A lo largo de más de 30 años la Central Termoeléctrica "Plutarco Elías Calles", la más grande de Latinoamérica situada en la comunidad de Petacalco, municipio de La Unión, Guerrero, ha dejado en los pobladores: Contaminación, enfermedades y muerte, debido a las emisiones de carbón y el manejo de otros recursos que dañan al medio ambiente y sus especies.
Lo que en un principio despertó la esperanza de desarrollo y mejores condiciones de vida para los residentes, hoy se ha convertido en una maldición, en una pesadilla vivencial de la que todos los días intentan despertar, pero es imposible; hasta ahora se ha comprobado que no hay marcha, paro de labores o bloqueo que ayude.
Y en este gobierno peor, los unionenses se creyeron el discurso de "primero los pobres", cuando hoy está más claro que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le apuesta todos sus esfuerzos y recursos para impulsar energías sucias, como esta planta termoeléctrica, sin importar las vidas, o como él le conoce "daño colateral" que pueda afectar.
La Central Plutarco Elías Calles, cuenta con siete unidades, que en conjunto tienen una capacidad para generar 2 mil 778 megavatios, con una generación bruta de 18 mil 081 gigavatios-hora, lo que la coloca como una de las dos más importantes del país, pero también de las de mayor contaminación.
En esta planta que opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE), desde hace mas de 20 años existe un ecocidio con la tolerancia de las autoridades. Peces, tortugas, cultivos y los propios habitantes de la zona son víctimas de las emisiones de carbón.
Diariamente decenas de tortugas mueren trituradas entre turbinas, tras ser absorbidas por los canales del sistema de enfriamiento que procede del río Balsas; son de la especie golfina, laúd y prieta, las de mayor presencia en estos litorales.
Pobladores e investigadores han documentado la muerte de hasta 76 quelonios en un día, inclusive algunos cocodrilos; muertos o aún con vida, el personal de la CFE los recogen con grúas y los sepultan en el interior de la planta, bajo tierra y zacate.
También hay afectación en la actividad pesquera, miles de sardinas han muerto en las costas de Petacalco, incluso aparecieron sobre la orilla de la playa a inicios del año pasado, convirtiéndose en una noticia que dio la vuelta al mundo.
A pesar de este fenómeno, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero, concluyó que no era obra de la planta termoeléctrica, sino de "la pesca incidental de la zona".
Las emisiones de cenizas han repercutido al campo, son grandes extensiones de cultivos como el limón, coco, sandía, papaya, mango y demás árboles frutales que no se comercializan porque no se pueden comer.
Porque tienen pequeñas quemaduras y en algunos casos al abrirlas se pueden observar negras por dentro, esto desde luego impide que los propios habitantes la utilicen para autoconsumo.
Estudios revelan que de las tres centrales termoeléctricas que opera la CFE, esta es la que emite mayores emisiones de mercurio, hecho que afecta en la salud de las personas, sobre todo quienes diariamente lo respiran.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha informado que exponerse al mercurio o la inhalación de su vapor puede causar daños en el sistema nervioso o inmunitario, así como el aparato digestivo, los pulmones y riñones.
Registros de la Secretaría de Salud revelan que de todas las muertes ocurridas en Petacalco de entre 2012 y 2020, por lo menos un tercio están relacionadas con padecimientos ligados a la contaminación ambiental.
De 176 fallecimiento en el reporte, al menos 56 tienen como causa tumores; 22 anemias o linfomas; 14 padecimientos respiratorios; 11 infartos cerebrales o enfermedades del sistema nervioso y 9 padecimientos del hígado o el riñón.
Desde el 18 de noviembre de 1993, fecha en que llegó la central termoeléctrica "Plutarco Elías Calles", hasta la fecha, la detonación de empleos y mejoras a la localidad no se ha cumplido.