A pesar que encontró obstáculos y penurias, la maestra Adriana Angélica Zamora Montejo, logró titularse y cumplir su anhelo de enseñar en las aulas, no obstante que también tuvo que ejercer su papel de madre y esposa.
Esta gran mujer, quien actualmente es docente en el plantel 04 del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Guerrero (CECyTEG), dijo que nació en la Ciudad de México, pero cuando contrajo matrimonio viajó al puerto de Acapulco.
Fue en este destino de playa en donde término sus estudios profesionales y se tituló de maestra, pero le significó un gran sacrificio, en virtud de que durante este lapso tuvo a sus hijos y fue muy complicado poder atender su hogar y estudiar.
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Pero al final valió el esfuerzo, pues no solo cumplió una de sus metas de ser parte de la plantilla de docentes, sino también que esto le permitió ayudar con el gasto del hogar y que sus hijos pudieran desenvolverse en un entorno más adecuado al que tuvo que enfrentar.
Admitió que, en su época de estudiante, se empleó en algunas actividades que le dejo algo de dinero, no fue fácil, pero siempre tuvo el carácter para no rendirse y abrirse paso en la vida a base de mucho esfuerzo y dedicación.
La maestra Adriana Angélica Zamora, recordó que ingresó al CECyTEG, cuando hubo una vacante y estuvo de interina, hasta que se le ofreció hacer el examen de oposición y lo pasó, logrando quedarse con la plaza y son ya 23 años que imparte cátedra de lectura, ecología, ciencia, sociedad, tecnología y valores.
Desde su perspectiva, la igualdad de género se está dando, no porque haya sido iniciativa de los hombres, sino porque ha significado una lucha constante que les ha permitido ir ganando espacios y al mismo tiempo combatir esa actitud machista que se empeñan todavía algunos en ejercer.
Falta mucho por hacer, si bien es cierto hay leyes que protegen a la mujer, pero todavía se tiene que seguir exigiendo respeto a sus espacios y que se les dé su lugar, lo que ha hecho posible que, en la actualidad haya igualdad de género “pero es más a fuerza que de ganas”, apuntó.