/ lunes 1 de abril de 2024

Surrealismo Político | Taxco, sangre penitente y de justicia

Cada año, la celebración de Semana Santa en Taxco convoca no solo a pobladores vivir su fe, a visitantes para admirar esa manifestación de fe, si no también a medios para capturar la representación de esa vida que mantiene la admiración de propios y foráneos.

Este año se había superado la pregunta de si saldrían Penitentes y Encruzados a realizar su recorrido, luego de que también han sido objeto de la mirada de la delincuencia que les ha querido cobrar piso para salir a realizar su cometido de fe, pero el surrealismo condujo a que la misma se tambaleara por un asesinato contra una menor de edad: CAMILA.

El hecho, ya de por sí lamentable como doloroso, tuvo en la presencia de los medios audiovisuales otro impacto, una cobertura que presentó el momento mismo del cobro de justicia por mano propia de la población taxqueña.

Lea también: Intentan linchar a presuntos asesinos de Camila en Taxco

Las imágenes del suelo ensangrentado no lo eran en esta ocasión de la espalda de los encruzados que para cumplir su manda de fe, cargan 50 kilos de varas de espina de zarza en rollo y con ello a cuestas, recorren descalzos las calles empedradas de Taxco.

O la de las y los penitentes, mujeres y hombres que, encapuchados llevan una cruz a cuestas.

No, en esta ocasión la sangre fue producto del odio social que, cansados de la injusticia, de la inseguridad, de la falta de atención municipal a sus garantías, no esperaron y tomaron quizá un camino equivocado, pero producto de su dolor e indignación, descargaron en los cuerpos de una mujer y dos hombres golpes, pero resultado de su dolor, su rabia, su impotencia.

En esta ocasión, el área de prensa del Ayuntamiento mostró que no tiene capacidad de reacción, si no de golpeteo para intentar desviar la falta de responsabilidad municipal en materia de seguridad y prevención del delito e intentar desviar la mirada hacia el estado, cuando el fallido es la autoridad municipal que no solo tiene a cuestas este tema, si no muchos más que ha acumulado en un trienio donde se ha visto la arrogancia del Edil.

Taxco se convirtió en noticia, pero no la de la fe, si no del odio social; volvió a teñirse de sangre, pero no la que se vierte para pedir por la paz, si no la que se vierte cuando se deja de confiar en que la autoridad hace su papel. ¿Surrealismo?

Cada año, la celebración de Semana Santa en Taxco convoca no solo a pobladores vivir su fe, a visitantes para admirar esa manifestación de fe, si no también a medios para capturar la representación de esa vida que mantiene la admiración de propios y foráneos.

Este año se había superado la pregunta de si saldrían Penitentes y Encruzados a realizar su recorrido, luego de que también han sido objeto de la mirada de la delincuencia que les ha querido cobrar piso para salir a realizar su cometido de fe, pero el surrealismo condujo a que la misma se tambaleara por un asesinato contra una menor de edad: CAMILA.

El hecho, ya de por sí lamentable como doloroso, tuvo en la presencia de los medios audiovisuales otro impacto, una cobertura que presentó el momento mismo del cobro de justicia por mano propia de la población taxqueña.

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Las imágenes del suelo ensangrentado no lo eran en esta ocasión de la espalda de los encruzados que para cumplir su manda de fe, cargan 50 kilos de varas de espina de zarza en rollo y con ello a cuestas, recorren descalzos las calles empedradas de Taxco.

O la de las y los penitentes, mujeres y hombres que, encapuchados llevan una cruz a cuestas.

No, en esta ocasión la sangre fue producto del odio social que, cansados de la injusticia, de la inseguridad, de la falta de atención municipal a sus garantías, no esperaron y tomaron quizá un camino equivocado, pero producto de su dolor e indignación, descargaron en los cuerpos de una mujer y dos hombres golpes, pero resultado de su dolor, su rabia, su impotencia.

En esta ocasión, el área de prensa del Ayuntamiento mostró que no tiene capacidad de reacción, si no de golpeteo para intentar desviar la falta de responsabilidad municipal en materia de seguridad y prevención del delito e intentar desviar la mirada hacia el estado, cuando el fallido es la autoridad municipal que no solo tiene a cuestas este tema, si no muchos más que ha acumulado en un trienio donde se ha visto la arrogancia del Edil.

Taxco se convirtió en noticia, pero no la de la fe, si no del odio social; volvió a teñirse de sangre, pero no la que se vierte para pedir por la paz, si no la que se vierte cuando se deja de confiar en que la autoridad hace su papel. ¿Surrealismo?