/ lunes 23 de noviembre de 2020

Regulación del Cannabis

Tras un largo proceso emprendido desde el inicio de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, el jueves pasado el Pleno del Senado de la República aprobó las modificaciones normativas que regulan el uso medicinal, terapéutico o lúdico del cannabis, tratándose de un sustancial cambio de paradigma en la política sanitaria y de combate a las drogas en nuestro país.

El proyecto de decreto, avalado en lo general con 82 votos a favor, 18 en contra y 7 abstenciones, reforma y adiciona diversas disposiciones a la Ley General de Salud, al Código Penal Federal, a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y a la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, además de crear un ordenamiento jurídico específico para regular y controlar el consumo, producción y comercio del cannabis. Cabe señalar que en términos del artículo 72 constitucional, el nuevo andamiaje jurídico deberá concluir el proceso legislativo en la Cámara de Diputados para posteriormente ser publicado por el Ejecutivo Federal.

Se trata de una importante modificación social, cultural y económica que en alcance a la promoción, respeto, protección y garantía del derecho al libre desarrollo de la personalidad que contempla nuestra Constitución Federal y los tratados internacionales, sustenta nuevas reglas e instituciones en la regulación de todo lo relacionado con el cannabis.

Con los cambios, se instituirá el Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis cuya finalidad será regular, reglamentar, monitorear, sancionar y evaluar el sistema de regulación de esta planta, otorgando los permisos para todos aquellos que quieran poder vender productos relacionados con el cannabis; asimismo, aumentará a 28 gramos la cantidad que las personas podrán portar para consumo personal y cada persona podrá tener en su hogar hasta cuatro plantas de cannabis.

No es menor señalar que las implicaciones de esta reforma de gran envergadura no sólo ampliarán las libertades de las personas, sino también arrojará oportunidades comerciales cuya regulación era necesaria. Pues se estima que para el año 2025, a nivel mundial el negocio de la marihuana legal representará flujos de 146 mil millones de dólares anuales, pues actualmente en todo el orbe existen cerca de 75 millones de consumidores legales de la marihuana y la ONU ha calculado que el número de consumidores habituales supera las 200 millones de personas.

En el caso de México, se estima que el mercado de la marihuana mantiene un potencial de mil 700 millones de dólares al año y que de conformidad con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la superficie total de cultivo de marihuana en México es superior a las 115 mil hectáreas.

A ello hay que sumar la relevancia de instituir un andamiaje jurídico fiscal impositivo que permita al Estado mexicano recaudar recursos para este nuevo mercado, al tiempo de brindar una oportunidad de desarrollo económico y social a miles de campesinos que viven actualmente en la ilegalidad, como sucede en el Estado de Guerrero.

En esta tarea no hay que perder de vista el inamovible enfoque de prevención de adicciones y el fortalecimiento de las atribuciones de la autoridad sanitaria, para privilegiar la atención de la salud pública. Ya que una regulación efectiva es una medida práctica que puede permitir que el Estado enfoque sus esfuerzos en detener a los delincuentes y no en perseguir consumidores.

Hoy, con la reciente aprobación del Senado se ha roto un tabú, abriendo la puerta para otras discusiones necesarias, como la regulación de la amapola con fines medicinales.

*Senador de la República

@manuelanorve

Tras un largo proceso emprendido desde el inicio de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, el jueves pasado el Pleno del Senado de la República aprobó las modificaciones normativas que regulan el uso medicinal, terapéutico o lúdico del cannabis, tratándose de un sustancial cambio de paradigma en la política sanitaria y de combate a las drogas en nuestro país.

El proyecto de decreto, avalado en lo general con 82 votos a favor, 18 en contra y 7 abstenciones, reforma y adiciona diversas disposiciones a la Ley General de Salud, al Código Penal Federal, a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y a la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, además de crear un ordenamiento jurídico específico para regular y controlar el consumo, producción y comercio del cannabis. Cabe señalar que en términos del artículo 72 constitucional, el nuevo andamiaje jurídico deberá concluir el proceso legislativo en la Cámara de Diputados para posteriormente ser publicado por el Ejecutivo Federal.

Se trata de una importante modificación social, cultural y económica que en alcance a la promoción, respeto, protección y garantía del derecho al libre desarrollo de la personalidad que contempla nuestra Constitución Federal y los tratados internacionales, sustenta nuevas reglas e instituciones en la regulación de todo lo relacionado con el cannabis.

Con los cambios, se instituirá el Instituto Mexicano de Regulación y Control de Cannabis cuya finalidad será regular, reglamentar, monitorear, sancionar y evaluar el sistema de regulación de esta planta, otorgando los permisos para todos aquellos que quieran poder vender productos relacionados con el cannabis; asimismo, aumentará a 28 gramos la cantidad que las personas podrán portar para consumo personal y cada persona podrá tener en su hogar hasta cuatro plantas de cannabis.

No es menor señalar que las implicaciones de esta reforma de gran envergadura no sólo ampliarán las libertades de las personas, sino también arrojará oportunidades comerciales cuya regulación era necesaria. Pues se estima que para el año 2025, a nivel mundial el negocio de la marihuana legal representará flujos de 146 mil millones de dólares anuales, pues actualmente en todo el orbe existen cerca de 75 millones de consumidores legales de la marihuana y la ONU ha calculado que el número de consumidores habituales supera las 200 millones de personas.

En el caso de México, se estima que el mercado de la marihuana mantiene un potencial de mil 700 millones de dólares al año y que de conformidad con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la superficie total de cultivo de marihuana en México es superior a las 115 mil hectáreas.

A ello hay que sumar la relevancia de instituir un andamiaje jurídico fiscal impositivo que permita al Estado mexicano recaudar recursos para este nuevo mercado, al tiempo de brindar una oportunidad de desarrollo económico y social a miles de campesinos que viven actualmente en la ilegalidad, como sucede en el Estado de Guerrero.

En esta tarea no hay que perder de vista el inamovible enfoque de prevención de adicciones y el fortalecimiento de las atribuciones de la autoridad sanitaria, para privilegiar la atención de la salud pública. Ya que una regulación efectiva es una medida práctica que puede permitir que el Estado enfoque sus esfuerzos en detener a los delincuentes y no en perseguir consumidores.

Hoy, con la reciente aprobación del Senado se ha roto un tabú, abriendo la puerta para otras discusiones necesarias, como la regulación de la amapola con fines medicinales.

*Senador de la República

@manuelanorve