El pasado 12 de abril, Gloria Cervantes murió por enfermedad tras 10 años de una búsqueda intensa para poder volver a ver a su hijo, Noé Martínez.
La historia de sufrimiento para Gloria inició en abril de 2013, cuando se perdió todo el rastro de su hijo, quien viajaba a Chilpancingo proveniente del municipio de Coralillo.
Trabajaba como chofer en una obra en ese municipio, y viajaba a bordo de un coche blanco Volkswagen Bora hacia Chilpancingo, fue lo único que se supo.
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El 6 de marzo de este año, comenzó la agonía para Gloria, cuenta su hija Linda, quien señala que entró por un malestar al hospital y de ahí ya no pudo recuperarse.
Recuerda que en sus últimos días de vida, solía engañar a su madre diciéndole que ya estaban cerca de encontrar a su hermano, después de 10 largos años, y eso lo hacía para que pudiera sobrellevar su enfermedad .
Ahora solo Linda sigue buscando a Noé, con el objetivo de que pueda haber un lugar al cual pueda acudir a llorar, como solía decir su mamá fallecida.
La historia de Gloria Martínez, es similar al de otros 10 casos, donde padres y madres del Colectivo Lupita Rodríguez, han fallecido sin tener la oportunidad de encontrar a sus hijos desaparecidos.
Es el mismo caso el de Lupita Rodríguez Narciso, la fundadora del colectivo, quien murió a causa de complicaciones por el Covid-19 y que no pudo seguir buscando a su hijo Josué Molina, desaparecido en junio de 2014.