La historia de nuestro territorio, hoy México, tiene dentro de sus leyendas uno relacionado con los sacrificios y había una justificación para ello, aplacar la ira de los dioses para calmar al pueblo. Así se fue tejiendo un sinnúmero de narraciones como el de las doncellas a las que se les arrancaba el corazón, la decapitación, el flechamiento, incluso el despeñamiento desde lo alto de un templo que terminan por conmovernos viéndolos desde la perspectiva desde donde nos encontramos.
Desde nuestra mirada, esos sacrificios parecen innecesarios. Pero nuestra mirada tiene una distancia que la separa desde el conocimiento de la historia, de la naturaleza, de los ciclos de la luna, del movimiento del sol; una mirada que pretende nutrirse de conocimientos sobre expediciones de científicos, de investigación, de avances de la ciencia, de la tecnología, avances humanitarios que pensamos, también dejaron atrás otros sacrificios que nos narra la historia de otros países donde era la nobleza que reinaba la que era subida a los patíbulos para ser sacrificados ante una muchedumbre hambrienta de sangre para saciar su propia insatisfacción y falta de sueños.
Pero si pensábamos que los mismos estaban en el pasado estamos equivocados. Solo cambiaron las formas. Así nos lo fue mostrando el propio devenir de los sexenios.
Al término de cada sexenio, era ofrecida “la cabeza” de un personaje político para aminorar el enojo social y ofrendar de esa manera al nuevo tlatoani como una ofrenda para apaciguar su ira contra el poder saliente.
Rosario Robles, por ejemplo, se convirtió en “la ofrenda” que bien puede quedar en el rubro del sacrificio al atribuirle la llamada “estafa maestra”. Porque no solo participó en el gobierno saliente, si no que además, había por ahí un “desencuentro” entre el poder que ella ejerció con el poder que iniciaba su gestión.
Así, hacia atrás están otros personajes de otras administraciones. Solo que, el detenta el poder y que se ufana en decir “no somos iguales” ha decidido adelantar el sacrificio, según se ve. Y parece que lo hace con dos objetivos, desde la debilidad que en este momento tiene ante los ojos del poderoso pueblo que va a votar y al que le ha impactado la noticia de “narco presidente”, hasta el tema de la filtración de datos personales de la periodista del NYT, por sentirse “calumniado”.
Pero el sacrificio tiene tufo de venganza.
Uno pudiera pensar que entre los temas que ha vulnerado este gobierno, el de la corrupción es que el más náuseas provoca y que los señalamientos contra su familiares son los más sensibles. Pero pensar siquiera que pudiera entregar a alguno de ellos es ocioso, como tampoco se detuvo para defender a Ignacio Ovalle, Director de SEGALMEX, Seguridad Alimentaria, de quien dijo se confió y cometió el error de trabajar con personas corruptas recayendo esto sobre René Gavira, Director de Administración, en un tema que supera las cifras de la estafa maestra y se ha llamado la estafa maestra de la 4T.
Pero el hilo se rompe por lo más delgado, dice la historia no de la costura, si no la historia política y parece que se está adelantando la ofrenda para ganar votos y para calmar al pueblo sabio y quede en calma con la sucesora del poder.
Sanjuana, la de NOTIMEX no, porque a su decir “los tengo grabados a todos”, no quieren ponerse en su lista de señalados de corrupción.
Pero que tal “la mejor atleta mexicana” medallista ganadora de juegos centroamericanos, de 800 metros, corredora de mil y mil 200 metros. La Fiscalía General de la República dio a conocer que abrió dos carpetas de investigación contra la titular de la CONADE, comisión nacional del deporte, por presuntos malos manejos y posibles desvíos considerados superiores a los 200 millones de pesos.
Lo de segalmex que supera con creces esa cifra no amerita sacrificio. Pero el hilo donde pende la atleta se adelgaza y podría pisar la cárcel ante errores, sí, pero en tiempos de sacrificios Ana… corre, que por ti, si van.
