/ martes 5 de marzo de 2024

Falcotitlán | Siniestros en Acapulco

Tal como el pasado huracán "Otis", el incendio generado hace unos días en Acapulco en la zona del Parque Nacional El Veladero, es gravísimo y destructivo. Por su relevancia en la producción de oxígeno, captación de agua, conservación de suelo, regulación de clima y ser el hábitat de innumerables elementos de flora y fauna que ayudan a mantener nuestro equilibrio ecológico en el puerto y ciudad. También subrayo, es necesario que las autoridades hagan pública y oficial la investigación, con diagnóstico, evaluación y resultado de este siniestro.

Para con ello, convocar y exigir de lo que resta de actividad en la LXIII Legislatura del Congreso de Estado Libre y Soberano de Guerrero, un eficiente proyecto forestal y otro de silvicultura sostenible, de manera intersecretarial.

El Parque Nacional El Veladero, tiene una extensión aproximadamente de 3,617.4 hectáreas, está compuesta de dos polígonos. El Poniente, de 2 mil 737.9 hectáreas y el Oriente, de 879.4 hectáreas. Hay más de 54 colonias en los polígonos del Parque Nacional El Veladero y Zona Poniente, y en total son más de 10 mil familias que habitan en las colonias asentadas en el Parque, desde la colonia Jardín Azteca hasta Cumbres de Llano Largo.

Es una reserva ecológica y un atractivo natural, situada en la zona alta o anfiteatro de la Bahía del puerto de Acapulco, contribuye al control de la contaminación, contrarresta con su vegetación el fenómeno de isla de calor de la mancha urbana, mantiene un paisaje natural y nos escuda de manera importante ante fenómenos de la crisis climática.

Aquí debo hacer hincapié que este proceso 2024 debe ser nombrado en México, "el año electoral de la Agenda climática en las urnas", elecciones que tengan como propósito el de prevenir, procurar y preservar. Objetivos y metas en proyectos socioambientales.

Los incendios en áreas verdes, y sus consecuencias letales no han sido un fenómeno aislado, por ejemplo, en América Latina, específicamente en Colombia, fue necesaria una declaratoria gubernamental de desastre nacional. La ciudadanía hizo un llamado urgente a custodiar integralmente los bosques y páramos. Ya que el fuego llegó hasta la región de la Patagonia argentina.

Y debemos saber que el 90 por ciento de este tipo de incendios son provocados por los humanos, especialmente por actividades como la tala y la quema para la expansión de la agroindustria. La crisis climática contribuye a que sean más intensos y frecuentes, profundizando los riesgos para las formas de vida y comunidades.

Asimismo, debemos diseñar e implementar leyes para garantizar su ejecución y asegurar el cumplimiento de las que ya están; impulsar campañas de educación para sensibilizar acerca de la importancia de los bosques, cerros, senderos, montañas y de cómo cuidarlos; fortalecer la infraestructura de respuesta a incendios, incluyendo aviones de aspersión, barreras de contención y tecnologías para monitorear el estado de este bioma.

Urge hacer un llamado y pacto con los corporativos para que minimicen sus emisiones de gas, ya que aumentan el riesgo de incendios, y que cambien a energías limpias; en los escenarios de quienes hacen residuos inflamables, que valoren sus políticas para desecharlos responsablemente; y, capacitar a sus estructuras laborales para responder a este tipo de desastres.

Los invito a que se organicen los tres niveles de gobierno, equipos para la recolección de residuos, campañas para evitar hacer fogatas y/o realizar actividades de ganadería y agricultura en los relictos de selvas perennifolia y subperennifolia, sobre todo al daño irreparable hacia especies endémicas en ese vestigio; por último, difundir información de calidad acerca de la importancia de esos servicios ecosistémicos. Necesitamos promover una cultura comprometida con el cuidado del ambiente y de la vida.

COLOFÓN: Recordemos que el 1 de julio de 1959 se constituyó la Celebración de la Fiesta del Bosque durante todo ese mes, así como el Día Nacional de los Combatientes de Incendios Forestales (segundo jueves de julio) y el Día Mexicano del Árbol (16 de julio).

Tal como el pasado huracán "Otis", el incendio generado hace unos días en Acapulco en la zona del Parque Nacional El Veladero, es gravísimo y destructivo. Por su relevancia en la producción de oxígeno, captación de agua, conservación de suelo, regulación de clima y ser el hábitat de innumerables elementos de flora y fauna que ayudan a mantener nuestro equilibrio ecológico en el puerto y ciudad. También subrayo, es necesario que las autoridades hagan pública y oficial la investigación, con diagnóstico, evaluación y resultado de este siniestro.

Para con ello, convocar y exigir de lo que resta de actividad en la LXIII Legislatura del Congreso de Estado Libre y Soberano de Guerrero, un eficiente proyecto forestal y otro de silvicultura sostenible, de manera intersecretarial.

El Parque Nacional El Veladero, tiene una extensión aproximadamente de 3,617.4 hectáreas, está compuesta de dos polígonos. El Poniente, de 2 mil 737.9 hectáreas y el Oriente, de 879.4 hectáreas. Hay más de 54 colonias en los polígonos del Parque Nacional El Veladero y Zona Poniente, y en total son más de 10 mil familias que habitan en las colonias asentadas en el Parque, desde la colonia Jardín Azteca hasta Cumbres de Llano Largo.

Es una reserva ecológica y un atractivo natural, situada en la zona alta o anfiteatro de la Bahía del puerto de Acapulco, contribuye al control de la contaminación, contrarresta con su vegetación el fenómeno de isla de calor de la mancha urbana, mantiene un paisaje natural y nos escuda de manera importante ante fenómenos de la crisis climática.

Aquí debo hacer hincapié que este proceso 2024 debe ser nombrado en México, "el año electoral de la Agenda climática en las urnas", elecciones que tengan como propósito el de prevenir, procurar y preservar. Objetivos y metas en proyectos socioambientales.

Los incendios en áreas verdes, y sus consecuencias letales no han sido un fenómeno aislado, por ejemplo, en América Latina, específicamente en Colombia, fue necesaria una declaratoria gubernamental de desastre nacional. La ciudadanía hizo un llamado urgente a custodiar integralmente los bosques y páramos. Ya que el fuego llegó hasta la región de la Patagonia argentina.

Y debemos saber que el 90 por ciento de este tipo de incendios son provocados por los humanos, especialmente por actividades como la tala y la quema para la expansión de la agroindustria. La crisis climática contribuye a que sean más intensos y frecuentes, profundizando los riesgos para las formas de vida y comunidades.

Asimismo, debemos diseñar e implementar leyes para garantizar su ejecución y asegurar el cumplimiento de las que ya están; impulsar campañas de educación para sensibilizar acerca de la importancia de los bosques, cerros, senderos, montañas y de cómo cuidarlos; fortalecer la infraestructura de respuesta a incendios, incluyendo aviones de aspersión, barreras de contención y tecnologías para monitorear el estado de este bioma.

Urge hacer un llamado y pacto con los corporativos para que minimicen sus emisiones de gas, ya que aumentan el riesgo de incendios, y que cambien a energías limpias; en los escenarios de quienes hacen residuos inflamables, que valoren sus políticas para desecharlos responsablemente; y, capacitar a sus estructuras laborales para responder a este tipo de desastres.

Los invito a que se organicen los tres niveles de gobierno, equipos para la recolección de residuos, campañas para evitar hacer fogatas y/o realizar actividades de ganadería y agricultura en los relictos de selvas perennifolia y subperennifolia, sobre todo al daño irreparable hacia especies endémicas en ese vestigio; por último, difundir información de calidad acerca de la importancia de esos servicios ecosistémicos. Necesitamos promover una cultura comprometida con el cuidado del ambiente y de la vida.

COLOFÓN: Recordemos que el 1 de julio de 1959 se constituyó la Celebración de la Fiesta del Bosque durante todo ese mes, así como el Día Nacional de los Combatientes de Incendios Forestales (segundo jueves de julio) y el Día Mexicano del Árbol (16 de julio).