/ viernes 23 de diciembre de 2016

Carta a Santa Claus

Querido Santa! Espero te encuentres bien, ¿sabes? Me voy a presentar ante ti porque no me conoces, ya que nunca te escribí nada, es decir, nunca redacté la famosa cartita, para que me trajeras regalos en Navidad! Soy David Jaimes Benítez, tengo 43 años de edad, estoy casado y tengo 2 maravillosos hijos, mi esposa se llama Michelle Miranda Ortiz y mis hijos Yago y Mikel ambos de apellidos Jaimes Miranda; provengo de una familia funcional, muy linda por cierto! Soy el mayor de 3 hermanos: Miriam y Daniel, mis padres fueron: la respetable y distinguida Señora Bertha Benítez de Jaimes y el incansable luchador social, Licenciado David Jaimes Valenzo. Papá fue siempre el proveedor de esta familia, pero a Mamá le tocó formarnos, educarnos y cuidarnos. Y nos formó de la mejor manera, creo yo; con valores y principios incorruptibles e inquebrantables, civilidad y legalidad. Pero sobre todo con Amor... con mucho Amor.

No tengo un mal recuerdo de mi infancia, mucho menos de mis padres, ni de mis hermanos, ya que fui un niño feliz, muy feliz! En casa no hubo golpes ni gritos. En nuestro hogar había una convivencia muy cordial, enseñanzas, amor, comprensión, buenos ejemplos así como buenos hábitos. Por eso le agradezco a Dios el haber nacido en ese hermoso seno familiar, con esos padres y esos hermanos que él Creador me dio.

Mamá en casa siempre nos dijo a mis hermanos y a mí que sólo pidiéramos regalos a los Reyes Magos, por que a ti (Santa), no te alcanzaba el dinero para comprar regalos a todos los niños del mundo. De modo tal, que nunca te escribí para pedirte regalos. Mas sin embargo la noche del 24 de diciembre siempre estrenábamos ropa y degustábamos de una exquisita cena navideña, preparada por mamá, y consistía en: Ensalada de manzana con betabel, pierna adobada y mechada al horno y de postre una gelatina con galleta en la parte de abajo, duraznos y ciruelas pasas en almíbar en el medio y granadina transparente en la parte de arriba. Ah y el tradicional ponche. Recuerdo que toda esta exquisitez mamá la empezaba a preparar un día antes de la cena.

Mamá también nos inculcó que sí podíamos pedir regalos a los Reyes Magos! Y mis hermanos y yo redactábamos nuestra cartita y la metíamos dentro de los tenis, como se estilaba en ese tiempo, recuerdo que yo esperaba despierto y ansioso esa madrugada de Reyes, para poderlos conocer, pero nunca lo logré... mis ojos cedían ante el cansancio de la noche y el desvelo de la madrugada, pero gracias a Dios, siempre me trajeron lo que les pedía, y es que no era muy difícil de conseguir, lo que tanto me gustaba ¡un balón de futbol! Mi inocencia era tal, que cuando la economía de los Reyes mejoró, mamá una vez me dijo, hijo puedes pedir otra cosa –contesté, es que yo quiero un balón de fut –ella dijo, si pídelo, pero ahora puedes pedir otra cosa más aparte del balón –yo respondí, entonces que sean 2 balones. Y es que yo fui un niño de los que dormían con el balón de almohada y los tacos de fut al pie de la cama.

Así que hoy mi querido Santa! Pretendo cobrarte con retroactivo todas esas navidades que nunca recibí regalos... sólo quiero 2 regalos a cambio de los 43 años que nunca te presentaste ante mí. Dos a cambio de todos los que no recibí... quiero que me regales y devuelvas a esa mujer extraordinaria que fue mamá y al apuesto padre que tuve.

Verás, ella murió el 23 de mayo del 2013 y Papá murió el 15 de octubre de 2015. Y estoy completamente seguro que tanto mis hermanos Miriam y Daniel así como sus nietos: Leo, Samy, Yago, Mikel, Carlo Daniel y Darien David y yo por supuesto, queremos a mamá y a papá de nuevo con nosotros, los extrañamos demasiado y yo, ya no sé a quién más pedirle que nos los regrese, sólo me quedas tú. Porque yo a mis 43 años quiero creer en ti, devuélveme a mis padres por favor, tráelos a nuestro lado de regreso... los amo y extraño con toda el alma, por favor regrésame a la mujer y al hombre que más me amaron.

P.D. Te espero... y los espero a ellos, quiero a nuestros padres de nuevo en la tierra. Yo no necesito a nadie que me cuide desde arriba, los quiero aquí, con nosotros.

FRATERNALMENTE David Jaimes Benítez.

Querido Santa! Espero te encuentres bien, ¿sabes? Me voy a presentar ante ti porque no me conoces, ya que nunca te escribí nada, es decir, nunca redacté la famosa cartita, para que me trajeras regalos en Navidad! Soy David Jaimes Benítez, tengo 43 años de edad, estoy casado y tengo 2 maravillosos hijos, mi esposa se llama Michelle Miranda Ortiz y mis hijos Yago y Mikel ambos de apellidos Jaimes Miranda; provengo de una familia funcional, muy linda por cierto! Soy el mayor de 3 hermanos: Miriam y Daniel, mis padres fueron: la respetable y distinguida Señora Bertha Benítez de Jaimes y el incansable luchador social, Licenciado David Jaimes Valenzo. Papá fue siempre el proveedor de esta familia, pero a Mamá le tocó formarnos, educarnos y cuidarnos. Y nos formó de la mejor manera, creo yo; con valores y principios incorruptibles e inquebrantables, civilidad y legalidad. Pero sobre todo con Amor... con mucho Amor.

No tengo un mal recuerdo de mi infancia, mucho menos de mis padres, ni de mis hermanos, ya que fui un niño feliz, muy feliz! En casa no hubo golpes ni gritos. En nuestro hogar había una convivencia muy cordial, enseñanzas, amor, comprensión, buenos ejemplos así como buenos hábitos. Por eso le agradezco a Dios el haber nacido en ese hermoso seno familiar, con esos padres y esos hermanos que él Creador me dio.

Mamá en casa siempre nos dijo a mis hermanos y a mí que sólo pidiéramos regalos a los Reyes Magos, por que a ti (Santa), no te alcanzaba el dinero para comprar regalos a todos los niños del mundo. De modo tal, que nunca te escribí para pedirte regalos. Mas sin embargo la noche del 24 de diciembre siempre estrenábamos ropa y degustábamos de una exquisita cena navideña, preparada por mamá, y consistía en: Ensalada de manzana con betabel, pierna adobada y mechada al horno y de postre una gelatina con galleta en la parte de abajo, duraznos y ciruelas pasas en almíbar en el medio y granadina transparente en la parte de arriba. Ah y el tradicional ponche. Recuerdo que toda esta exquisitez mamá la empezaba a preparar un día antes de la cena.

Mamá también nos inculcó que sí podíamos pedir regalos a los Reyes Magos! Y mis hermanos y yo redactábamos nuestra cartita y la metíamos dentro de los tenis, como se estilaba en ese tiempo, recuerdo que yo esperaba despierto y ansioso esa madrugada de Reyes, para poderlos conocer, pero nunca lo logré... mis ojos cedían ante el cansancio de la noche y el desvelo de la madrugada, pero gracias a Dios, siempre me trajeron lo que les pedía, y es que no era muy difícil de conseguir, lo que tanto me gustaba ¡un balón de futbol! Mi inocencia era tal, que cuando la economía de los Reyes mejoró, mamá una vez me dijo, hijo puedes pedir otra cosa –contesté, es que yo quiero un balón de fut –ella dijo, si pídelo, pero ahora puedes pedir otra cosa más aparte del balón –yo respondí, entonces que sean 2 balones. Y es que yo fui un niño de los que dormían con el balón de almohada y los tacos de fut al pie de la cama.

Así que hoy mi querido Santa! Pretendo cobrarte con retroactivo todas esas navidades que nunca recibí regalos... sólo quiero 2 regalos a cambio de los 43 años que nunca te presentaste ante mí. Dos a cambio de todos los que no recibí... quiero que me regales y devuelvas a esa mujer extraordinaria que fue mamá y al apuesto padre que tuve.

Verás, ella murió el 23 de mayo del 2013 y Papá murió el 15 de octubre de 2015. Y estoy completamente seguro que tanto mis hermanos Miriam y Daniel así como sus nietos: Leo, Samy, Yago, Mikel, Carlo Daniel y Darien David y yo por supuesto, queremos a mamá y a papá de nuevo con nosotros, los extrañamos demasiado y yo, ya no sé a quién más pedirle que nos los regrese, sólo me quedas tú. Porque yo a mis 43 años quiero creer en ti, devuélveme a mis padres por favor, tráelos a nuestro lado de regreso... los amo y extraño con toda el alma, por favor regrésame a la mujer y al hombre que más me amaron.

P.D. Te espero... y los espero a ellos, quiero a nuestros padres de nuevo en la tierra. Yo no necesito a nadie que me cuide desde arriba, los quiero aquí, con nosotros.

FRATERNALMENTE David Jaimes Benítez.