/ martes 6 de julio de 2021

El descaro de López-Gatell

Desde que inició la pandemia del virus SARS-CoV-2, con su pronta y agresiva intromisión en el territorio mexicano, ha existido un sólo responsable de coordinar y operar las principales medidas sanitarias; hablamos del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

A lo largo de esta tempestuosa situación que a la fecha ha cobrado oficialmente la vida de más de 234 mil mexicanos, es ineludible señalar que el manejo de la contingencia no ha sido el adecuado, incluso, se encuentra muy lejos de ser responsable y sensato.

Mientras la mayoría de los gobiernos de todo el orbe concentraban sus esfuerzos por emprender sólidas acciones con el objetivo de priorizar y salvaguardar la vida de las personas (como el confinamiento y la detección temprana de los casos a través de pruebas masivas), en nuestro país se tomaban decisiones tardías y poco certeras, que confundían a la población. Cabe recordar que desde Palacio Nacional, nunca se vio al primer mandatario asumir un papel de congruencia y responsabilidad plena con el papel que debía sumirse.

Aunado a lo anterior, los cálculos estimados por el subsecretario fueron totalmente erróneos, al definir que desde el 25 de junio de 2020 la pandemia llegaría a su fin implicando estrategias erróneas que hoy han causado notorios e irreparables perjuicios.

Fue tan profunda la decadencia que la falta de claridad y contundencia del gobierno federal profundizó la crisis del sistema de salubridad, pues sumado a malentendidos criterios de austeridad y la desestimación del profesionalismo del personal médico, la pandemia golpeó a nuestro país como a muy pocos, al grado de definirse que México sería uno de los peores territorios para afrontar la pandemia.

Y por si fuera poco, en días recientes López-Gatell salió a menoscabar y ofender las dolorosas demandas de los padres de niños con cáncer que acusan las faltas de medicamentos; sin embargo, sin dar una respuesta a la altura del cargo que ostenta, el subsecretario con frívolas declaraciones demostró su actitud desinteresada hacia las verdaderas causas de atención prioritaria.

Por ello, resulta indispensable que en uso de las facultades de control parlamentario con las que contamos las y los legisladores, citemos a comparecer al subsecretario López-Gatell, para que bajo protesta de decir verdad explique y aclare la realidad que vive de nuestro país, y si no cuenta con las aptitudes necesarias para realizar la alta encomienda que se le ha dado, que renuncie, son muy claros los indicadores de su innegable incompetencia.

Sin duda alguna, las y los mexicanos no queremos más mentiras que sigan costando miles de vidas, y mucho menos, necesitamos que con tal descaro y frivolidad se desestime las justas demandas de grupos vulnerables. México requiere hoy más que nunca de un liderazgo sanitario eficaz, sensible, transparente, certero y visionario, que conduzca a nuestro país hacia la real recuperación del sistema nacional de salud.

*Senador de la República

@manuelanorve

Desde que inició la pandemia del virus SARS-CoV-2, con su pronta y agresiva intromisión en el territorio mexicano, ha existido un sólo responsable de coordinar y operar las principales medidas sanitarias; hablamos del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

A lo largo de esta tempestuosa situación que a la fecha ha cobrado oficialmente la vida de más de 234 mil mexicanos, es ineludible señalar que el manejo de la contingencia no ha sido el adecuado, incluso, se encuentra muy lejos de ser responsable y sensato.

Mientras la mayoría de los gobiernos de todo el orbe concentraban sus esfuerzos por emprender sólidas acciones con el objetivo de priorizar y salvaguardar la vida de las personas (como el confinamiento y la detección temprana de los casos a través de pruebas masivas), en nuestro país se tomaban decisiones tardías y poco certeras, que confundían a la población. Cabe recordar que desde Palacio Nacional, nunca se vio al primer mandatario asumir un papel de congruencia y responsabilidad plena con el papel que debía sumirse.

Aunado a lo anterior, los cálculos estimados por el subsecretario fueron totalmente erróneos, al definir que desde el 25 de junio de 2020 la pandemia llegaría a su fin implicando estrategias erróneas que hoy han causado notorios e irreparables perjuicios.

Fue tan profunda la decadencia que la falta de claridad y contundencia del gobierno federal profundizó la crisis del sistema de salubridad, pues sumado a malentendidos criterios de austeridad y la desestimación del profesionalismo del personal médico, la pandemia golpeó a nuestro país como a muy pocos, al grado de definirse que México sería uno de los peores territorios para afrontar la pandemia.

Y por si fuera poco, en días recientes López-Gatell salió a menoscabar y ofender las dolorosas demandas de los padres de niños con cáncer que acusan las faltas de medicamentos; sin embargo, sin dar una respuesta a la altura del cargo que ostenta, el subsecretario con frívolas declaraciones demostró su actitud desinteresada hacia las verdaderas causas de atención prioritaria.

Por ello, resulta indispensable que en uso de las facultades de control parlamentario con las que contamos las y los legisladores, citemos a comparecer al subsecretario López-Gatell, para que bajo protesta de decir verdad explique y aclare la realidad que vive de nuestro país, y si no cuenta con las aptitudes necesarias para realizar la alta encomienda que se le ha dado, que renuncie, son muy claros los indicadores de su innegable incompetencia.

Sin duda alguna, las y los mexicanos no queremos más mentiras que sigan costando miles de vidas, y mucho menos, necesitamos que con tal descaro y frivolidad se desestime las justas demandas de grupos vulnerables. México requiere hoy más que nunca de un liderazgo sanitario eficaz, sensible, transparente, certero y visionario, que conduzca a nuestro país hacia la real recuperación del sistema nacional de salud.

*Senador de la República

@manuelanorve