El restaurante “Paradise”, es uno de los pioneros en ofrecer platillos elaborados del mar a su mesa, punto de encuentro de estrellas de Hollywood en los años 60´s y 70´s, el cual gozó de fama hasta que vinieron los altibajos por la pandemia del Covid-19 y ahora trata de renacer.
Ubicado sobre la costera Miguel Alemán, a la altura de la Condesa, flanqueado por el restaurante Beto's Condesa y Barba Roja, fue fundado en 1955, por el empresario Antonio Rodríguez, que creó el concepto de restaurante bar al aire libre, justo a unos pasos de la playa Condesa.
Su atractivo principal era la preparación del pescado frito y camarones al mojo de ajo, sin faltar las almejas y la langosta, lo que atrajo a distinguidos clientes como Tony Curtis, Elizabeth Taylor, John Wayne, Johnny Weismuller, Cary Grant, Fred McMurray, Red Skelton, Rex Allen, Bo Roos, Errol Flynn, Richard Widmark y amigos.
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Fue la época dorada de el Paradise, que fue ampliado y se construyó una gran palapa, con mobiliario acorde al sitio y desde donde se podía admirar la majestuosa bahía de Acapulco, así como la franja de la playa Condesa.
Por cierto, apenas años antes se inventó el nombre de esa playa y cuentan los cronistas de la ciudad, que se trató de una historia que inventó don Chuy Rodríguez, hermano de Antonio Rodríguez, de que en ese punto una dama que pertenecía a la realeza por ahí caminaba todas las mañanas y que era una condesa, lo demás es historia.
Lo cierto, es que para poder llegar a la playa se tuvo que dinamitar enormes rocas y limpiar el terreno, en virtud de que se trataba de un predio de humedales y en donde había huertas de cocos, que fueron arrasadas cuando se trazó y construyó la costera, un 28 de febrero de 1949, con el nombre de Nicolás Bravo y de último minuto lo cambiaron por el de Miguel Alemán.
Se contrató conjuntos musicales y se organizaron concursos de baile y daba paso al reventón, encabezados por los jóvenes que eran los que amenizaban el ambiente, que fue promocionándose por todo el país y el extranjero, lo que también hizo que fuera punto de encuentro de actores y actrices de la época del cine de oro mexicano.
Luminarias como Lucha Villa, Lola Beltrán, Tin Tán, Mario Moreno Cantinflas, Emilio “el Indio” Fernández, Verónica Castro, Luis Miguel, Juan Gabriel, entre otros, disfrutaron de la rica gastronomía del lugar, que era sinónimo de diversión.
Años más tarde, Antonio Rodríguez, en 1999, construye una alberca y coloca una torre de acero del famoso “Bungee”, que fue un atractivo más que hizo que tomara su segundo aire, pues fue éxito y la gente acudía a presenciar a los osados que arriesgaban el fisico al lanzarse de una altura de casi cien metros.
El 27 de enero de 2021, tuvo que cerrar por cambiar el semáforo epidemiológico a color rojo por la pandemia del Covid-19, anunciando que se abriría hasta nuevo aviso y aunque inició operaciones, pero la baja afluencia de turistas no ha logrado recuperar su esplendor, sin embargo, don Víctor Rodríguez, se echo a cuestas el reto de hacer renacer este icono de la gastronomía acapulqueña.
Se hizo el intentó de reinaugurar el “Bungee”, pero la estructura metálica por estar expuesta durante más de un año a las inclemencias del tiempo, la salinidad y la erosión natural les cobró factura y ahora requiere una fuerte inversión.
Pese a lo anterior, don Víctor Rodríguez, trabaja de tiempo completo para que resurja El Paradise, como el ave Fénix, conservando la tradición que tanta fama les dio, con un nuevo concepto de servicio y una renovación de sus interiores, "para que las nuevas generaciones las conozcan y disfruten de los platillos especiales que se preparan desde aquel 1955".
"Pronto este espacio de ambiente volverá a entusiasmar a las nuevas generaciones y con un nuevo atractivo", preciso el empresario, en referencia aquellos tiempos de aquel viejo Acapulco que los vio nacer.
