Es lamentable que a pesar de que se hagan reformas a la ley para castigar a quienes infringan el estado de derecho, nunca se aplican y se toleran la impunidad.
Un claro ejemplo es el caso de los seudo estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa , quienes lo mismo vandalizan, queman edificios y toman las casetas de peaje, sin que nadie los frene.
Recientemente, el Senado de la República hizo reformas a la ley para sancionar económicamente y hasta con 7 años de prisión a los que tomen las casetas de peaje de la autopista, pero en los hechos es letra muerta.
Los normalistas de Ayotzinapa en franco reto al estado de derecho, se apoderan de los módulos de cobro de la autopista del Sol, el día ya la hora que quieren, para pedir cooperación de cien pesos a los automovilistas.
Estas acciones las realizan a la vista de la misma autoridad, es decir, de la Guardia Nacional, quienes se identifican en simples espectadores y se limitan a tomarles fotos.
Lo mismo ocurre con la llamada "Ley Dimayuga", fue aprobada por el Congreso de Guerrero para proceder en contra de quienes hicieron bloqueos de calles y avenidas, pero tampoco se aplica y se permite la anarquía.
El argumento que esgrimen los grupos y organizaciones sociales, es que es parte de sus derechos que les consagra la misma Constitución, de participar en la libre manifestación y defensa de la libertad de expresión.
Sin embargo, no dicen nada sobre los derechos de terceros , si, del ciudadano común, como usted y yo, que tenemos que tolerar todos estos actos de violación a la ley, porque hay ausencia de la autoridad.
Ah, pero que no sean los estudiantes de Ayotzinapa, si violan sus derechos, como ocurrió porque este fin de semana cuando cuatro normalistas fueron detenidos por viajar en un vehículo que era de una institución pública y no contaban con la documentación.
Entonces si acudieron a protestar a la Fiscalía General del estado en Chilpancingo, por lo que tuvieron que liberar a los cuatro ¿y la ley? Bueno, quedó para mejor ocasión, porque así se estila en Guerrero.
¿O usted que opina querido lector?
