/ viernes 11 de septiembre de 2020

En la CNDH se sintetizan varias crisis

Después de una reunión con la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una mujer se ató a una silla en las instalaciones de dicha dependencia, para manifestarse y exigir justicia por su hija, quien fue abusada sexualmente a los 4 años de edad en San Luis Potosí. Señaló que esta acción fue una respuesta por la mala atención recibida por Rosario Piedra Ibarra, quien le dijo que la carpeta estaba mal integrada y que tendría que regresarse a solucionarlo en San Luis Potosí.

En respaldo a esta acción, integrantes de diversos colectivos feministas tomaron la sede ubicada en el Centro Histórico y no devolverán las instalaciones. Por el contrario, señalaron, ahora se trata de una acción “okupa” por lo que esta sede “será refugio para víctimas de violaciones a sus garantías”.

Piedra Ibarra calificó a los grupos feministas de “terroristas”, quienes respondieron exigiendo su renuncia por no dar respuesta a las necesidades de las víctimas. Por su parte AMLO comentó que aún cuando existen demandas justas entre quienes tomaron el inmueble, el movimiento se ha politizado y los medios de comunicación “lo han magnificado para perjudicarnos” por conservadores.


Sin duda alguna, la toma de la CNDH es un evento icónico. Sintetiza en toda su fisonomía política y social, las crisis que hoy se viven en México y especialmente de cómo la realidad social empieza a desbordarse frente al discurso que ha edificado la administración federal. Paradójicamente es un duro golpe de realidad que da respuesta puntual al segundo informe de gobierno:


1. Inseguridad y víctimas. Los asesinatos, torturas, masacres y desapariciones se desbordaron en México desde hace más de una década. Lo que empezó con Felipe Calderón y continuó con Peña Nieto hoy se mantiene en toda su terrible dimensión. Las voces de varias madres que decidieron “no moverse” de las instalaciones “hasta que se atienda y castigue a los responsables”, nos recuerdan que durante los 18 meses que lleva el actual gobierno, van más de 53 mil homicidios dolosos.


2. Violencia contra las mujeres. La articulación inmediata de colectivos feministas en apoyo a las madres que reclaman la falta de atención gubernamental, es un recordatorio contundente de que las agresiones contra las mujeres no han disminuido, como lo señaló AMLO en su segundo informe de gobierno. Tan solo recordar que Amnistía Internacional publicó que se han cometido 566 feminicidios entre enero y julio del 2020.


3. Nuevos rostros, vicios del pasado. La burocracia con la que se ha atendido a las víctimas es uno de los problemas más profundos e inhumanos que tiene nuestro sistema. Más allá de las críticas que se han hecho a Rosario Piedra por cómo fue designada -al ser militante de Morena y no cumplir con lo establecido en la ley- la falta de empatía reclamada por la madre de una niña violada, da muestra de que los vicios del pasado, relacionados con el trato que recibe la gente por parte de funcionarios e instituciones aún prevalece.


Este episodio da muestra de las capacidades de organización social que hoy prevalecen, por encima de las institucionales. La labor del gobierno es mostrar empatía con los temas de fondo y evitar descalificaciones. El primer paso para resolver nuestros graves problemas es reconocerlos. La #SociedadHorizontal encuentra su fuerza en la transparencia y la búsqueda de la verdad, pilares fundamentales para construir una sociedad verdaderamente libre y con justicia.

Después de una reunión con la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una mujer se ató a una silla en las instalaciones de dicha dependencia, para manifestarse y exigir justicia por su hija, quien fue abusada sexualmente a los 4 años de edad en San Luis Potosí. Señaló que esta acción fue una respuesta por la mala atención recibida por Rosario Piedra Ibarra, quien le dijo que la carpeta estaba mal integrada y que tendría que regresarse a solucionarlo en San Luis Potosí.

En respaldo a esta acción, integrantes de diversos colectivos feministas tomaron la sede ubicada en el Centro Histórico y no devolverán las instalaciones. Por el contrario, señalaron, ahora se trata de una acción “okupa” por lo que esta sede “será refugio para víctimas de violaciones a sus garantías”.

Piedra Ibarra calificó a los grupos feministas de “terroristas”, quienes respondieron exigiendo su renuncia por no dar respuesta a las necesidades de las víctimas. Por su parte AMLO comentó que aún cuando existen demandas justas entre quienes tomaron el inmueble, el movimiento se ha politizado y los medios de comunicación “lo han magnificado para perjudicarnos” por conservadores.


Sin duda alguna, la toma de la CNDH es un evento icónico. Sintetiza en toda su fisonomía política y social, las crisis que hoy se viven en México y especialmente de cómo la realidad social empieza a desbordarse frente al discurso que ha edificado la administración federal. Paradójicamente es un duro golpe de realidad que da respuesta puntual al segundo informe de gobierno:


1. Inseguridad y víctimas. Los asesinatos, torturas, masacres y desapariciones se desbordaron en México desde hace más de una década. Lo que empezó con Felipe Calderón y continuó con Peña Nieto hoy se mantiene en toda su terrible dimensión. Las voces de varias madres que decidieron “no moverse” de las instalaciones “hasta que se atienda y castigue a los responsables”, nos recuerdan que durante los 18 meses que lleva el actual gobierno, van más de 53 mil homicidios dolosos.


2. Violencia contra las mujeres. La articulación inmediata de colectivos feministas en apoyo a las madres que reclaman la falta de atención gubernamental, es un recordatorio contundente de que las agresiones contra las mujeres no han disminuido, como lo señaló AMLO en su segundo informe de gobierno. Tan solo recordar que Amnistía Internacional publicó que se han cometido 566 feminicidios entre enero y julio del 2020.


3. Nuevos rostros, vicios del pasado. La burocracia con la que se ha atendido a las víctimas es uno de los problemas más profundos e inhumanos que tiene nuestro sistema. Más allá de las críticas que se han hecho a Rosario Piedra por cómo fue designada -al ser militante de Morena y no cumplir con lo establecido en la ley- la falta de empatía reclamada por la madre de una niña violada, da muestra de que los vicios del pasado, relacionados con el trato que recibe la gente por parte de funcionarios e instituciones aún prevalece.


Este episodio da muestra de las capacidades de organización social que hoy prevalecen, por encima de las institucionales. La labor del gobierno es mostrar empatía con los temas de fondo y evitar descalificaciones. El primer paso para resolver nuestros graves problemas es reconocerlos. La #SociedadHorizontal encuentra su fuerza en la transparencia y la búsqueda de la verdad, pilares fundamentales para construir una sociedad verdaderamente libre y con justicia.