Las víctimas que abandonaron el incendio del teatro de madera "Flores", registrado el 14 de febrero de 1909, se borró de la memoria colectiva y este Día de Muertos, nadie visitará su tumba colectiva que se localiza en el Panteón San Francisco del puerto de Acapulco.
Esta tragedia pocos la recuerdan, en virtud que la mayoría de esa generación ya murió y en la actualidad pocos conocen la historia del teatro de madera, ubicado en pleno zócalo y frente a la catedral de nuestra Señora de la Soledad .
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De acuerdo a las crónicas periodísticas de la época, don Matías Flores, propietario del inmueble, lo construyó en su totalidad de madera de pino, al que le dio un acabado con barniz, el cual contaba con una sola puerta que se abría hacia adentro y tenía unas escaleras sin barandal para subir al palco.
Ese funesto día se exhibe la primera película producida por los cineastas franceses Lumiere, que era una cinta corta y simplemente mostraba el movimiento de figuras y algunas cosas, sin sonido y solo la acompañaba con la pianola, intitulada "La Pasión por el Billar" , que para esa fecha era una novedad de la naciente modernidad.
La exhibición de esta película muda reunió a lo más selecto de la sociedad del puerto de Acapulco, familias completas abarrotaron el recinto, incluso, había personas de pie en los pasillos, que hacía sofocante el calor, pero nadie se movía para presenciar la proyección en una rudimentaria pantalla de manta.
Cuando finalmente el inexperto operador del aparato proyector, Enrique Flores, hizo correr el cortometraje, una minúscula flama frenó la cinta y congeló la imagen , lo que derivó en rechifla del respetable, que ni idea tenían que esto propagaría un incendio que abrazó en cuestión de minutos todo el inmueble de madera, quedando atrapados, hombres, mujeres y niños.
Pocos lograron salir por la estrecha puerta de madera, según relataron los testigos, quienes coincidieron que el teatro se convirtió en una gigantesca hoguera, se alcanzaron a oír gritos de la gente que inútilmente trataron de salir de ese horno, que originó la llama en la película de nitrato de plata.
Cuando el fuego termino de consumir el local de madera, en su interior hallaron los cuerpos calcinados de mas de mil personas , que no fue posible identificarlos y en esas condiciones fueron levantados en carretillas para depositarlos en la plancha de concreto.
Las autoridades, ante el riesgo de que los cuerpos entraran en proceso de reducción por el calor, se extenderán abrir una fosa en el panteón San Francisco, en donde colocaron los restos calcinados de las víctimas, sin ningún tipo de epitafio o una cruz, por lo que con el paso de los años quedaron en el olvido y hoy nadie los recuerda, ni se supo quienes fueron en vida y los que acuden al cementerio , actualmente cerrado, sólo atinan ver un área con maleza y un terreno descuidado.
A ellos nadie los va a recordar ni ponerles un altar en este Día de Muertos, una tradición que prevalece a pesar de la gigantesca publicidad del Halloween americano, que cada vez penetra en las nuevas generaciones.
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