/ viernes 12 de abril de 2024

Sedes diplomáticas son territorio mexicano

Desde mis tiempos de estudiante de la clase de Derecho Internacional público impartida por el Dr. Mario Palma Rojo, aprendí que los tratados internacionales que firman las naciones se deben cumplir (pacta sunt servanda: lo pactado obliga).

En pero, el Presidente de Ecuador Gabriel Novoa ordenó, fuera de todo contexto diplomático, violar el derecho internacional al ordenar irrumpir y profanar territorio mexicano mediante la invasión con fuerzas armadas para sacar al ex vicepresidente de ese país Jorge Glas, que estaba asilado en la misión diplomática en Quito, en tanto se gestionaban los trámites consulares para obtener el salvoconducto que le permitiera salir del país, ante la negativa de las autoridades que argumentaban que debía enfrentar la justicia por varios delitos que presuntamente cometió.

Pero todo esto no se respetó, ya que el día 5 de abril las fuerzas armadas invadieron flagrantemente la soberanía territorial mexicana, sin precedente alguno en la diplomacia Internacional.

Pero vayamos por partes. Todo esto tiene su origen en las tensas relaciones por declaraciones del Presidente de México en relación a las elecciones que ganó el Presidente de Ecuador, por no haber aceptar otorgar el salvoconducto a su ex vicepresidente, por lo que lo llamó "facho". En respuesta a esto, el Presidente de ese país declaró persona non grata a la Embajadora de México, Raquel Serur, dándole tres días para abandonar el país.

En ese impasse estaban las relaciones cuando inesperadamente vino la irrupción en la sede diplomática de México, en donde por lo menos, el diplomático mexicano Roberto Canseco fue sometido por la fuerza ante la mirada estupefacta de todo el mundo.

México repudió este uso de la fuerza y la violación a los tratados internacionales ante la OEA y la ONU. Este acto es reprobable y visceral por donde se le vea, sin precedente alguno, ni en la peor dictadura en Chile con Pinochet sucedió esto.

Los argumentos del Ejecutivo ecuatoriano no tienen fundamento en el concierto del derecho internacional. El Presidente de Ecuador comete una falta grave de violación al derecho diplomático y la Convención de Viena, tratado que regula derechos y obligaciones entre organizaciones y estados internacionales.

De acuerdo con el Art.22 de esta Convención, las sedes de las misiones diplomáticas son inviolables, por lo que los agentes del Estado receptor no pueden penetrar en ellas sin su consentimiento. El tratado, mejor conocido como la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, fue firmado el 18 de abril de 1961, el cual funge como un mecanismo para llevar buenas relaciones diplomáticas y de respeto.

También destaca que el mobiliario de las sedes internacionales no podrá ser embargado u objeto de revisión. Por supuesto que la ONU , OEA y otros organismos internacionales tendrán que sancionar a este país, ya que de no hacerlo daría la pauta para que en cualquier lugar del mundo se violen las sedes diplomáticas.

No se trata de que las naciones se arreglen y se den la mano, ¡NO!, debe ser objeto de una sentencia ejemplar. Tristemente, pero entendible; los enemigos declarados del gobierno mexicano aplauden esta acción en contra de nuestra sede (territorio mexicano) echándole la culpa al mandatario nacional, olvidándose de la tradición de asilo que tiene México en el concierto mundial. Recuerden a los cientos de españoles y chilenos que fueron asilados por nuestra nación en el pasado. La sentencia que se dicte debería ser ejemplar para evitar que vuelva a suceder en el futuro.

Desde mis tiempos de estudiante de la clase de Derecho Internacional público impartida por el Dr. Mario Palma Rojo, aprendí que los tratados internacionales que firman las naciones se deben cumplir (pacta sunt servanda: lo pactado obliga).

En pero, el Presidente de Ecuador Gabriel Novoa ordenó, fuera de todo contexto diplomático, violar el derecho internacional al ordenar irrumpir y profanar territorio mexicano mediante la invasión con fuerzas armadas para sacar al ex vicepresidente de ese país Jorge Glas, que estaba asilado en la misión diplomática en Quito, en tanto se gestionaban los trámites consulares para obtener el salvoconducto que le permitiera salir del país, ante la negativa de las autoridades que argumentaban que debía enfrentar la justicia por varios delitos que presuntamente cometió.

Pero todo esto no se respetó, ya que el día 5 de abril las fuerzas armadas invadieron flagrantemente la soberanía territorial mexicana, sin precedente alguno en la diplomacia Internacional.

Pero vayamos por partes. Todo esto tiene su origen en las tensas relaciones por declaraciones del Presidente de México en relación a las elecciones que ganó el Presidente de Ecuador, por no haber aceptar otorgar el salvoconducto a su ex vicepresidente, por lo que lo llamó "facho". En respuesta a esto, el Presidente de ese país declaró persona non grata a la Embajadora de México, Raquel Serur, dándole tres días para abandonar el país.

En ese impasse estaban las relaciones cuando inesperadamente vino la irrupción en la sede diplomática de México, en donde por lo menos, el diplomático mexicano Roberto Canseco fue sometido por la fuerza ante la mirada estupefacta de todo el mundo.

México repudió este uso de la fuerza y la violación a los tratados internacionales ante la OEA y la ONU. Este acto es reprobable y visceral por donde se le vea, sin precedente alguno, ni en la peor dictadura en Chile con Pinochet sucedió esto.

Los argumentos del Ejecutivo ecuatoriano no tienen fundamento en el concierto del derecho internacional. El Presidente de Ecuador comete una falta grave de violación al derecho diplomático y la Convención de Viena, tratado que regula derechos y obligaciones entre organizaciones y estados internacionales.

De acuerdo con el Art.22 de esta Convención, las sedes de las misiones diplomáticas son inviolables, por lo que los agentes del Estado receptor no pueden penetrar en ellas sin su consentimiento. El tratado, mejor conocido como la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, fue firmado el 18 de abril de 1961, el cual funge como un mecanismo para llevar buenas relaciones diplomáticas y de respeto.

También destaca que el mobiliario de las sedes internacionales no podrá ser embargado u objeto de revisión. Por supuesto que la ONU , OEA y otros organismos internacionales tendrán que sancionar a este país, ya que de no hacerlo daría la pauta para que en cualquier lugar del mundo se violen las sedes diplomáticas.

No se trata de que las naciones se arreglen y se den la mano, ¡NO!, debe ser objeto de una sentencia ejemplar. Tristemente, pero entendible; los enemigos declarados del gobierno mexicano aplauden esta acción en contra de nuestra sede (territorio mexicano) echándole la culpa al mandatario nacional, olvidándose de la tradición de asilo que tiene México en el concierto mundial. Recuerden a los cientos de españoles y chilenos que fueron asilados por nuestra nación en el pasado. La sentencia que se dicte debería ser ejemplar para evitar que vuelva a suceder en el futuro.