La diputada priísta Julieta Fernández Márquez rechazó enérgicamente la aprobación del matrimonio igualitario en el estado de Guerrero.
En entrevista telefónica dijo que el día de ayer subió a la tribuna del Congreso del Estado, destacando que dicho tema debió haberse consultado con la ciudadanía y discutirse con mayor profundidad, por el impacto negativo que causará en las próximas generaciones, la modificación del código civil.
“Pareciera que se trata sólo de una reforma de trámite, cuyas adecuaciones son el cambio de palabras, pero en realidad excluyen de un plumazo las palabras hombre y mujer”, opinó.
La legisladora local refirió que con dicha legislación de una ideología se discrimina a las mayorías, ya que promueve abusos y arbitrariedades que generan violencia institucional.
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Puntualizó que el matrimonio es muy útil para la sociedad y es el Estado el que debe preservarlo, fortalecerlo y reconocer a los padres de familia, como los primeros educadores de los niños.
“El hecho que ahora los cónyuges tendrán el derecho de registrar a los niños como si tuvieran lazos de sangre, traerá impunidad y generará un vacío en la ley para protección de los menores”, explicó.
Precisó que se genera violencia desde el poder por promover leyes que desnaturalizan a la familia, aíslen a sus miembros y le restan autoridad a los padres.
Así como generar un gobierno federal que suprime las libertades y se vuelve autoritario, “es un gobierno que desde las instituciones dice promover los derechos humanos, pero que en realidad arrastra a los individuos a la hipersexualización, al aislamiento, al suicidio y la autodestrucción”, concluyó.