Don René Castañeda Morales se convirtió en un experto limpia parabrisas y así se gana la vida en la avenida Cuauhtémoc.
Con 79 años a cuestas, todos los días recorre la misma ruta, de su hogar ubicado en Ciudad Renacimiento al centro del puerto de Acapulco, provisto de su botella de jabón y un pedazo de plástico con hule.
A pesar que la edad le pesa, no ha perdido su agilidad para desplazarse de un lado a otro del automóvil, cuyo conductor acepta que le limpie el parabrisas.
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En un breve receso este hombre adulto mayor, temeroso de que por hablar lo retiren los inspectores de Vía Pública Municipal, dijo que nació en una comunidad de San Marcos, región de la Costa Chica de Guerrero.
Pero después se asentó en este destino de playa, trabajando como oficial albañil, que es un grado más alto que el llamado "macuarro", pero no le pagaban bien.
Al paso de los años la edad le cobró factura y tuvo que dedicarse a otro oficio, fue cuando empezó a dedicarse a limpia parabrisas en los cruceros de las avenidas.
Señaló que lleva 15 años que se dedica a esta noble actividad que le permite ganarse unos pesos para el sostén de los tres integrantes de su familia.
La entrevista se interrumpe abruptamente porque otro vehículo se estacionó a su lado y presto hace lo que mejor sabe hacer con sus rudimentarias herramientas para ganarse unos pesos.
Don René es parte de la postal urbana que va creciendo debido a la falta de empleo para este sector de la sociedad, que sale a las calles e incrementa el trabajo informal.
