¿Qué es el delito de amenazas?
El delito de amenazas está regulado entre los artículos 169 y 171 del Código Penal. Consiste en anunciar a alguien la intención de causarle un mal o provocarle un peligro directamente a esa persona o bien a otras personas de su entorno más cercano.
La amenaza en política, da resultados diferentes, sobre todo en lo electoral y en los asuntos de gobierno, los que amenazan llevan ventaja ante el temor de que algo pase y queden a flote las cosas oscuras de los personajes de la política, del sector público, administrativo, económico y hasta de la vida privada de quienes participan en esos entornos. Ejemplos sobran, nombres también, historias también; la amenaza funciona, limita, acaba con carreras, hacen desertar a unos y buscar culpables a otros, muchos saben de dónde viene, algunos logran prevenirla y controlarla, evitar daños y hasta negociar para contenerla.
Hablando de la amenaza como un recurso de uso permanente, hablemos de Andrés Manuel López Obrador, quien la usa de manera permanente y la profiere desde el púlpito de la mañanera, no hablemos del pasado, me refiero al pasado del activismo de López Obrador, como cuando utilizó la amenaza de la quema de instalaciones de Pemex en Tabasco, hay que hablar y hacer un recuento de su amenaza ante banqueros en el 2018 en la Convención Bancaria de ese año celebrada en Acapulco, en la que soltó que de perder la elección se iba a soltar al tigre y coincidencia lamentable (causalidad) hubo incidentes de violencia social en el estado de México con el pretexto del alza de la gasolina.
Ganó la elección y una nueva amenaza (con tintes publicitarios), dijo que iba a enjuiciar a los ex presidentes y aprovechó para poner en práctica sus juicios populares disfrazados de consultas prácticamente a mano alzada (como en el circo romano con el pulgar como juez ejecutor), populismo puro, al fin muy a su estilo terminó en puro populismo engañoso para la masa social, amenaza al Poder Judicial y por la misma vía al Poder Legislativo, buscando sojuzgar a todos los actores políticos y de la vida pública, no ve lo evidente, hace enemigos y muchos buscarán la revancha, algo que Andrés Manuel no ve por su exceso de soberbia que raya en la locura.
Más recientemente y tal vez porque sus números electorales no cuadran o ya presiente cierta debilidad y hasta posibilidad de traición de sus cercanos, muy a su estilo, utilizó la cuenta oficial de su partido MORENA, para publicar (tal vez) una última amenaza a través de las redes sociales, en la cuenta X del partido Movimiento de Regeneración Nacional publica un (llamémosle tuit ) una imagen de una persona que viste una playera con una calavera que hace con un dedo la petición de silencio (callar) con la leyenda UN VERDADERO HOMBRE NUNCA HABLA MAL DE LOPEZ OBRADOR.
Más allá de si en un plano comercial alguien la diseñó para hacer negocio y de paso quedar o hacer quedar a alguien bien ante los ojos de AMLO, el texto y el mensaje tiene muchas interpretaciones, desde la censura hacia opositores, críticos o disidentes, la evocación de la muerte a través de una calavera, implica también el que pudiera tener el compromiso de la intervención del crimen organizado para obtener el silencio pedido, puede uno dudar o tal vez desestimar, pero el hecho de que hasta Jenaro Villamil la haya modelado y exhibido de manera personal genera suspicacia del fin de esas publicaciones, si lo hace por quedar bien, conservar la chamba o por falta de dignidad, la realidad es que se debe de tomar nota de que al final de cuentas es una... Amenaza
PD. Andrés Manuel López Obrador demuestra temor, demuestra nerviosismo, la amenaza puede ser eficaz, pero puede generar animadversión y sobretodo traición a quien la profiere y llega a castigarse a quien se considera ser una amenaza y hoy él lo es.