/ sábado 12 de febrero de 2022

¿Playas públicas?

En verdad que e so de que las playas son públicas queda solo en el papel , ya que en la cruda realidad esto no sucede o por lo menos en muchos casos no es así.

Resulta que los hoteles que se encuentran en las playas de la bahía de Santa Lucía delimitan la playa con palos y cuerdas vigilados por guardias blancas para que nadie traspase esos límites y ¡aguas!, con que te pongas picudo porque llaman a la policía, si no es que te estés molestando para que te vayas. ¿Por qué? ¿Acaso no son las playas públicas? Pero eso no es todo.

Desde que se dio el banderazo a la Operadora de Playas se gestó el gran negocio al cambiar las bellas y clásicas palapas en forma de hongo, -que daban primero una imagen de naturalidad al puerto-, por las feas sombrillas de lona que fueron color azul y ahora son de todos los colores y sabores.

Se empezó cobrando una cantidad módica al bañista, sin embargo, poco a poco se fueron sumando restauranteros y prestadores de servicios a quienes, dependiendo el sapo es la pedrada, y cobran la sombrilla a precio de oro , sobre todo en Semana Santa y en diciembre .

Lo cierto es que, si alguien lleva su sombrilla y la quiere colocar en la arena, empiezan los problemas con los "dueños de las playas" ya dijo, porque dicen que ellos tienen el permiso para poner en determinado lugar sus sombrillas, impidiendo que el bañista coloque la suya, así pena de que le den una "madrina".

Peor aún, dichas sombrillas en renta, en verdad que dan lástima por lo deterioradas y oxidadas que están y así todavía tenemos la desfachatez de preguntarnos ¿por qué hemos perdido competitividad en el mercado nacional turístico?

El 31 de diciembre se gesta el robo más descarado a los paisanos y turistas en las playas del puerto , quienes acuden a presenciar el espectáculo de los juegos pirotécnicos y las luces láser que se proyectan, ya que t e rentan una mesa con 4 sillas hasta en mil pesos. La autoridad federal, estatal y municipal callan.

Urge que Zona Federal ordene este problema, impidiendo que se sigan llevando la gran tajada del pastel los que se dicen concesionarios.

Por otro lado, y hablando de Zona Federal, están permitiendo que en la costera Miguel Alemán se estén haciendo construcciones con materiales de cemento y varillas de los negocios que dan a la playa, impidiendo la vista de la hermosa bahía de Santa Lucía, sin guardar uniformidad que antaño se tenía con palapas y troncos.

Antaño se adelantó que todos los negocios que estaban en la playa Condesa se edificaran de la avenida Costera hacia abajo (la playa) aprovechando la elevación del lugar para permitir que no se perdiera la vista más hermosa de la bahía, ¿Por qué no volver a hacerlo? Recordemos que ahí es un centro de reunión de muchos turistas que disfrutan de la vista y el fuerte viento fresco.

Ahí está un tema para la Federación estado y municipio.

En verdad que e so de que las playas son públicas queda solo en el papel , ya que en la cruda realidad esto no sucede o por lo menos en muchos casos no es así.

Resulta que los hoteles que se encuentran en las playas de la bahía de Santa Lucía delimitan la playa con palos y cuerdas vigilados por guardias blancas para que nadie traspase esos límites y ¡aguas!, con que te pongas picudo porque llaman a la policía, si no es que te estés molestando para que te vayas. ¿Por qué? ¿Acaso no son las playas públicas? Pero eso no es todo.

Desde que se dio el banderazo a la Operadora de Playas se gestó el gran negocio al cambiar las bellas y clásicas palapas en forma de hongo, -que daban primero una imagen de naturalidad al puerto-, por las feas sombrillas de lona que fueron color azul y ahora son de todos los colores y sabores.

Se empezó cobrando una cantidad módica al bañista, sin embargo, poco a poco se fueron sumando restauranteros y prestadores de servicios a quienes, dependiendo el sapo es la pedrada, y cobran la sombrilla a precio de oro , sobre todo en Semana Santa y en diciembre .

Lo cierto es que, si alguien lleva su sombrilla y la quiere colocar en la arena, empiezan los problemas con los "dueños de las playas" ya dijo, porque dicen que ellos tienen el permiso para poner en determinado lugar sus sombrillas, impidiendo que el bañista coloque la suya, así pena de que le den una "madrina".

Peor aún, dichas sombrillas en renta, en verdad que dan lástima por lo deterioradas y oxidadas que están y así todavía tenemos la desfachatez de preguntarnos ¿por qué hemos perdido competitividad en el mercado nacional turístico?

El 31 de diciembre se gesta el robo más descarado a los paisanos y turistas en las playas del puerto , quienes acuden a presenciar el espectáculo de los juegos pirotécnicos y las luces láser que se proyectan, ya que t e rentan una mesa con 4 sillas hasta en mil pesos. La autoridad federal, estatal y municipal callan.

Urge que Zona Federal ordene este problema, impidiendo que se sigan llevando la gran tajada del pastel los que se dicen concesionarios.

Por otro lado, y hablando de Zona Federal, están permitiendo que en la costera Miguel Alemán se estén haciendo construcciones con materiales de cemento y varillas de los negocios que dan a la playa, impidiendo la vista de la hermosa bahía de Santa Lucía, sin guardar uniformidad que antaño se tenía con palapas y troncos.

Antaño se adelantó que todos los negocios que estaban en la playa Condesa se edificaran de la avenida Costera hacia abajo (la playa) aprovechando la elevación del lugar para permitir que no se perdiera la vista más hermosa de la bahía, ¿Por qué no volver a hacerlo? Recordemos que ahí es un centro de reunión de muchos turistas que disfrutan de la vista y el fuerte viento fresco.

Ahí está un tema para la Federación estado y municipio.