/ domingo 10 de octubre de 2021

Las redes sociales, ¿herramientas o adicción?

Las nuevas generaciones que nacieron a partir de las redes sociales están experimentando adicción al uso de esta tecnología lo que genera en muchísimos casos de ansiedad y un sinnúmero de trastornos psicológicos sobre todo en los niños, adolescentes y jóvenes que utilizan por muchas horas al día en el Facebook, Instagram, Twitter, etcétera, quienes usan el teléfono celular, tableta o computadora sin más utilidad que el de pasar el dedo en la pantalla viendo lo que la gente sube, o “wasapeando”, “twitteando”, hablando por el celular o viendo fotos de Instagram.

Es común verlos en las calles con la cabeza inclinada y deambulando como zombis, sin reparar a su derredor.

Muchas veces esta conducta ha tenido consecuencias mortales.

Se está gestando un conglomerado de personas que solo están sentados o acostados idiotizados por el aparato.

La mayoría no hacen ejercicio o socializan en persona, prefiriendo conocer gente por la red.

Cierto, la tecnología bien utilizada es una poderosa herramienta para el trabajo, educación, conocimiento, pero esta adicción que estamos percibiendo está trayendo serias consecuencias en la vida en sociedad.

Lo peor es que no sabemos una ciencia cierta si estás aplicaciones son manipuladas dolosamente por los científicos con el objeto de lograr esta adicción en las personas.

Ya supimos lo que depende de esta tecnología en la caída de las redes sociales esta semana y la desesperación de millones de personas de distintas edades que perdieron dinero, que no satisficieron su deseo de incursionar en las redes sociales.

La tecnología bien usada nos ayudó en la pandemia al realizar el trabajo desde casa y también para que los estudiantes no pararan sus actividades mediante clases virtuales.

En pero, ya salió una declaración de Frances Haugen, ex empleada de Facebook, que asegura que Instagram y Facebook son utilizados para crear adicciones en las personas y con ello obtener millonarias ganancias.

Ojo nos estamos moviendo por donde los científicos de la “F” e Instagram quieren llevarnos.

Los bots (contracción de la palabra robots) son otra forma de mal informar y crear divisiones y alentar el odio sin tener un nombre y apellido.

Desafortunadamente nos estamos acostumbrando a creer pie juntillas en lo que leemos en las redes sociales sin investigar la fuente de la información. Actualmente nos vemos como esos pobres seres que deambulan por las calles con movimientos torpes y mirada perdida destruidos por las drogas, pero, además, nosotros, pegados a la pantalla del celular idiotizados por las redes sociales. La nueva droga se llama Facebook, Instagram, Twitte, etcétera. Ahí se las dejo de tarea.

Las nuevas generaciones que nacieron a partir de las redes sociales están experimentando adicción al uso de esta tecnología lo que genera en muchísimos casos de ansiedad y un sinnúmero de trastornos psicológicos sobre todo en los niños, adolescentes y jóvenes que utilizan por muchas horas al día en el Facebook, Instagram, Twitter, etcétera, quienes usan el teléfono celular, tableta o computadora sin más utilidad que el de pasar el dedo en la pantalla viendo lo que la gente sube, o “wasapeando”, “twitteando”, hablando por el celular o viendo fotos de Instagram.

Es común verlos en las calles con la cabeza inclinada y deambulando como zombis, sin reparar a su derredor.

Muchas veces esta conducta ha tenido consecuencias mortales.

Se está gestando un conglomerado de personas que solo están sentados o acostados idiotizados por el aparato.

La mayoría no hacen ejercicio o socializan en persona, prefiriendo conocer gente por la red.

Cierto, la tecnología bien utilizada es una poderosa herramienta para el trabajo, educación, conocimiento, pero esta adicción que estamos percibiendo está trayendo serias consecuencias en la vida en sociedad.

Lo peor es que no sabemos una ciencia cierta si estás aplicaciones son manipuladas dolosamente por los científicos con el objeto de lograr esta adicción en las personas.

Ya supimos lo que depende de esta tecnología en la caída de las redes sociales esta semana y la desesperación de millones de personas de distintas edades que perdieron dinero, que no satisficieron su deseo de incursionar en las redes sociales.

La tecnología bien usada nos ayudó en la pandemia al realizar el trabajo desde casa y también para que los estudiantes no pararan sus actividades mediante clases virtuales.

En pero, ya salió una declaración de Frances Haugen, ex empleada de Facebook, que asegura que Instagram y Facebook son utilizados para crear adicciones en las personas y con ello obtener millonarias ganancias.

Ojo nos estamos moviendo por donde los científicos de la “F” e Instagram quieren llevarnos.

Los bots (contracción de la palabra robots) son otra forma de mal informar y crear divisiones y alentar el odio sin tener un nombre y apellido.

Desafortunadamente nos estamos acostumbrando a creer pie juntillas en lo que leemos en las redes sociales sin investigar la fuente de la información. Actualmente nos vemos como esos pobres seres que deambulan por las calles con movimientos torpes y mirada perdida destruidos por las drogas, pero, además, nosotros, pegados a la pantalla del celular idiotizados por las redes sociales. La nueva droga se llama Facebook, Instagram, Twitte, etcétera. Ahí se las dejo de tarea.