/ jueves 16 de mayo de 2024

La 4T o de chivos en cristalería

A marchar por la defensa de la Democracia, el próximo domingo.

El gobierno a cargo de Andrés López se ha empeñado en la construcción de “elefantes blancos” como el “Tren maya” (con un sobrecosto de 350 mil millones de pesos), la refinería de “Dos Bocas”(que no refina ni refinará gasolina y ha costado 18 mil millones de pesos), el aeropuerto “Felipe Ángeles”. Todos son a cargo del erario; es decir, lo soportamos todos los contribuyentes. Son obras que jamás tendrán una tasa de retorno. O sea, nunca tendrán ganancias; sino al contrario, demandarán -como desde el principio lo han hecho- más subsidio. Son inmensos pozos sin fondo. Representan una tasa de rentabilidad social negativa (que destruye riqueza nacional), por lo que el daño patrimonial a México es grave. Se han destinado más de 100 mil millones de dólares a PEMEX, para sufragar una deuda impagable; aparte de que se deben 135 mil millones de pesos a proveedores. Por si esto fuera poco, se subsidia con nuestro dinero a familias, para darles 10 mil 928 pesos mensuales.

Para hacer lo anterior, la autodenominada “4T” saqueó todos los fondos que habían dejado administraciones anteriores, 109 fideicomisos (68 mil 400 millones) entre los que estaba el FONDEN -por eso no hay recursos para hacer frente a los desastres naturales-; 350 mil millones del Fondo de Estabilización Presupuestal, 15 mil millones del fideicomiso de la Corte, 11 mil millones de pesos del programa de mantenimiento y conservación de las carreteras federales, 10 mil millones de la Comisión Nacional del Agua. Canceló las escuelas de tiempo completo, estancias infantiles, refugios para mujeres, comedores comunitarios, seguro popular, fondo para enfermedades catastróficas, medicinas para niños con cáncer, entre otros. Con cargo a nuestros impuestos, el gobierno está pagando 196 mil 350 millones de pesos por haber cancelado el aeropuerto de Texcoco. En otras palabras, estamos pagando el 100 por ciento de una obra que quedará inconclusa, siendo que era financiada por empresas y no por los contribuyentes. Encima de esto, para financiar la elección de Estado, han confiscado 40 mil millones de pesos (AFORES), correspondientes a pensionistas de 70 años y más. Por si no bastara, la autodenominada “4T” pidió siete mil 500 millones de dólares a organismos internacionales, como el FMI. Esto hace que México sea uno de los países más endeudados del mundo.

Esta administración federal canceló las subastas de energía y la producción de energía solar, para gastar miles de millones en termoeléctricas y quemar carbón; por eso los apagones en 21 estados de la república.

Por los delirios y caprichos de López Obrador cada mexicano, niño, joven, adulto está pagando 126 mil 818 pesos, incluyendo a aquellos que reciben las becas y las pensiones “del bienestar”. Esa es la carga que la “4T” ha puesto en la espalda de nosotros. Han saqueado, expoliado los recursos públicos. Han destruido lo que ha llevado más de 35 años construir. ¡Son unos genios! Como chivos en cristalería.

A marchar por la defensa de la Democracia, el próximo domingo.

El gobierno a cargo de Andrés López se ha empeñado en la construcción de “elefantes blancos” como el “Tren maya” (con un sobrecosto de 350 mil millones de pesos), la refinería de “Dos Bocas”(que no refina ni refinará gasolina y ha costado 18 mil millones de pesos), el aeropuerto “Felipe Ángeles”. Todos son a cargo del erario; es decir, lo soportamos todos los contribuyentes. Son obras que jamás tendrán una tasa de retorno. O sea, nunca tendrán ganancias; sino al contrario, demandarán -como desde el principio lo han hecho- más subsidio. Son inmensos pozos sin fondo. Representan una tasa de rentabilidad social negativa (que destruye riqueza nacional), por lo que el daño patrimonial a México es grave. Se han destinado más de 100 mil millones de dólares a PEMEX, para sufragar una deuda impagable; aparte de que se deben 135 mil millones de pesos a proveedores. Por si esto fuera poco, se subsidia con nuestro dinero a familias, para darles 10 mil 928 pesos mensuales.

Para hacer lo anterior, la autodenominada “4T” saqueó todos los fondos que habían dejado administraciones anteriores, 109 fideicomisos (68 mil 400 millones) entre los que estaba el FONDEN -por eso no hay recursos para hacer frente a los desastres naturales-; 350 mil millones del Fondo de Estabilización Presupuestal, 15 mil millones del fideicomiso de la Corte, 11 mil millones de pesos del programa de mantenimiento y conservación de las carreteras federales, 10 mil millones de la Comisión Nacional del Agua. Canceló las escuelas de tiempo completo, estancias infantiles, refugios para mujeres, comedores comunitarios, seguro popular, fondo para enfermedades catastróficas, medicinas para niños con cáncer, entre otros. Con cargo a nuestros impuestos, el gobierno está pagando 196 mil 350 millones de pesos por haber cancelado el aeropuerto de Texcoco. En otras palabras, estamos pagando el 100 por ciento de una obra que quedará inconclusa, siendo que era financiada por empresas y no por los contribuyentes. Encima de esto, para financiar la elección de Estado, han confiscado 40 mil millones de pesos (AFORES), correspondientes a pensionistas de 70 años y más. Por si no bastara, la autodenominada “4T” pidió siete mil 500 millones de dólares a organismos internacionales, como el FMI. Esto hace que México sea uno de los países más endeudados del mundo.

Esta administración federal canceló las subastas de energía y la producción de energía solar, para gastar miles de millones en termoeléctricas y quemar carbón; por eso los apagones en 21 estados de la república.

Por los delirios y caprichos de López Obrador cada mexicano, niño, joven, adulto está pagando 126 mil 818 pesos, incluyendo a aquellos que reciben las becas y las pensiones “del bienestar”. Esa es la carga que la “4T” ha puesto en la espalda de nosotros. Han saqueado, expoliado los recursos públicos. Han destruido lo que ha llevado más de 35 años construir. ¡Son unos genios! Como chivos en cristalería.