos en el tema de feminicidios podrían tener una peligrosa línea ascendente de violencia. Y no se conoce cuál es la estrategia para evitarlo.

Las mujeres entramos a una nueva forma de violencia, además de las ya conocidas como la psicológica, económica, patrimonial, etc., y ésta es peligrosa porque proviene del estado que estaría en la obligación de proporcionarle garantías de vida y de derecho.

La violencia no ha sido erradicada. Como tampoco la que vivimos en forma de inseguridad las y los ciudadanos mexicanos. La violencia hacia las mujeres es una realidad y parece que esa realidad no solo es desconocida, es ignorada, colocando en grave riesgo a las mujeres.

El proceso de aprendizaje que los varones han ido asumiendo para instaurar una vida sin violencia no han logrado convertirse aún en cultura. Cómo podría superarse si las reglas vuelven a colocarse a su favor con decisiones como las anunciadas?.

Parece que la inconformidad podría tomar un nuevo rostro de lucha, al menos para defender los logros, porque parece que será difícil, no imposible, considerar un aliado que ayude.

(Ma. Inés Huerta Pegueros es una gran activista. Entre su más reciente logro está concitar organizaciones para una exposición sobre Mujeres en Guerrero que se apertura este martes en la Universidad Americana de Acapulco).


Hemos alcanzado las mujeres que la igualdad sea una cultura que dignifique las relaciones humanas en el país? Es una pregunta que vale la pena traerla cuando en el ejercicio del poder que recibió el Mandatario Federal en funciones, Andrés Manuel López Obrador, dice que cambiará la forma de suministrar los recursos económicos destinados a los espacios de atención a mujeres víctimas de violencia. A su decir dejarán de recibir recursos del gobierno que encabeza para ser entregados directamente a las víctimas. Que tremendo retroceso. Quiero pensar en que es bien intencionado solo que, la realidad en nuestro país dista de estar en lo que parece él considera como escenario.

Uno de los temas con los modelos de atención a mujeres en situación de violencia no es solo el que está relacionado con la dependencia económica de quienes las violentan, pero no es ni la constante, ni el propósito de los espacios creados a base de lucha social, sino en la protección, el acompañamiento, en la búsqueda de encontrar para las mujeres condiciones que les ayude a proteger de manera integral su seguridad, y eso no se resuelve con un recurso económico, eso también las hace vulnerable aún más ante sus victimarios.

Cuando parece que no se escucha la explicación de porqué existen este tipo de espacios y el gran beneficio que otorgan a las mujeres en un difícil escenario de violencia, nos preguntamos: Quien podrá ser la o el interlocutor confiable que escuche el Presidente AMLO?, quién puede llegar hasta él para hacerle ver que la premisa de corrupción de los órganos e instancias establecidas sea una constante a tal grado que la desaparición de programas y proyectos validados con una calificación respetable, seria, deban desaparecer?.

Hay temor entre los grupos de defensa de los derechos de las mujeres, hay temor entre las propias mujeres afectadas por la violencia por lo que pueda venir. Quién y cómo le garantizará su seguridad? Si puede ser víctima de un nuevo abuso para entregar ese recurso a su agresor y dejarla desamparada sin posibilidad de ayuda.

Los pendientes por resolver de los gobiernos mexicanos en el tema de feminicidios podrían tener una peligrosa línea ascendente de violencia. Y no se conoce cuál es la estrategia para evitarlo.

Las mujeres entramos a una nueva forma de violencia, además de las ya conocidas como la psicológica, económica, patrimonial, etc., y ésta es peligrosa porque proviene del estado que estaría en la obligación de proporcionarle garantías de vida y de derecho.

La violencia no ha sido erradicada. Como tampoco la que vivimos en forma de inseguridad las y los ciudadanos mexicanos. La violencia hacia las mujeres es una realidad y parece que esa realidad no solo es desconocida, es ignorada, colocando en grave riesgo a las mujeres.

El proceso de aprendizaje que los varones han ido asumiendo para instaurar una vida sin violencia no han logrado convertirse aún en cultura. Cómo podría superarse si las reglas vuelven a colocarse a su favor con decisiones como las anunciadas?.

Parece que la inconformidad podría tomar un nuevo rostro de lucha, al menos para defender los logros, porque parece que será difícil, no imposible, considerar un aliado que ayude.

(Ma. Inés Huerta Pegueros es una gran activista. Entre su más reciente logro está concitar organizaciones para una exposición sobre Mujeres en Guerrero que se apertura este martes en la Universidad Americana de Acapulco).