Empresarios de Chilpancingo aseguran que es imposible cuantificar las pérdidas que se generan diariamente por el robo de combustible que sufren a manos de estudiantes de la normal de Ayotzinapa, quienes instalan un filtro en la carretera y ordeñan a todo camión que pase por ese lugar.

Uno de los afectados, quien por su seguridad pidió mantener su identidad en anonimato, explicó que los tráilers con doble tanque llevan más de 300 litros de combustible diesel, los estudiantes de la Normal se los roban y eso representa una pérdida inmediata de 7 mil 500 pesos, otros camiones que sólo tienen un tanque se llenan con la mitad de esa cantidad y las pérdidas rondan los 4 mil pesos cada vez que los detienen los normalistas.

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El empresario destacó que garantizar la seguridad es una obligación del estado y en este caso están siendo robados de manera impune, sin que ninguna autoridad intervenga para detener a quienes flagrantemente instalan un retén para asaltar camiones.

Explicó que los estudiantes tiene un sistema de venta del combustible "porque es infantil pensar que sólo lo quieren para el uso de los camiones que tienen secuestrados, ya que la cantidad de combustible que extraen es sumamente alta, ellos lo están vendiendo igual que hacen con productos que roban a camiones repartidores como Bimbo, Sabritas u otros".

Riesgo para normalistas y conductores

Más allá de la pérdida económica por el robo del combustible, el empresario enfatizó que los normalistas exponen su propia integridad física y la de los conductores, porque muchos patrones colocan candados a los tanques de combustible para evitar que los choferes puedan sacarlo y esos candados son retirados con marro y cincel, lo que genera chispas y podría incendiarse el camión.

Asimimso, explicó que los camiones que son detenidos por los normalistas son específicamente los que operan con diesel, lo que presume que tienen clientes específicos que les requieren este combustible.

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El afectado señaló que como empresarios no tienen forma de hacer nada ante este problema, pues tiene que cumplir con sus obligaciones contraídas y se deben enviar los camiones para que atiendan los compromisos de proveeduría; "si acaso lo que hacemos es ponerles menos combustible a los camiones calculando apenas lo que van a utilizar en el viaje y si los detienen que sea poco lo que les quiten, pero eso también pone en riesgo a los choferes de que se queden en la carretera o incluso también e que los agredan por no llevar suficiente carga".

Al no ser parte del gobierno ninguna autoridad retribuye a los empresarios lo que se pierde por el robo; los afectados reclaman que no es su responsabilidad lo ocurrido con la agresión a los estudiantes, son personas que se dedican al trabajo diario, que generan empleos y que están siendo afectados en sus propiedades.