/ martes 7 de noviembre de 2023

Acapulco vs Otis

Acapulco está de luto, el duelo ha comenzado. Necesitamos profesionalismo para erigir una ciudad mucho mejor que la anterior, todo debido al desastre natural del huracán "Otis" categoría 5.

Se requieren remansos de expertos en tanatología, así como de psicólogos, psiquiatras y psicopedagogos para dirigir alicientes a las masas de manera presencial y digital. Palabras de aliento para levantar la moral y el ánimo. Ese es el desafío.

Hoy, los conformistas y mediocres impulsan ideas que no son útiles, como marchas, peroratas y porras repletas de matraqueros. Avistando el año electoral en 2024. Eso es ruin, miserable, casi al ras de quienes ultrajaron con robos y violaciones a los ciudadanos sobrevivientes, o de quienes vandalizaron todas las tiendas de conveniencia y autoservicio.

Ipso facto, inyectar recurso y presupuesto a las áreas educativas, de salud y al sistema alimentario. Cada minuto cuenta, cada hora es atroz para quienes perdimos lo material en nuestro hogar. Así como células en el puerto para activar la Coordinación de Servicios Municipales.

Ahora la tarea es redactar, valorar y publicar un protocolo de respuesta en riesgos y siniestros, así como un Atlas de Riesgo que sea efectivo para Acapulco y Guerrero. Un Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre, que sea robusto, amable, real, técnico, ejecutivo y académico. Donde la convergencia de las secretarías del estado de la entidad hagan lo propio, con informes, datos y estadísticas verdaderas.

La industria hotelera va a cambiar en todo, por ejemplo, se va a impulsar y diseñar la oferta al turista para que ahora alquilen y se hospeden de manera segura en viviendas o casas habitación. Remitiéndonos a la startup Airbnb. Es decir, los propietarios y dueños de hoteles de una a cinco estrellas, se permitirán invertir (comprar o rentar) para adaptar o reconstruir propiedades en zonas costeras, urbanas y rurales. Se potencializará este negocio para los visitantes que tengan trabajo o vacaciones en Acapulco. Ya sea colectivo e individual.

Espero de verdad, que los políticos y diputados se preocupen y ocupen más de lo público, porque ello nos ubica en un sitio higiénico y decente, un bien común. En la parte legislativa sobre todo, es vital rescatar el segmento comercial, el cual era el único eslabón en el puerto de Acapulco, que sostenía la economía en su totalidad.

Y qué decir del tema ambiental, se requiere una ciudad sostenible, derivado de un proceso sostenible desde la ingeniería civil, la arquitectura y el diseño industrial. Pero sobre todo, nunca jamás validar o "legalizar" terrenos o espacios como viviendas en zonas de alto riesgo que ya conocen las autoridades, gobierno y civiles. Los espacios ecológicos se deben alimentar de muros y paredes verdes, agroecología, permacultura, y de manera paulatina todos debemos reciclar y poder hacer composta en casa, así como habilitar sistemas hidropónicos.

Ser o no ser es quedarse. No depende del cómo, cuándo, dónde y por qué, sino del quién. Veamos el futuro, nuestras generaciones y de ahí partimos.

Acapulco está de luto, el duelo ha comenzado. Necesitamos profesionalismo para erigir una ciudad mucho mejor que la anterior, todo debido al desastre natural del huracán "Otis" categoría 5.

Se requieren remansos de expertos en tanatología, así como de psicólogos, psiquiatras y psicopedagogos para dirigir alicientes a las masas de manera presencial y digital. Palabras de aliento para levantar la moral y el ánimo. Ese es el desafío.

Hoy, los conformistas y mediocres impulsan ideas que no son útiles, como marchas, peroratas y porras repletas de matraqueros. Avistando el año electoral en 2024. Eso es ruin, miserable, casi al ras de quienes ultrajaron con robos y violaciones a los ciudadanos sobrevivientes, o de quienes vandalizaron todas las tiendas de conveniencia y autoservicio.

Ipso facto, inyectar recurso y presupuesto a las áreas educativas, de salud y al sistema alimentario. Cada minuto cuenta, cada hora es atroz para quienes perdimos lo material en nuestro hogar. Así como células en el puerto para activar la Coordinación de Servicios Municipales.

Ahora la tarea es redactar, valorar y publicar un protocolo de respuesta en riesgos y siniestros, así como un Atlas de Riesgo que sea efectivo para Acapulco y Guerrero. Un Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre, que sea robusto, amable, real, técnico, ejecutivo y académico. Donde la convergencia de las secretarías del estado de la entidad hagan lo propio, con informes, datos y estadísticas verdaderas.

La industria hotelera va a cambiar en todo, por ejemplo, se va a impulsar y diseñar la oferta al turista para que ahora alquilen y se hospeden de manera segura en viviendas o casas habitación. Remitiéndonos a la startup Airbnb. Es decir, los propietarios y dueños de hoteles de una a cinco estrellas, se permitirán invertir (comprar o rentar) para adaptar o reconstruir propiedades en zonas costeras, urbanas y rurales. Se potencializará este negocio para los visitantes que tengan trabajo o vacaciones en Acapulco. Ya sea colectivo e individual.

Espero de verdad, que los políticos y diputados se preocupen y ocupen más de lo público, porque ello nos ubica en un sitio higiénico y decente, un bien común. En la parte legislativa sobre todo, es vital rescatar el segmento comercial, el cual era el único eslabón en el puerto de Acapulco, que sostenía la economía en su totalidad.

Y qué decir del tema ambiental, se requiere una ciudad sostenible, derivado de un proceso sostenible desde la ingeniería civil, la arquitectura y el diseño industrial. Pero sobre todo, nunca jamás validar o "legalizar" terrenos o espacios como viviendas en zonas de alto riesgo que ya conocen las autoridades, gobierno y civiles. Los espacios ecológicos se deben alimentar de muros y paredes verdes, agroecología, permacultura, y de manera paulatina todos debemos reciclar y poder hacer composta en casa, así como habilitar sistemas hidropónicos.

Ser o no ser es quedarse. No depende del cómo, cuándo, dónde y por qué, sino del quién. Veamos el futuro, nuestras generaciones y de ahí partimos.