/ martes 5 de abril de 2022

Día Mundial de la Salud

El duro embate de la pandemia del virus SARS-CoV-2, conocido popularmente como Covid-19 nos ha dejado una profunda serie de lecciones y reflexiones en diversos ámbitos, destacando el hecho de valorar en mayor medida nuestra salud física y mental.

Sobre el particular, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido a la salud como el “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. De ahí que hoy en día los debates en torno a la salud tanto desde el sector público como del privado se han puesto al centro para atender los grandes retos que se enfrentan en el combate al Covid-19, pero también ha sobresalido aquellos impactos colaterales que ha ocasionado la enfermedad.

En lo concerniente a este último punto, se ha observado que las medidas de aislamiento social aplicadas durante meses, las limitaciones sociales, así como la crisis económica con la pérdida de millones de empleos han generado un colapso en la salud mental de millones de personas. No obstante, más alarmante es que se trata de un dato del cual a la fecha no se tiene pleno conocimiento a pesar de ser tangible y afectar la vida de millones de mexicanos.

Cabe destacar que la salud no solo debe apreciarse como un estado de bienestar, sino también se trata de un derecho fundamental consagrado tanto en la Constitución Federal como en diversos tratados internacionales suscritos por nuestro país.

Al respecto, a nivel nacional la salud es un derecho humano reconocido en el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud del cual se estipula la obligación del Estado a efecto de garantizar el acceso a los servicios de salud para todas las personas.

Visibilizar este tema es un rubro de gran importancia no solo para mitigar las adversidades que se presentan, sino también, se vuelve necesario el hecho de reconocer todos los factores que se encuentran en este sector.

Por ello, la OMS desde el año 1948 instituyó conmemorar el 7 de abril de cada año como el Día Mundial de la Salud, exhortando a las sociedades de todo el orbe a reflexionar en torno a las medidas que se requieren para mantener la salud de las personas e incentivar un cambio progresivo.

Desafortunadamente, esta tendencia ha encontrado resistencias, como la de nuestro gobierno federal que poco se ha preocupado por erigir un verdadero sistema nacional de salud pública que garantice el derecho a todas las personas en condiciones universales y de calidad. Incluso, es deplorable el manejo que se le dio a la pandemia, que lamentablemente aumentó el número de vidas cobradas por las malas decisiones tomadas.

En cambio, grandes logros se han alcanzado en aquellas naciones que han puesto en marcha una adecuada coordinación y apuesta en favor del sector salud.

Hoy más que nunca lo que el sector salud requiere es una revisión de fondo, pues la pandemia desenmascaró una enorme brecha que afecta no solo a quienes aspiran a gozar de los servicios de salud, sino también a quienes lo brindan, con un panorama donde el personal médico ha sido poco respaldado y la infraestructura hospitalaria no detonó niel en momento más crítico.

En este Día Mundial de la Salud es momento de repensar y alentar la consolidación de un sistema nacional de salud que ponga al centro tanto a los beneficiarios como al personal médico, garantizando la máxima expresión de un estado pleno de bienestar para todos.

@manuelanorve

*Senadorde la República

El duro embate de la pandemia del virus SARS-CoV-2, conocido popularmente como Covid-19 nos ha dejado una profunda serie de lecciones y reflexiones en diversos ámbitos, destacando el hecho de valorar en mayor medida nuestra salud física y mental.

Sobre el particular, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido a la salud como el “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. De ahí que hoy en día los debates en torno a la salud tanto desde el sector público como del privado se han puesto al centro para atender los grandes retos que se enfrentan en el combate al Covid-19, pero también ha sobresalido aquellos impactos colaterales que ha ocasionado la enfermedad.

En lo concerniente a este último punto, se ha observado que las medidas de aislamiento social aplicadas durante meses, las limitaciones sociales, así como la crisis económica con la pérdida de millones de empleos han generado un colapso en la salud mental de millones de personas. No obstante, más alarmante es que se trata de un dato del cual a la fecha no se tiene pleno conocimiento a pesar de ser tangible y afectar la vida de millones de mexicanos.

Cabe destacar que la salud no solo debe apreciarse como un estado de bienestar, sino también se trata de un derecho fundamental consagrado tanto en la Constitución Federal como en diversos tratados internacionales suscritos por nuestro país.

Al respecto, a nivel nacional la salud es un derecho humano reconocido en el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud del cual se estipula la obligación del Estado a efecto de garantizar el acceso a los servicios de salud para todas las personas.

Visibilizar este tema es un rubro de gran importancia no solo para mitigar las adversidades que se presentan, sino también, se vuelve necesario el hecho de reconocer todos los factores que se encuentran en este sector.

Por ello, la OMS desde el año 1948 instituyó conmemorar el 7 de abril de cada año como el Día Mundial de la Salud, exhortando a las sociedades de todo el orbe a reflexionar en torno a las medidas que se requieren para mantener la salud de las personas e incentivar un cambio progresivo.

Desafortunadamente, esta tendencia ha encontrado resistencias, como la de nuestro gobierno federal que poco se ha preocupado por erigir un verdadero sistema nacional de salud pública que garantice el derecho a todas las personas en condiciones universales y de calidad. Incluso, es deplorable el manejo que se le dio a la pandemia, que lamentablemente aumentó el número de vidas cobradas por las malas decisiones tomadas.

En cambio, grandes logros se han alcanzado en aquellas naciones que han puesto en marcha una adecuada coordinación y apuesta en favor del sector salud.

Hoy más que nunca lo que el sector salud requiere es una revisión de fondo, pues la pandemia desenmascaró una enorme brecha que afecta no solo a quienes aspiran a gozar de los servicios de salud, sino también a quienes lo brindan, con un panorama donde el personal médico ha sido poco respaldado y la infraestructura hospitalaria no detonó niel en momento más crítico.

En este Día Mundial de la Salud es momento de repensar y alentar la consolidación de un sistema nacional de salud que ponga al centro tanto a los beneficiarios como al personal médico, garantizando la máxima expresión de un estado pleno de bienestar para todos.

@manuelanorve

*Senadorde la República