/ martes 15 de diciembre de 2020

Honor al personal médico

La historia de México es poseedora de un sinnúmero de relevantes e interesantes sucesos que forjaron nuestro espíritu de identidad y democracia; permitiéndonos entender de la mejor forma el presente, al tiempo de mirar hacia un futuro de mayor prosperidad y bonanza.

Es así, que recordar la vida y obra de destacados mexicanos trasciende más allá del hecho de conmemorar sus acciones; sino también nos permite reconocer el legado que nos han dejado y reflexionar en torno a los pasos que debemos seguir.

Bajo esta tesitura, una de las anécdotas parlamentarias más importantes es la que hace referencia a la vida del doctor Belisario Domínguez, oriundo de Comitán, Chiapas, quien defendió los pilares democráticos en una de las etapas de mayor inestabilidad política para nuestro país; es decir, el movimiento revolucionario, particularmente, dentro del derrocamiento de la presidencia Maderista y el acaecimiento del régimen de Victoriano Huerta.

En este episodio, ante el hostil quebrantamiento del Estado de Derecho, con las atroces vulneraciones y ataques a las instituciones, el entonces Senador de la República, Belisario Domínguez desde su escañó defendió con fervor el respeto a los derechos de la colectividad y a la autonomía parlamentaria; destacando sus intervenciones del 23 y 29 de septiembre de 1913, que aún hacen eco en las sedes parlamentarias. A pesar de ello, tales posicionamientos inéditos le costaron la vida.

Sin embargo, su legado trascendió más allá de su muerte, pues en el marco del cuadragésimo aniversario de la muerte del Senador Belisario Domínguez, el Senado de la República asumió la misión de destacar su memoria y legado, rindiendo homenaje a sus laudables virtudes cívicas y democráticas; por ello, se instituyó en su nombre la entrega de la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” como la máxima distinción que otorga el órgano legislativo a los mexicanos y mexicanas que se han distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, con servidores de nuestra patria o de la humanidad.

Y en este año inolvidable, que ha marcado un antes y un después en la economía y salud del mundo entero, no hay mejor oportunidad para entregar dicha presea a las personas integrantes del sistema nacional de salud, por su incansable lucha contra el Covid-19 en México.

Por tal motivo, por unanimidad, el Pleno del Senado de la República avaló esta semana entregarles en febrero del próximo año la Medalla, como un reconocimiento merecido porque aun cuando este virus ha terminado con la vida del personal médico, continúan incansablemente en la primera línea de batalla arriesgando su salud por cuidar la salud de las y los mexicanos.

No obstante, es imprescindible tener presente que el reconocimiento a su labor no debe quedarse simplemente en una ceremonia solemne; toda vez que lo que más necesitan los trabajadores del sector salud es las herramientas y cuidados necesarios que les permitan desempeñar con seguridad su labor, pues hasta noviembre pasado, mil 410 trabajadores habían perdido la vida a causa del virus, posicionando lamentablemente a nuestro país como el que más muertes en el sector tiene a nivel mundial.

Sin duda alguna, el reconocimiento que otorgará el Senado es el primer paso en favor del respaldo que requiere el personal médico; lo siguiente es actuar para garantizar y optimizar su función que hoy tanto se requiere.

*Senador de la República

@manuelanorve

La historia de México es poseedora de un sinnúmero de relevantes e interesantes sucesos que forjaron nuestro espíritu de identidad y democracia; permitiéndonos entender de la mejor forma el presente, al tiempo de mirar hacia un futuro de mayor prosperidad y bonanza.

Es así, que recordar la vida y obra de destacados mexicanos trasciende más allá del hecho de conmemorar sus acciones; sino también nos permite reconocer el legado que nos han dejado y reflexionar en torno a los pasos que debemos seguir.

Bajo esta tesitura, una de las anécdotas parlamentarias más importantes es la que hace referencia a la vida del doctor Belisario Domínguez, oriundo de Comitán, Chiapas, quien defendió los pilares democráticos en una de las etapas de mayor inestabilidad política para nuestro país; es decir, el movimiento revolucionario, particularmente, dentro del derrocamiento de la presidencia Maderista y el acaecimiento del régimen de Victoriano Huerta.

En este episodio, ante el hostil quebrantamiento del Estado de Derecho, con las atroces vulneraciones y ataques a las instituciones, el entonces Senador de la República, Belisario Domínguez desde su escañó defendió con fervor el respeto a los derechos de la colectividad y a la autonomía parlamentaria; destacando sus intervenciones del 23 y 29 de septiembre de 1913, que aún hacen eco en las sedes parlamentarias. A pesar de ello, tales posicionamientos inéditos le costaron la vida.

Sin embargo, su legado trascendió más allá de su muerte, pues en el marco del cuadragésimo aniversario de la muerte del Senador Belisario Domínguez, el Senado de la República asumió la misión de destacar su memoria y legado, rindiendo homenaje a sus laudables virtudes cívicas y democráticas; por ello, se instituyó en su nombre la entrega de la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” como la máxima distinción que otorga el órgano legislativo a los mexicanos y mexicanas que se han distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, con servidores de nuestra patria o de la humanidad.

Y en este año inolvidable, que ha marcado un antes y un después en la economía y salud del mundo entero, no hay mejor oportunidad para entregar dicha presea a las personas integrantes del sistema nacional de salud, por su incansable lucha contra el Covid-19 en México.

Por tal motivo, por unanimidad, el Pleno del Senado de la República avaló esta semana entregarles en febrero del próximo año la Medalla, como un reconocimiento merecido porque aun cuando este virus ha terminado con la vida del personal médico, continúan incansablemente en la primera línea de batalla arriesgando su salud por cuidar la salud de las y los mexicanos.

No obstante, es imprescindible tener presente que el reconocimiento a su labor no debe quedarse simplemente en una ceremonia solemne; toda vez que lo que más necesitan los trabajadores del sector salud es las herramientas y cuidados necesarios que les permitan desempeñar con seguridad su labor, pues hasta noviembre pasado, mil 410 trabajadores habían perdido la vida a causa del virus, posicionando lamentablemente a nuestro país como el que más muertes en el sector tiene a nivel mundial.

Sin duda alguna, el reconocimiento que otorgará el Senado es el primer paso en favor del respaldo que requiere el personal médico; lo siguiente es actuar para garantizar y optimizar su función que hoy tanto se requiere.

*Senador de la República

@manuelanorve