La vestimenta de tigre o jaguar que se utiliza en muchas de las danzas que se ejecutan en Guerrero, están basadas en las registros prehispánicos que se conservan como el Códice Matrícula de Tributos, en el que se incluye una representan los trajes moteados, similares a los que utilizan en el tradicional porrazo del tigre de Chilpancingo, también se encuentran las máscaras con los diseños muy parecidos a las que actualmente se usan.
De acuerdo con promotor cultural Gelacio Gatica Sánchez, en Chilpancingo la tradición de las máscaras de Tigre tiene antecedentes de al menos 200 años y para fabricarlas se utiliza cuero de vaqueta al que se le da forma en moldes de madera, luego de colorean utilizando pigmentos naturales que se extraen de la tierra, de animales o de vegetales.
Aunque la mayoría de la población no distinguiría las características de una máscara de tigre antigua, Gelacio ha realizado algunas investigaciones y busca recuperar los diseños tradicionales de familias del barrio de San Antonio.
Explicó que ha rescatado y devolvió a la familia González de este barrio un molde que tiene al menos 100 años de antigüedad y que ha vestido a muchos de los participantes del Porrazo del Tigre.
Otro de los moldes que Gelacio ha rescatado y duplicado es el que utilizó la familia Cerdenares, quienes mismo que se remonta al menos 200 años y no se tiene registro real de cuándo o quien lo hizo, “el mayor de la familia que tiene más de 90 años nos ha referido que el molde lo utilizaba su abuelo que ya era muy grande cuando él era pequeño y es contaba que su abuelo lo heredo a su padre, y Luego quedó en sus manos”.
“Hacer las máscaras es un proceso muy detallado, largo y tedioso, porque se tiene que maniobrar la piel ir golpeando hasta que tome la forma y luego se moja y se seca para que se ponga dura y tome cuerpo”.
Pintura con pigmentos naturales y alternativos
En el molde tras unos 15 días se logra tener la forma básica de la máscara, los ojos y la protuberancia que forma la nariz, se corta el espacio para la boca, se colocan las orejas y está lista para ser sacada y empezar el proceso de entintarla.
Gelacio ha buscado apoyo de artesanos de Olinalá para conseguir pigmentos de tierra que se usan para dar algunos colores otros los ha comprado en tiendas especializadas que se dedican a vender productos de arte y que también provienen de minerales que no hay en Guerrero como el cobalto.
El amarillo que es el color predominante se obtiene de hervir flores de Cempasúchil y utilizando pinceles poco a poco la mascara toma las formas deseadas.
Existen personas que hacen máscaras y las pintan con pinturas comerciales, y eso demerita mucho el valor, quienes saben de las técnicas buscan los pigmentos naturales y notan la diferencia.
Una máscara de tigre en Chilpancingo elaborada con uno de esos moldes antiguos y pintada con tierras naturales, puede tener un valor de dos mil pesos, sin embargo hay máscaras antiguas, ganadoras del porrazo que pueden cotizarse entre los 7 a 10 mil pesos.
