Vecinos de la colonia Cumbres de Figueroa nunca se imaginaron que en este núcleo poblacional de clase media baja se escondiera un prófugo de la justicia que había sido buscado por las autoridades durante casi 15 años.
Para ellos, algunos de los consultados, fue una sorpresa que causó asombro ver tantas unidades policiacas de la Fiscalía General de la República (FGR) ingresar para catear una vivienda de tres niveles ubicada en la calle Citlaltepec donde capturaron al ex gobernador Mario Marín Torres.
Para don Luis, un hombre de casi 65 años, la situación que se vive en la colonia era normal, nunca habían observado alguna situación irregular que los alertara y que propiciara que su colonia fuera conocida a nivel nacional e internacional.
La colonia es un barrio donde se mezcla la clase media y baja, donde habitan desde médicos, contadores, maestros, pequeños empresarios, funcionarios y ciudadanos que se dedican a otras profesiones.
El ingreso de los policías federales ministeriales sorprendió a más de uno, que incluso, algunos tomaron imágenes a lo lejos y grabaron videos que posteriormente se difundieron en redes sociales debido al asombro que causó el despliegue del personal de la FGR para capturar al llamado “Gober precioso”.
Un taxista que hace servicio de ruleteo en un vehículo azul con blanco, comentó que la situación en esa calle era normal, no se apreciaban situaciones anómalas que advirtieran de la situación que concluyó con la detención de Mario Marín Torres, ex gobernador del estado de Puebla.
Un día después de la acción policial, la zona recobró la calma, la casa sigue cerrada, de las personas que ahí habitan no se sabe nada, se conoció que en lo que restó de la tarde del miércoles nadie vio salir a los moradores.
En esta colonia se han registrado hechos de violencia, desde asesinados de conductores de camiones urbanos, taxistas, quema de vehículos, abandono de cadáveres dentro de algunos carros, pero no se había registrado una detención en medio de un operativo donde participaron decenas de elementos federales.
A la colonia ingresaban patrullas de policías municipales, estatales, militares y hasta de la Guardia Nacional, pero en recorridos habituales para prevenir el delito, como se realiza en otros núcleos poblacionales.
Mario Marín ya se encuentra en el Cereso de Cancún, Quintana Roo, donde un juez giró orden de aprehensión hace dos años por la presunta comisión del delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho, cometida en el año 2005, periodo en el que el inculpado era gobernador de Puebla.
