/ miércoles 6 de mayo de 2020

Memoria política ante la crisis

La marca que la epidemia del COVID 19 dejará en el mundo, inevitablemente cruzará por la política toda. De quienes ejercen el poder por la forma de reacción hacia sus gobernados. En los partidos políticos por la forma en que asumen su compromiso frente al mismo poder. Y la memoria prevalecerá, sin duda.

En los momentos más cruentos del aislamiento social que vive el mundo, cuando han pasado, hasta hoy 50 días en nuestro país, México, la crisis toca las puertas desde dentro, donde éstas suelen ser más difíciles al emerger de la consciencia, por la familia, por la sociedad y, a veces por la desesperación y el hambre, en este lapso, demanda más claridad sobre la ruta que le marcará quienes la gobiernan.

No puedo dejar de lado en la crisis más difícil del país, una de las crisis políticas que marcaron la vida política del México del Siglo XX y que empujó para alcanzar años después la anhelada democracia que hoy se enfrenta a sí misma al demandar de sus Cámaras congruencia con el poder que representan.

1913. Decena Trágica. Gobierna Francisco I. Madero, José Ma. Pino Suárez es Vicepresidente. Se firma el “Pacto de la Embajada”, son destituidos, arrestados y asesinados Madero y Pino Suárez. Toma el poder Victoriano Huerta, ntre términos de usurpador y alta traición. El Senador Chiapaneco Belizario Domínguez intenta pronunciar un discurso que, ante el rechazo de hacerlo en la Tribuna, decide imprimirlo y lo hace circular. “El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la patria espera que la honreís ante el mundo”, iniciaría así el Senador Dominguez en su convocatoria a no permitir excesos a Huerta. Es detenido y asesinado el 7 de octubre de 1913. Dos días después, el Diputado Federal por Chilpancingo, Guerrero, Eduardo Neri, pronuncia un célebre discurso alusivo a éste hecho. “…pero es más grande e intenso el dolor que debemos sentir en estos momentos, en que vemos que se está abofeteando a dos manos al Poder Legislativo, y que el poder Legislativo no toma una resolución digna de un poder”.

En los momentos más sensibles donde la incertidumbre toma por asalto las horas del aislamiento, no podemos dejar de observar, con mayor tiempo, lo que hace la clase política del país y del mundo. Las decisiones que toman y la formar en que hacen frente a esta crisis. Por ello quizá, frente al reto de que las decisiones vayan en contra de los avances que han costado a la sociedad alcanzarlos, se busca que las cámaras actúen como representantes ciudadanos y lo hagan con responsabilidad.

La búsqueda de la congruencia no es para quitar del Poder Ejecutivo al Presidente, sino para hacer caminar a la sociedad con la certeza de que, cuando le piden el voto se confía en que tienen conocimiento de la realidad que van a enfrentar y tienen capacidad para conducir el timón en las tormentas, no solo con la mar en calma. Los tiempos, ahora más que nunca, dejarán un sello en la memoria colectiva y será una memoria sobre la forma en que los partidos políticos actúan frente a una crisis verdadera. Surrealismo?

La marca que la epidemia del COVID 19 dejará en el mundo, inevitablemente cruzará por la política toda. De quienes ejercen el poder por la forma de reacción hacia sus gobernados. En los partidos políticos por la forma en que asumen su compromiso frente al mismo poder. Y la memoria prevalecerá, sin duda.

En los momentos más cruentos del aislamiento social que vive el mundo, cuando han pasado, hasta hoy 50 días en nuestro país, México, la crisis toca las puertas desde dentro, donde éstas suelen ser más difíciles al emerger de la consciencia, por la familia, por la sociedad y, a veces por la desesperación y el hambre, en este lapso, demanda más claridad sobre la ruta que le marcará quienes la gobiernan.

No puedo dejar de lado en la crisis más difícil del país, una de las crisis políticas que marcaron la vida política del México del Siglo XX y que empujó para alcanzar años después la anhelada democracia que hoy se enfrenta a sí misma al demandar de sus Cámaras congruencia con el poder que representan.

1913. Decena Trágica. Gobierna Francisco I. Madero, José Ma. Pino Suárez es Vicepresidente. Se firma el “Pacto de la Embajada”, son destituidos, arrestados y asesinados Madero y Pino Suárez. Toma el poder Victoriano Huerta, ntre términos de usurpador y alta traición. El Senador Chiapaneco Belizario Domínguez intenta pronunciar un discurso que, ante el rechazo de hacerlo en la Tribuna, decide imprimirlo y lo hace circular. “El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la patria espera que la honreís ante el mundo”, iniciaría así el Senador Dominguez en su convocatoria a no permitir excesos a Huerta. Es detenido y asesinado el 7 de octubre de 1913. Dos días después, el Diputado Federal por Chilpancingo, Guerrero, Eduardo Neri, pronuncia un célebre discurso alusivo a éste hecho. “…pero es más grande e intenso el dolor que debemos sentir en estos momentos, en que vemos que se está abofeteando a dos manos al Poder Legislativo, y que el poder Legislativo no toma una resolución digna de un poder”.

En los momentos más sensibles donde la incertidumbre toma por asalto las horas del aislamiento, no podemos dejar de observar, con mayor tiempo, lo que hace la clase política del país y del mundo. Las decisiones que toman y la formar en que hacen frente a esta crisis. Por ello quizá, frente al reto de que las decisiones vayan en contra de los avances que han costado a la sociedad alcanzarlos, se busca que las cámaras actúen como representantes ciudadanos y lo hagan con responsabilidad.

La búsqueda de la congruencia no es para quitar del Poder Ejecutivo al Presidente, sino para hacer caminar a la sociedad con la certeza de que, cuando le piden el voto se confía en que tienen conocimiento de la realidad que van a enfrentar y tienen capacidad para conducir el timón en las tormentas, no solo con la mar en calma. Los tiempos, ahora más que nunca, dejarán un sello en la memoria colectiva y será una memoria sobre la forma en que los partidos políticos actúan frente a una crisis verdadera. Surrealismo?