La propuesta que planteó la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, de que la sociedad se defienda de la delincuencia porque la seguridad no depende de las instituciones, ¿fue un resbalón?
Esa es la interrogante que quedó en el aire, porque si se trató de la visión que tiene sobre cómo se debe combatir el tema de la violencia, que Dios nos agarre confesados.
Esto quiere decir que la alcaldesa gobierna la capital del estado, con total desconocimiento de la Ley Orgánica del Municipio Libre, pues en su verborrea develó su pobreza en su sapiencia sobre su contenido y cual es su responsabilidad como primera autoridad del municipio.
Lo que yo entendí fue que delegó a la población que se defiendan como puedan de los delincuentes, ah, eso si, recomendó que tengan cuidado si los malosos están armados.
Confieso que es la primera vez que escuchó tal dislate, pues se supone que quienes buscan gobernar un municipio cuentan con preparación académica y ostentan un título.
De este modo, no tendríamos que poner en tela de duda la capacidad de quien gobierna un municipio, como es el caso de la alcaldesa Norma Otilia Hernández, quien pareciera que no tiene ni idea del marco legal, mucho menos del Bando de Policía y Buen Gobierno.
Esto, porque se supone que dentro de sus responsabilidades esta la prevención del delito, que quiere decir, que tiene el deber de garantizar la tranquilidad y La paz de sus gobernados.
Si lo que quiere es que la sociedad sea quien imparta justicia, entonces sería tanto como regresar a la "Ley del Garrote" o en otras palabras a la era de las cavernas.
Lo que significaría que no se justifica la existencia de la Policía Municipal como tampoco de las instituciones máxime, si como dice la presidenta municipal, Norma Otilia Hernández Martínez, no depende de éstas la seguridad.
¿O usted que opina querido lector?
