/ martes 30 de marzo de 2021

Atención post-Covid

De acuerdo con investigaciones científicas, las repercusiones que el virus SARS-CoV-2 ocasiona en los seres humanos no sólo generan afectaciones en el aparato respiratorio; sino también, puede dejar múltiples secuelas en el organismo del paciente que sufre de dicha enfermedad.

En palabras del director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, el virus afecta a otros órganos tales como el cerebro, el hígado, el corazón y los riñones, en los que debe darse seguimiento para una total recuperación de los individuos contagiados.

Si bien es cierto que se han instrumentado esfuerzos en el sentido de prevenir y mitigar los contagios de Covid-19, así como atender de la mejor forma posible a quienes adquieren esta enfermedad; también lo es que existen carencias en el proceso de rehabilitación posterior a los contagios, pues en el caso de nuestro país no es posible apreciar que las instituciones de salubridad brinden una rehabilitación integral, que incluya soporte físico y psicológico, que ayude a los pacientes en recuperación a minimizar las consecuencias.

Bajo este orden de ideas, es impostergable la relevancia de trazar una hoja de ruta clara y puntual que otorgue seguimiento a los pacientes recién recuperados de Covid-19, ya que al ser una tarea pendiente de las autoridades y especialistas en el sector salud, es imperante que en nuestro país se inicie un proceso de investigación necesario para establecer un protocolo de rehabilitación post-Covid, para que los pacientes gocen de una completa recuperación y así, combatir todos los ángulos del SARS-Cov-2.

Por ello, en la sesión ordinaria de la Cámara de Senadores del pasado jueves 35 de marzo, presenté una iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona un segundo párrafo al artículo 181 de la Ley General de Salud; estableciendo que una vez llevado a cabo los estudios necesarios, la Secretaría de Salud emitirá los protocolos de seguimiento, rehabilitación, cuidados y atenciones médicas y psicológicas posteriores a la enfermedad que deberán ser practicadas y administradas por las autoridades de salud de los tres órdenes de gobierno, así como por los particulares, durante el tiempo que determine la Secretaría, para minimizar las consecuencias físicas, psicológicas y emocionales en los pacientes.

Es menester enfatizar que, tarde o temprano, la pandemia terminará y vendrán otra serie de retos en materia de salud pública por la ausencia de planes y estrategias médicas a largo plazo. Por tales motivos, la mejor apuesta en la que debe invertir nuestras autoridades es concentrar los esfuerzos en un plan integral que atienda de fondo los impactos directos y colaterales que ha generado este virus para nuestro país.

La sociedad no quiere más explicaciones incongruentes ni promesas ilusorias, lo que verdaderamente se necesita es pensar en el futuro que México necesita y comenzar a trabajar en las estrategias que nos acerquen lo antes posible al mejor plan de reactivación.

De acuerdo con investigaciones científicas, las repercusiones que el virus SARS-CoV-2 ocasiona en los seres humanos no sólo generan afectaciones en el aparato respiratorio; sino también, puede dejar múltiples secuelas en el organismo del paciente que sufre de dicha enfermedad.

En palabras del director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, el virus afecta a otros órganos tales como el cerebro, el hígado, el corazón y los riñones, en los que debe darse seguimiento para una total recuperación de los individuos contagiados.

Si bien es cierto que se han instrumentado esfuerzos en el sentido de prevenir y mitigar los contagios de Covid-19, así como atender de la mejor forma posible a quienes adquieren esta enfermedad; también lo es que existen carencias en el proceso de rehabilitación posterior a los contagios, pues en el caso de nuestro país no es posible apreciar que las instituciones de salubridad brinden una rehabilitación integral, que incluya soporte físico y psicológico, que ayude a los pacientes en recuperación a minimizar las consecuencias.

Bajo este orden de ideas, es impostergable la relevancia de trazar una hoja de ruta clara y puntual que otorgue seguimiento a los pacientes recién recuperados de Covid-19, ya que al ser una tarea pendiente de las autoridades y especialistas en el sector salud, es imperante que en nuestro país se inicie un proceso de investigación necesario para establecer un protocolo de rehabilitación post-Covid, para que los pacientes gocen de una completa recuperación y así, combatir todos los ángulos del SARS-Cov-2.

Por ello, en la sesión ordinaria de la Cámara de Senadores del pasado jueves 35 de marzo, presenté una iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona un segundo párrafo al artículo 181 de la Ley General de Salud; estableciendo que una vez llevado a cabo los estudios necesarios, la Secretaría de Salud emitirá los protocolos de seguimiento, rehabilitación, cuidados y atenciones médicas y psicológicas posteriores a la enfermedad que deberán ser practicadas y administradas por las autoridades de salud de los tres órdenes de gobierno, así como por los particulares, durante el tiempo que determine la Secretaría, para minimizar las consecuencias físicas, psicológicas y emocionales en los pacientes.

Es menester enfatizar que, tarde o temprano, la pandemia terminará y vendrán otra serie de retos en materia de salud pública por la ausencia de planes y estrategias médicas a largo plazo. Por tales motivos, la mejor apuesta en la que debe invertir nuestras autoridades es concentrar los esfuerzos en un plan integral que atienda de fondo los impactos directos y colaterales que ha generado este virus para nuestro país.

La sociedad no quiere más explicaciones incongruentes ni promesas ilusorias, lo que verdaderamente se necesita es pensar en el futuro que México necesita y comenzar a trabajar en las estrategias que nos acerquen lo antes posible al mejor plan de reactivación.