/ lunes 8 de junio de 2020

Construir el horizonte: empleo para el desarrollo y género

Viene una época difícil, pero no podemos perder la oportunidad de enfrentarla. El tema del empleo será un gran desafío para Guerrero. El mejor modo de aprovechar la oportunidad que nos ofrece la adversidad, es analizando nuevas posibilidades y adelantarnos nosotros a las duras circunstancias que vendrán.

Para que esta crisis económica que nos acompañará, sea un punto de quiebre y de avance. Dadas las difíciles condiciones que atravesamos a nivel global, el desempleo crecerá en Guerrero y con ello la desigualdad, no obstante la encomiable labor del Gobernador del Estado, Héctor Astudillo.

Desde distintas instancias debemos contribuir a imaginar escenarios alternativos, que repiensen los caminos recorridos y propongan nuevas rutas, con fundamento en experiencias exitosas.

Por ejemplo, debemos avanzar en la construcción de una “economía de las mujeres” (Womenomics). Kathy Matsui lanzó en 1999 un desafío que cambió la economía de muchos países, inicialmente en Japón: la womenomics, una palabra que surgió de la fusión entre mujeres y economía y que significa "economía de las mujeres".

Este nuevo concepto implicó transformaciones económicas, sociales y culturales enormes en la iniciativa privada y también por medidas gubernamentales de incentivos para las mujeres. Desde entonces se plantea en el mundo la importancia de incorporar a más mujeres en el empleo, si queremos desarrollo económico.

El principal argumento a favor de la womenomics (economía de la mujer), es que la mejora de la mujer genera círculos virtuosos para el empleo, la producción, el consumo, la inversión y, por lo tanto, produce beneficios significativos para la economía en su conjunto y para su dinámica de desarrollo.

Las tareas realizadas dentro de los hogares, sobre todo, los trabajos de "cuidado” no se pagan si son realizadas por un miembro de la familia: típicamente la esposa-madre-hija. En el caso de las estadísticas económicas, el trabajo de cuidado no cuenta, no es «empleo».

Naturalmente, es una visión parcial, tanto desde el punto de vista social como desde el punto de vista económico: si no hubiera trabajo de cuidado, se afectarían aspectos fundamentales como la salud, la educación, la estabilidad emocional, la supervivencia física de las personas, y no podría haber ninguna forma de producción y transacción económica compleja, no habría ningún "mercado" en el sentido moderno de la palabra.

Según estimaciones de la economista Marylin Waring, si todas las actividades domésticas se contaran utilizando los mismos criterios que el trabajo remunerado, se convertirían en el sector productivo terciario más importante económicamente en el mundo.

Como ha mostrado el prestigioso economista, Richard Freeman, la nueva entrada de mujeres en el mercado laboral ha sido el principal motor del milagro económico en Estados Unidos en 1990 y del crecimiento en muchos países del mundo.

¿Cuál es la tesis de la womenomics sobre las mujeres y el PIB? ¿En qué sentido podemos decir que "más mujeres equivalen a más crecimiento y más bienestar"?

El trabajo de las mujeres en el mercado, trae beneficios significativos a las familias. En primer lugar porque implica que una familia comience a tener un doble ingreso. Si las mujeres también ganan dinero, el riesgo de pobreza disminuye drásticamente para sus familias, y disminuye la vulnerabilidad ante posibles acontecimientos adversos como una enfermedad, un despido, un accidente o una inversión que no funcionó.

El doble ingreso garantiza no sólo más dinero sino también una mayor seguridad social, debido a que las redes de conocidos son más amplias. Esta seguridad es cada vez más importante en las sociedades con mercados laborales flexibles. Una familia con dos salarios tiene más oportunidades de consumo, ahorro y una distribución más equitativa entre hombres y mujeres de las tareas dentro de la familia, empezando por el cuidado de los niños. .

Algunos responden: "Sí, eso sería bueno, pero ¿dónde trabajarán las mujeres? Ya hay poco trabajo". Lo importante es que el empleo de las mujeres crea más empleo. Las familias de ingresos dobles compran muchos más servicios que las familias de un solo ingreso: porque pueden permitírselo, pero también porque tienen menor cantidad de tiempo disponible. Según algunas estimaciones se crean hasta 15 puestos de trabajo adicionales por cada 100 mujeres que entran en el mercado laboral.

Los servicios familiares que empiezan a necesitarse, tienen la gran ventaja de que deben ser producidos cerca de quienes los consumen. El impulso para la expansión de los servicios a los hogares (y los servicios en general) es quizás el principal multiplicador del empleo de las mujeres, pero no es el único. Un segundo multiplicador importante es el llamado consumo 'rosa'. Las mujeres influyen en una gran parte de las decisiones de consumo: Se estima que determinan una proporción del 80% del total del consumo.

Debemos analizar opciones, y evaluar experiencias de desarrollo. Para ello debemos agregar otros modos de pensamiento a los que usualmente utilizamos, plantear nuevas estrategias, manteniendo nuestros ideales a favor de más igualdad y de los derechos ciudadanos de l@s guerrerenses.

Un ejemplo de nuestro compromiso con el desarrollo de la economía de mujeres en nuestro Estado se refleja en nuestra universidad en donde día a día 2,500 mujeres guían con sus conocimientos a nuestros futuros profesionistas, de los cuales 45,500 son alumnas que en un futuro cercano serán las profesionistas que liderarán un cambio para bien en la sociedad guerrerense.

Sólo con innovación lograremos desarrollo para todos. Estamos planteando desde la UAGro, laboratorios sociales y políticos para el desarrollo, con el fin de conjuntar desafíos que permitan no sólo el crecimiento, sino también el desarrollo socioeconómico y cultural de las mujeres y hombres de este querido Estado.

Viene una época difícil, pero no podemos perder la oportunidad de enfrentarla. El tema del empleo será un gran desafío para Guerrero. El mejor modo de aprovechar la oportunidad que nos ofrece la adversidad, es analizando nuevas posibilidades y adelantarnos nosotros a las duras circunstancias que vendrán.

Para que esta crisis económica que nos acompañará, sea un punto de quiebre y de avance. Dadas las difíciles condiciones que atravesamos a nivel global, el desempleo crecerá en Guerrero y con ello la desigualdad, no obstante la encomiable labor del Gobernador del Estado, Héctor Astudillo.

Desde distintas instancias debemos contribuir a imaginar escenarios alternativos, que repiensen los caminos recorridos y propongan nuevas rutas, con fundamento en experiencias exitosas.

Por ejemplo, debemos avanzar en la construcción de una “economía de las mujeres” (Womenomics). Kathy Matsui lanzó en 1999 un desafío que cambió la economía de muchos países, inicialmente en Japón: la womenomics, una palabra que surgió de la fusión entre mujeres y economía y que significa "economía de las mujeres".

Este nuevo concepto implicó transformaciones económicas, sociales y culturales enormes en la iniciativa privada y también por medidas gubernamentales de incentivos para las mujeres. Desde entonces se plantea en el mundo la importancia de incorporar a más mujeres en el empleo, si queremos desarrollo económico.

El principal argumento a favor de la womenomics (economía de la mujer), es que la mejora de la mujer genera círculos virtuosos para el empleo, la producción, el consumo, la inversión y, por lo tanto, produce beneficios significativos para la economía en su conjunto y para su dinámica de desarrollo.

Las tareas realizadas dentro de los hogares, sobre todo, los trabajos de "cuidado” no se pagan si son realizadas por un miembro de la familia: típicamente la esposa-madre-hija. En el caso de las estadísticas económicas, el trabajo de cuidado no cuenta, no es «empleo».

Naturalmente, es una visión parcial, tanto desde el punto de vista social como desde el punto de vista económico: si no hubiera trabajo de cuidado, se afectarían aspectos fundamentales como la salud, la educación, la estabilidad emocional, la supervivencia física de las personas, y no podría haber ninguna forma de producción y transacción económica compleja, no habría ningún "mercado" en el sentido moderno de la palabra.

Según estimaciones de la economista Marylin Waring, si todas las actividades domésticas se contaran utilizando los mismos criterios que el trabajo remunerado, se convertirían en el sector productivo terciario más importante económicamente en el mundo.

Como ha mostrado el prestigioso economista, Richard Freeman, la nueva entrada de mujeres en el mercado laboral ha sido el principal motor del milagro económico en Estados Unidos en 1990 y del crecimiento en muchos países del mundo.

¿Cuál es la tesis de la womenomics sobre las mujeres y el PIB? ¿En qué sentido podemos decir que "más mujeres equivalen a más crecimiento y más bienestar"?

El trabajo de las mujeres en el mercado, trae beneficios significativos a las familias. En primer lugar porque implica que una familia comience a tener un doble ingreso. Si las mujeres también ganan dinero, el riesgo de pobreza disminuye drásticamente para sus familias, y disminuye la vulnerabilidad ante posibles acontecimientos adversos como una enfermedad, un despido, un accidente o una inversión que no funcionó.

El doble ingreso garantiza no sólo más dinero sino también una mayor seguridad social, debido a que las redes de conocidos son más amplias. Esta seguridad es cada vez más importante en las sociedades con mercados laborales flexibles. Una familia con dos salarios tiene más oportunidades de consumo, ahorro y una distribución más equitativa entre hombres y mujeres de las tareas dentro de la familia, empezando por el cuidado de los niños. .

Algunos responden: "Sí, eso sería bueno, pero ¿dónde trabajarán las mujeres? Ya hay poco trabajo". Lo importante es que el empleo de las mujeres crea más empleo. Las familias de ingresos dobles compran muchos más servicios que las familias de un solo ingreso: porque pueden permitírselo, pero también porque tienen menor cantidad de tiempo disponible. Según algunas estimaciones se crean hasta 15 puestos de trabajo adicionales por cada 100 mujeres que entran en el mercado laboral.

Los servicios familiares que empiezan a necesitarse, tienen la gran ventaja de que deben ser producidos cerca de quienes los consumen. El impulso para la expansión de los servicios a los hogares (y los servicios en general) es quizás el principal multiplicador del empleo de las mujeres, pero no es el único. Un segundo multiplicador importante es el llamado consumo 'rosa'. Las mujeres influyen en una gran parte de las decisiones de consumo: Se estima que determinan una proporción del 80% del total del consumo.

Debemos analizar opciones, y evaluar experiencias de desarrollo. Para ello debemos agregar otros modos de pensamiento a los que usualmente utilizamos, plantear nuevas estrategias, manteniendo nuestros ideales a favor de más igualdad y de los derechos ciudadanos de l@s guerrerenses.

Un ejemplo de nuestro compromiso con el desarrollo de la economía de mujeres en nuestro Estado se refleja en nuestra universidad en donde día a día 2,500 mujeres guían con sus conocimientos a nuestros futuros profesionistas, de los cuales 45,500 son alumnas que en un futuro cercano serán las profesionistas que liderarán un cambio para bien en la sociedad guerrerense.

Sólo con innovación lograremos desarrollo para todos. Estamos planteando desde la UAGro, laboratorios sociales y políticos para el desarrollo, con el fin de conjuntar desafíos que permitan no sólo el crecimiento, sino también el desarrollo socioeconómico y cultural de las mujeres y hombres de este querido Estado.