El país está en una gravísima crisis por la escasez de agua. No hay agua suficiente para el riego del campo que nos nutre de hortalizas y frutas. Tampoco la hay para calmar la sed de los animales que nos aportan carne, leche y derivados lácteos. En las zonas urbanas la escasez del vital líquido es toda una locura ya que no hay para los elementales servicios de limpieza como es el baño corporal o para el wc.
Lavar la ropa es imposible y ya no digamos para el riego de los jardines caseros. La población de muchos municipios está empezando a reunirse y hacer manifestaciones con bloqueos de vialidades, así como, el impago que los organismos municipales operadores del agua potable llevan a cabo mes por mes sin que se surta este líquido.
Las presas de México están a punto de secarse, como ya lo adelantó la Comisión Nacional del Agua. Algunos municipios del Estado de México y de la Ciudad de México acaban de decretar multas cuantiosas para quien desperdicie el agua en lavar carros con manguera y arresto de 13 a 24 horas o 6 a 12 horas de trabajo en favor de la comunidad.
Pero estas acciones son insuficientes ya que un grave problema es el desperdicio por fugas de agua que tardan en ser reparadas. Otro grave problema es el desperdicio en el aseo personal dejando abierta la regadera cuando nos enjabonamos o cuando nos lavamos los dientes; también por el agua que consume el wc.
Cada vez que bajamos la palanca. Y peor aún cuando la regadera , llave del lavabo o el wc tienen fuga de agua. Debemos optar por una nueva cultura de ahorro usando wc economizadores. El riego de jardines caseros por medio de riego por goteo y a su vez el gobierno debe aprovechar el agua de la lluvia mediante grandes depósitos para guardarla en épocas de escasez. Una mayor vigilancia en los negocios de lavado de autos para que utilicen karchers que lanzan agua por rocío.
De igual manera a las embotelladoras de refrescos y cervezas, así como a las que pintan la mezclilla que consumen grandes cantidades de agua. No hay tiempo para lamentarnos sino para empezar a hacer lo que a cada unos nos corresponde.
