/ lunes 12 de octubre de 2020

La importancia de la acreditación de la UAGro

El Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) realizó la evaluación de la gestión institucional de la Universidad Autónoma de Guerrero del 5 al 7 de octubre de 2020, con el propósito de su acreditación, primera en la modalidad híbrida: presencial y virtual.

La acreditación constata tres aspectos esenciales: La pertinencia y calidad; La congruencia entre la misión y visión de la Universidad y los resultados obtenidos; y La atención a las necesidades de mejora continua institucional.

Para dar una idea de los avances en los últimos 15 años, contrastaremos una evaluación presencial realizada en 2005, con la que se dio en días pasados,

Dentro de los evaluadores destacó la presencia del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Dr. Antonio Corrales Burgueño, por dos razones:

Primera. El Dr. Corrales formó parte del comité de evaluación que, a finales del año 2005 emitió un dictamen que se resume con el siguiente juicio: el estado que guardaba la conducción de la Universidad por parte de la administración central se consideraba lamentable.

A quince años de esa evaluación, el Dr. Corrales expresó ahora que: “esta Universidad es totalmente distinta a aquella que observé y participé en su evaluación … se ve con el rector Saldaña el despegue”.

Segunda. Cuando el comité de evaluación entregó el dictamen en 2006, yo recién había asumido el cargo de la Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional, dictamen que contemplaba un sin número de recomendaciones: solo faltó que de manera explícita expresaran que no se hacía nada y que los directivos se dedicaban por decirlo coloquialmente a administrar sus puestos para diversos intereses, pero menos pensando en la Institución.

Meses después de este dictamen llegó la estocada mortal para la Universidad: la evaluación del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional fue adversa, la Universidad pese a que recibió recursos financieros durante cinco años, incumplió con sus compromisos y metas que había propuesto. No hubo mejora alguna de su quehacer académico en cinco años.

A catorce años de la entrega del dictamen de la evaluación de la gestión institucional, se puede expresar que esta Universidad ha tenido una transformación impensable, cuyo pilar esencial ha sido una administración central que puso en el centro el quehacer académico.

En mi carácter de rector recibí a los evaluadores con una actitud de seguridad de salir adelante y se acredite la gestión institucional, que contrasta con la que tuve en 2006 que fue de desesperanza pero que la asumí como una oportunidad para servir a la Universidad y encabezar los esfuerzos para cambiarle su rostro.

Por estos problemas que sufría la Universidad Autónoma de Guerrero así como otras universidades públicas, ahora uno de los indicadores de ingreso y permanencia en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) es que se tenga la acreditación de la gestión institucional o su equivalente, a partir del año 2015; y

Ante los problemas que afectan a varias universidades públicas estatales en materia financiera, que se encuentran en un programa de rescate financiero, se les pida el tener acreditada su gestión institucional.

Se está familiarizado con la evaluación de alumnos, programas educativos, de académicos, de procesos de administración o gestión, para su acreditación o certificación, pero no de la gestión institucional y mucho menos para qué.

Lo primero que hay que tener en cuenta que la evaluación de la gestión institucional el dictamen puede ser favorable o no, y contempla recomendaciones y observaciones a atender para su mejora.

En el dictamen de evaluación de la gestión institucional del año 2005, las recomendaciones, entre las cuales destacaban: definir modelo de planeación evaluación; nombrar responsables con perfil académico; regular la vinculación, realizar estudio de las necesidades de sectores sociales y productivos; impulsar intercambio académico y movilidad estudiantil; elaborar plan regulador de infraestructura; elaborar el presupuesto de acuerdo con el plan de desarrollo institucional; controlar los recursos financieros.

La gestión institucional tiene la misión de generar las condiciones para el desarrollo del quehacer académico de la Universidad, bajo la responsabilidad del rector, la cual comprende las siguientes áreas vistas de manera integral: organización y normatividad; planeación académico-administrativa; oferta educativa; gestión académica; gestión escolar; investigación; vinculación, innovación y emprendimiento; desarrollo de la cultura; infraestructura académica; y recursos financieros.

En suma, la evaluación realizada a la gestión institucional está centrada en los resultados de las dependencias de la administración central, que permitan dar certeza de la calidad en la gestión institucional a los estudiantes, académicos y de manera especial a los empleadores y la sociedad en general.

La acreditación de la gestión institucional que seguramente recibiremos constatará el trabajo de las ultimas gestiones rectorales y será constancia de que tenemos una universidad digna, a la altura que merecemos los guerrerenses.

El Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) realizó la evaluación de la gestión institucional de la Universidad Autónoma de Guerrero del 5 al 7 de octubre de 2020, con el propósito de su acreditación, primera en la modalidad híbrida: presencial y virtual.

La acreditación constata tres aspectos esenciales: La pertinencia y calidad; La congruencia entre la misión y visión de la Universidad y los resultados obtenidos; y La atención a las necesidades de mejora continua institucional.

Para dar una idea de los avances en los últimos 15 años, contrastaremos una evaluación presencial realizada en 2005, con la que se dio en días pasados,

Dentro de los evaluadores destacó la presencia del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Dr. Antonio Corrales Burgueño, por dos razones:

Primera. El Dr. Corrales formó parte del comité de evaluación que, a finales del año 2005 emitió un dictamen que se resume con el siguiente juicio: el estado que guardaba la conducción de la Universidad por parte de la administración central se consideraba lamentable.

A quince años de esa evaluación, el Dr. Corrales expresó ahora que: “esta Universidad es totalmente distinta a aquella que observé y participé en su evaluación … se ve con el rector Saldaña el despegue”.

Segunda. Cuando el comité de evaluación entregó el dictamen en 2006, yo recién había asumido el cargo de la Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional, dictamen que contemplaba un sin número de recomendaciones: solo faltó que de manera explícita expresaran que no se hacía nada y que los directivos se dedicaban por decirlo coloquialmente a administrar sus puestos para diversos intereses, pero menos pensando en la Institución.

Meses después de este dictamen llegó la estocada mortal para la Universidad: la evaluación del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional fue adversa, la Universidad pese a que recibió recursos financieros durante cinco años, incumplió con sus compromisos y metas que había propuesto. No hubo mejora alguna de su quehacer académico en cinco años.

A catorce años de la entrega del dictamen de la evaluación de la gestión institucional, se puede expresar que esta Universidad ha tenido una transformación impensable, cuyo pilar esencial ha sido una administración central que puso en el centro el quehacer académico.

En mi carácter de rector recibí a los evaluadores con una actitud de seguridad de salir adelante y se acredite la gestión institucional, que contrasta con la que tuve en 2006 que fue de desesperanza pero que la asumí como una oportunidad para servir a la Universidad y encabezar los esfuerzos para cambiarle su rostro.

Por estos problemas que sufría la Universidad Autónoma de Guerrero así como otras universidades públicas, ahora uno de los indicadores de ingreso y permanencia en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) es que se tenga la acreditación de la gestión institucional o su equivalente, a partir del año 2015; y

Ante los problemas que afectan a varias universidades públicas estatales en materia financiera, que se encuentran en un programa de rescate financiero, se les pida el tener acreditada su gestión institucional.

Se está familiarizado con la evaluación de alumnos, programas educativos, de académicos, de procesos de administración o gestión, para su acreditación o certificación, pero no de la gestión institucional y mucho menos para qué.

Lo primero que hay que tener en cuenta que la evaluación de la gestión institucional el dictamen puede ser favorable o no, y contempla recomendaciones y observaciones a atender para su mejora.

En el dictamen de evaluación de la gestión institucional del año 2005, las recomendaciones, entre las cuales destacaban: definir modelo de planeación evaluación; nombrar responsables con perfil académico; regular la vinculación, realizar estudio de las necesidades de sectores sociales y productivos; impulsar intercambio académico y movilidad estudiantil; elaborar plan regulador de infraestructura; elaborar el presupuesto de acuerdo con el plan de desarrollo institucional; controlar los recursos financieros.

La gestión institucional tiene la misión de generar las condiciones para el desarrollo del quehacer académico de la Universidad, bajo la responsabilidad del rector, la cual comprende las siguientes áreas vistas de manera integral: organización y normatividad; planeación académico-administrativa; oferta educativa; gestión académica; gestión escolar; investigación; vinculación, innovación y emprendimiento; desarrollo de la cultura; infraestructura académica; y recursos financieros.

En suma, la evaluación realizada a la gestión institucional está centrada en los resultados de las dependencias de la administración central, que permitan dar certeza de la calidad en la gestión institucional a los estudiantes, académicos y de manera especial a los empleadores y la sociedad en general.

La acreditación de la gestión institucional que seguramente recibiremos constatará el trabajo de las ultimas gestiones rectorales y será constancia de que tenemos una universidad digna, a la altura que merecemos los guerrerenses.