A partir de las 8:00 de la mañana doña Zenaida Marqués, recorre las playas de Acapulco para vender chilate y sacar para el sustento familiar.
Es una mujer menudita, pero fuerte como el roble y esto le permite cargar en la cabeza una cubeta con el chilate por horas.
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Esta guerrera revela que todos los días sale del Barrio del poblado de Tres Palos, al puerto de Acapulco, para vender esta bebida refrescante a propios y extraños.
Empiezo en el Asta Bandera y de ahí camino hasta Las Hamacas, ofreciendo el chilate que yo misma preparó, dice.
Tengo ya 30 años vendiendo este producto, me inicie en los mercados y recorriendo las calles, pero desde hace 15 años me cambié a la playa y aquí sigo.
Confiesa que los ingredientes han subido su precio, pues antes el cacao lo compraba en 40 pesos y hoy en día lo encuentra en 110 pesos, el arroz a 27 y la azúcar en 28 pesos, "todo va parriba".
Doña Zenaida sin embargo, afirmó que le compran, sus mejores clientes son los turistas por eso todos los días recorre la franja de arena y deja de vender entre las 2 y 3 de la tarde.
Para que no se lastime la cabeza con el peso de la cubeta de 20 litros, se coloca un trapo, pero aún así es cansado y más cuando el sol cae a plomo.
Es así como esta mujer trabajadora sigue su andar en la caliente arena, buscando que algún sediento le compre su chilate que lo prepara de manera artesanal y con su propia receta.
