/ jueves 10 de diciembre de 2020

Covi-19, parámetro político

Abogados laboristas del puerto de Acapulco denunciaron que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social abrió en su contra carpetas de denuncia por la toma que han realizado a la Junta de Conciliación y Arbitraje en demanda de atención a “despidos injustificados “ que realiza la iniciativa privada del Puerto y que está dejando en la indefensión a la clase trabajadora acapulqueña. Parece un surrealismo.

Sobre todo ese surrealismo se configura cuando las acciones muestran que solo es el Gobierno del Estado en quien recae la atención del puerto, en tanto la Presidenta Municipal, Adela Román Ocampo, atiende su justo derecho a buscar la candidatura a la Gubernatura y destina días laborales para su registro así como ocupar la estructura del Municipio para promoverse (foros, entrega de apoyos, personal del Ayuntamiento que con su investidura llaman a defender la equidad de género en las posiciones electorales, etc.).

Pero los datos oficiales, vertidos en abril en una Conferencia Matutina, en Palacio Nacional, por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, indicaba ¡en abril! que en Guerrero los despidos habían alcanzado los 7 Mil 837. Subrayaba la funcionaria federal el riesgo en zonas turísticas como Guerrero, Quintana Roo, Nayarit. Y el desprendimiento que hacían empresarios de la industria hotelera y restaurantera con cierre de restaurantes, espacios de diversión, etc.

Los abogados laboristas tienen el dedo en la llaga del problema. Saben que los tiempos son mortales para que legalmente puedan las y los trabajadores acreditar lo que a su derecho favorezca la pretensión de no ser despedidos. Lo debería saber la Alcaldesa que es Magistrada con licencia. Pero parece que prevalece la cultura del avestruz. Si se oculta la cara, la denuncia, la exposición del problema, el reclamo de un derecho, lo demás no se nota, aunque el cuerpo del avestruz sea tan voluminoso que se puede tropezar con él.

Esto que parece efecto de la economía mundial por el COVID 19, sin embargo en el país, han coincidido analistas nacionales e internacionales, no se tiene una ruta clara para recomponer la plana y del Estado realiza maniobras para intentar que los destinos turísticos de Guerrero estén de pie para mantener así también la economía guerrerense. Pero, no todos están en la misma tesitura. Sin duda se han movido las cifras, vemos cada día el cierre de negocios, y nos enteramos de despidos. Parece que los efectos económicos son tan relevantes como los del propio Coronavirus en la salud. Solo que también parece hay mayor interés en atender “un llamado” político, que un llamado a cumplir la encomienda que se tiene.

La atención a la emergencia sanitaria que aún vive el país, y el mundo, tiene respuestas diferentes y parece que ene l país son, no de acuerdo a un parámetro científico, sino a un parámetro político. Surrealismo?


Abogados laboristas del puerto de Acapulco denunciaron que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social abrió en su contra carpetas de denuncia por la toma que han realizado a la Junta de Conciliación y Arbitraje en demanda de atención a “despidos injustificados “ que realiza la iniciativa privada del Puerto y que está dejando en la indefensión a la clase trabajadora acapulqueña. Parece un surrealismo.

Sobre todo ese surrealismo se configura cuando las acciones muestran que solo es el Gobierno del Estado en quien recae la atención del puerto, en tanto la Presidenta Municipal, Adela Román Ocampo, atiende su justo derecho a buscar la candidatura a la Gubernatura y destina días laborales para su registro así como ocupar la estructura del Municipio para promoverse (foros, entrega de apoyos, personal del Ayuntamiento que con su investidura llaman a defender la equidad de género en las posiciones electorales, etc.).

Pero los datos oficiales, vertidos en abril en una Conferencia Matutina, en Palacio Nacional, por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, indicaba ¡en abril! que en Guerrero los despidos habían alcanzado los 7 Mil 837. Subrayaba la funcionaria federal el riesgo en zonas turísticas como Guerrero, Quintana Roo, Nayarit. Y el desprendimiento que hacían empresarios de la industria hotelera y restaurantera con cierre de restaurantes, espacios de diversión, etc.

Los abogados laboristas tienen el dedo en la llaga del problema. Saben que los tiempos son mortales para que legalmente puedan las y los trabajadores acreditar lo que a su derecho favorezca la pretensión de no ser despedidos. Lo debería saber la Alcaldesa que es Magistrada con licencia. Pero parece que prevalece la cultura del avestruz. Si se oculta la cara, la denuncia, la exposición del problema, el reclamo de un derecho, lo demás no se nota, aunque el cuerpo del avestruz sea tan voluminoso que se puede tropezar con él.

Esto que parece efecto de la economía mundial por el COVID 19, sin embargo en el país, han coincidido analistas nacionales e internacionales, no se tiene una ruta clara para recomponer la plana y del Estado realiza maniobras para intentar que los destinos turísticos de Guerrero estén de pie para mantener así también la economía guerrerense. Pero, no todos están en la misma tesitura. Sin duda se han movido las cifras, vemos cada día el cierre de negocios, y nos enteramos de despidos. Parece que los efectos económicos son tan relevantes como los del propio Coronavirus en la salud. Solo que también parece hay mayor interés en atender “un llamado” político, que un llamado a cumplir la encomienda que se tiene.

La atención a la emergencia sanitaria que aún vive el país, y el mundo, tiene respuestas diferentes y parece que ene l país son, no de acuerdo a un parámetro científico, sino a un parámetro político. Surrealismo?