/ viernes 12 de febrero de 2021

Prohibido prohibir

Así pues, ¿cómo? Con este tipo de mensajes que manda el Ejecutivo federal a la Nación en su primera aparición después de haber sido contagiado con el Covid 19 (sic) y tener a todo un ejército de médicos y medicamentos a su alrededor que le salvaron la vida, pues nomás no se vale que diga a todos los mexicanos de forma por demás necia e irresponsable, en donde se puede advertir su ya conocida personalidad rebelde, sin límites, sin recato a un orden internacional, donde destacan las siguientes palabras: “ en México no hay autoritarismo”... “está prohibido prohibir”...“ todo es voluntario”... “lo más importante es la libertad”...“que cada quien asuma su responsabilidad”...”no ha habido toque de queda”...”es una decisión personal”, et´cetera.

Ante semejante dislate ejecutivo con toda razón y justificadamente las personas físicas, empresarios y comerciantes estarían en libertad de deambular por las calles sin cubre bocas y aperturar los negocios que por decreto oficial son cerrados porque sus clientes no traen consigo la tapadera bucal.

En el caso del puerto, ningún sentido tendría el cerrar las playas en los municipios costeros ya que con semejante mensaje no hay razón para seguir en confinamiento, cuando se supone que lo que se necesita es detener el tráfico y flujo humano y evitar que se viertan en el aire las partículas que contienen el Covid 19 en las calles, lugares de recreo y esparcimiento.

Todo esto solo viene a dar la razón y justifican a las personas necias que están formadas y no se cubren la boca en las filas o que van en el transporte público.

Serían pues, nulas las multas impuestas a los negocios clausurados y multados por no exigir a los clientes que se coloquen cubre bocas.

En fin este tipo de mensajes solo vienen a dar armas a los adversarios políticos de la 4T, que señalan que la estrategia contra el contagio en México es un desastre, colocándonos en el segundo país con más contagios en el mundo y sumando; así como el creciente número de muertes, que por cierto están maquilladas las cifras al omitir colocar en los certificados de defunción la verdadera causa de muerte (Covid) y anotar cualquier otro padecimiento del paciente como la causa del deceso en los hospitales de las dependencias públicas.

No puede ser que exista tanta necedad de parte de quien nos representa y que es además el líder de masas, aún y cuando su popularidad va en caída libre, tiene todavía un buen número de seguidores. Meses atrás, la Organización Mundial de la Salud hizo un extrañamiento al gobierno federal por el mal manejo de la pandemia, lo que obligó que los encargados de la estrategia empezarán a usar cubre bocas (léase el Dr. Alcocer y López Gatell). Pero esta manifestación presidencial tiene otras perspectivas desde donde verse el efecto negativo de la misma, ya que puede llegar a convertirse o tomarse por la gente necia, somo una invitación para que la ciudadanía rebelde, de por sí reacia y temeraria, siga saliendo a la calle y en el transporte público sin este aditamento recomendado por la citada Organización Mundial de la Salud, y lo peor, llegar a espectáculos de confrontación con la ciudadanía que sí acata las recomendaciones.

Esto puede traer graves consecuencias y conflictos sociales de peleas por doquier. No hay pues, congruencia entre lo que se ordena y lo que se hace con lo cual será imposible bajar el ritmo de contagios en el país; al fin y al cabo, ya lo dijo el presidente, que no hay autoritarismo ni es obligatorio.

Así pues, ¿cómo? Con este tipo de mensajes que manda el Ejecutivo federal a la Nación en su primera aparición después de haber sido contagiado con el Covid 19 (sic) y tener a todo un ejército de médicos y medicamentos a su alrededor que le salvaron la vida, pues nomás no se vale que diga a todos los mexicanos de forma por demás necia e irresponsable, en donde se puede advertir su ya conocida personalidad rebelde, sin límites, sin recato a un orden internacional, donde destacan las siguientes palabras: “ en México no hay autoritarismo”... “está prohibido prohibir”...“ todo es voluntario”... “lo más importante es la libertad”...“que cada quien asuma su responsabilidad”...”no ha habido toque de queda”...”es una decisión personal”, et´cetera.

Ante semejante dislate ejecutivo con toda razón y justificadamente las personas físicas, empresarios y comerciantes estarían en libertad de deambular por las calles sin cubre bocas y aperturar los negocios que por decreto oficial son cerrados porque sus clientes no traen consigo la tapadera bucal.

En el caso del puerto, ningún sentido tendría el cerrar las playas en los municipios costeros ya que con semejante mensaje no hay razón para seguir en confinamiento, cuando se supone que lo que se necesita es detener el tráfico y flujo humano y evitar que se viertan en el aire las partículas que contienen el Covid 19 en las calles, lugares de recreo y esparcimiento.

Todo esto solo viene a dar la razón y justifican a las personas necias que están formadas y no se cubren la boca en las filas o que van en el transporte público.

Serían pues, nulas las multas impuestas a los negocios clausurados y multados por no exigir a los clientes que se coloquen cubre bocas.

En fin este tipo de mensajes solo vienen a dar armas a los adversarios políticos de la 4T, que señalan que la estrategia contra el contagio en México es un desastre, colocándonos en el segundo país con más contagios en el mundo y sumando; así como el creciente número de muertes, que por cierto están maquilladas las cifras al omitir colocar en los certificados de defunción la verdadera causa de muerte (Covid) y anotar cualquier otro padecimiento del paciente como la causa del deceso en los hospitales de las dependencias públicas.

No puede ser que exista tanta necedad de parte de quien nos representa y que es además el líder de masas, aún y cuando su popularidad va en caída libre, tiene todavía un buen número de seguidores. Meses atrás, la Organización Mundial de la Salud hizo un extrañamiento al gobierno federal por el mal manejo de la pandemia, lo que obligó que los encargados de la estrategia empezarán a usar cubre bocas (léase el Dr. Alcocer y López Gatell). Pero esta manifestación presidencial tiene otras perspectivas desde donde verse el efecto negativo de la misma, ya que puede llegar a convertirse o tomarse por la gente necia, somo una invitación para que la ciudadanía rebelde, de por sí reacia y temeraria, siga saliendo a la calle y en el transporte público sin este aditamento recomendado por la citada Organización Mundial de la Salud, y lo peor, llegar a espectáculos de confrontación con la ciudadanía que sí acata las recomendaciones.

Esto puede traer graves consecuencias y conflictos sociales de peleas por doquier. No hay pues, congruencia entre lo que se ordena y lo que se hace con lo cual será imposible bajar el ritmo de contagios en el país; al fin y al cabo, ya lo dijo el presidente, que no hay autoritarismo ni es obligatorio.