Don José Laureano Vargas de 70 años de edad originario de una comunidad del estado de Puebla, no celebrará el Día del Abuelo, debido a que tuvo que venir a Acapulco a realizar trabajos de construcción.
A pesar de que no tuvo hijos, él tiene nietos postizos, ya que los hijos de su esposa Mónica lo han acogido como un padre y por ende abuelo de sus hijos.
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Don José por más de 45 años se ha dedicado a la albañilería y actualmente trabaja con una empresa constructora la cual realiza la remodelación de una propiedad en el puerto.
Anteriormente era campesino y sembraba maíz, calabaza, trigo y frijol, oficio que dejó ya que donde labora actualmente le brinda prestaciones y seguridad social.
Pese a su edad y al consumo excesivo por el cigarrillo, y anteriormente por bebidas alcohólicas, él se mantiene con buena salud y fuerte.
“Yo creo que estoy así porque en mi trabajo cargo muy pesado, y hago mucho movimiento, mucho ejercicio y eso me mantiene bien”, dijo el adulto mayor.
Nunca tuvo hijos, sin embargo, si unos “entenados”, que le dieron 4 nietos los cuales quiere mucho, ya que a pesar de no llevar su sangre se han ganado su cariño y respeto.
Este año no podrá celebrar el día del abuelo como años anteriores, no obstante, ya que en 5 días más regresará a Puebla, y tendrá la oportunidad de abrazar a sus “nietos postizos”.
“Tengo la dicha de que Dios me haya puesto en el camino de Mónica, ella me dio la familia que yo no pude formar”, concluyó.