/ viernes 25 de febrero de 2022

¿Tercera guerra mundial?

Los tambores están redoblando. La guerra inició este miércoles 23 de febrero con la invasión de Rusia a Ucrania. Los bombardeos se dejaron caer en algunos puntos estratégicos de ese país. La desesperación y el dolor se deja sentir en los rostros desencajados de los ucranianos. Las imágenes de llanto y rostros ensangrentados de niños, jóvenes, adultos y ancianos son desgarradoras.

La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ya están anunciando algunas represalias en contra de Rusia por el ataque a Ucrania. Los Estados Unidos de igual manera, por su parte, amenaza con sanciones económicas a Rusia. La ONU como siempre se encuentran sentados discutiendo y discutiendo sin llegar a consensos que detengan la guerra.

La tercera guerra mundial está latente porque si los países alineados con la OTAN apoyan abiertamente a Ucrania seguro intervendrá China apoyando a los rusos. El potencial de los orientales no solo es en el gran número de soldados que tienen, sino en su arsenal militar y tecnología de punta para lanzar misiles a larga distancia. Las naciones americanas que se aliarían a los rusos serían Cuba y Venezuela de manera directa.

México seguramente se mantendrá en su política de no intervención apoyando la salida diplomática para lograr acuerdos de paz. En tanto el precio del petróleo seguramente se incrementará de manera exorbitante a mucho más de 100 dólares por barril, lo que nos conviene en parte, porque se ha disminuido la importación de gasolina de los Estados Unidos. Muchos productos de igual manera sufrirán incrementos y escasez dependiendo cuánto dure el conflicto bélico.

Rusia por supuesto no permitirá que la ubicación estratégica de Ucrania con la que tiene frontera sea parte de la OTAN y menos que tenga al enemigo pegado a su territorio, como una amenaza latente y más aún, por lo estratégico que significa la salida y entrada por el mar negro. No obstante, todo esto, una tercera guerra mundial como la primera y segunda donde murieron millones de personas es difícil que se dé, ya que ahora las guerras son económicas y por medio de bloqueos comerciales.

Rusia tiene un “as” que es el petróleo que vende a muchos países de Europa, por lo que el cortar el suministro a esas naciones traería consecuencias catastróficas. Las bolsas de valores se van a caer seguramente. Las compras de pánico serán la constante en los países europeos acostumbrados a conflictos bélicos y economía de guerra. Lo único que en verdad lamento es la pérdida de cientos o miles de vidas humanas, lesionados permanentes, orfandad etc. Todo por la ambición de los líderes que desde su cómodo sillón ordenan la guerra. Veremos pues que rumbo toma este conflicto en los próximos meses.

Los tambores están redoblando. La guerra inició este miércoles 23 de febrero con la invasión de Rusia a Ucrania. Los bombardeos se dejaron caer en algunos puntos estratégicos de ese país. La desesperación y el dolor se deja sentir en los rostros desencajados de los ucranianos. Las imágenes de llanto y rostros ensangrentados de niños, jóvenes, adultos y ancianos son desgarradoras.

La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ya están anunciando algunas represalias en contra de Rusia por el ataque a Ucrania. Los Estados Unidos de igual manera, por su parte, amenaza con sanciones económicas a Rusia. La ONU como siempre se encuentran sentados discutiendo y discutiendo sin llegar a consensos que detengan la guerra.

La tercera guerra mundial está latente porque si los países alineados con la OTAN apoyan abiertamente a Ucrania seguro intervendrá China apoyando a los rusos. El potencial de los orientales no solo es en el gran número de soldados que tienen, sino en su arsenal militar y tecnología de punta para lanzar misiles a larga distancia. Las naciones americanas que se aliarían a los rusos serían Cuba y Venezuela de manera directa.

México seguramente se mantendrá en su política de no intervención apoyando la salida diplomática para lograr acuerdos de paz. En tanto el precio del petróleo seguramente se incrementará de manera exorbitante a mucho más de 100 dólares por barril, lo que nos conviene en parte, porque se ha disminuido la importación de gasolina de los Estados Unidos. Muchos productos de igual manera sufrirán incrementos y escasez dependiendo cuánto dure el conflicto bélico.

Rusia por supuesto no permitirá que la ubicación estratégica de Ucrania con la que tiene frontera sea parte de la OTAN y menos que tenga al enemigo pegado a su territorio, como una amenaza latente y más aún, por lo estratégico que significa la salida y entrada por el mar negro. No obstante, todo esto, una tercera guerra mundial como la primera y segunda donde murieron millones de personas es difícil que se dé, ya que ahora las guerras son económicas y por medio de bloqueos comerciales.

Rusia tiene un “as” que es el petróleo que vende a muchos países de Europa, por lo que el cortar el suministro a esas naciones traería consecuencias catastróficas. Las bolsas de valores se van a caer seguramente. Las compras de pánico serán la constante en los países europeos acostumbrados a conflictos bélicos y economía de guerra. Lo único que en verdad lamento es la pérdida de cientos o miles de vidas humanas, lesionados permanentes, orfandad etc. Todo por la ambición de los líderes que desde su cómodo sillón ordenan la guerra. Veremos pues que rumbo toma este conflicto en los próximos meses.