La periodista Lydia Cacho mostró el efecto del poder que tiene el periodismo de investigación, logró que un ex Gobernador pisara la cárcel, que dos empresarios fuertes fueran vinculados a proceso y otros más, que aún están activos, sean vistos (al menos) con la reserva del señalamiento de estar involucrados dentro de un acto delincuencial en nuestro país.
Sin embargo, la publicación de la investigación a través del libro “Los demonios del Edén” le costó recibir “un coscorrón”. Así lo definió Mario Marín, llamado “el gober precioso” cuando hizo que la periodista fuera detenida el 16 de septiembre de 2005, vituperada y torturada, acusada de calumnia y difamación.
Pero,¿qué fue lo que enojó a ese gober y a los empresarios y políticos que persiguieron a la periodista? Que la investigación exhibía una red de corrupción, de pederastia, de un poder que usaba la explotación infantil y la protegía.
La exhibición de la explotación sexual infantil desnudaba intereses de una clase política rancia que se corrompía y corrompía a menores de edad, intereses que cruzaban la clase empresarial y con ello, una vinculación que no solo redituaba económicamente, sino que mostraba la voracidad de sus instintos a costa del sufrimiento de niñas y niños vulnerables ante ese poder que mantenía sometida a la ley.
La muerte del empresario Jean Succar Kuri, quien tenía el sobrenombre de “el Johnny” este viernes 14 de junio, nos recordó que aunque parecía tardado, el Poder Judicial logró que fuera condenado a 93 años de prisión luego de que el número de años que recibiría estaba en 116 por liderar una red mundial de abuso y pornografía infantil. El empresario de origen libanés que fue detenido en la ciudad de Los Ángeles California en el año 2004 habría confesado que, en al menos tres ocasiones, abusó sexualmente de niñas desde los cuatro años de edad. Succar Kuri buscó tener prisión domiciliaria.
Otros involucrados en esta investigación fueron también encontrados culpables y detenidos: el ex Gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, "El Gober Precioso" -llamado así por Kamel Nacif Borge- a través de un audio que evidenciaba la relación de complicidad, fue aprehendido en el puerto de Acapulco en julio de 2023 por elementos de la Fiscalía General de la República acusado de tortura, está recluido en el CERESO de Cancún. Este audio sería fundamental en el caso ya que la periodista era perseguida, sentenciada en Puebla, detenida en Cancún, Quintana Roo y amedrentada durante los mil 500 kilómetros de distancia por los elementos de la Policía Judicial.
Kamel Nacif fue detenido en Líbano en el año 2020, sin embargo al no tener nuestro país tratado de extradición con ese país, logró su libertad un año después. Otro detenido, este en julio de 2023, fue Hugo Adolfo Karan Beltrán, quien fuera Director de la Policía Judicial del estado de Puebla.
El tema que expuso en su libro la periodista y escritora Lydia Cacho, no es un tema menor, es de relevancia en la protección que debe nuestro país a la niñez, a sus derechos humanos, así como a los propios derechos de la periodista, quien por su situación de vulnerabilidad se va a España donde ha sido nacionalizada.
Han pasado 21 años, y aún se tiene presente la conversación que, de alguna manera, influyó para la caída del PRI en el estado de Puebla cuando también le dice Kamel Nacif le enviarán dos botella de coñag, que de acuerdo a los códigos, se dijo que significaba dos menores.
Sin embargo, ha sido posible evidenciar y castigar estos delitos, gracias a la valentía de las víctimas y a que una periodista tomara el tema hasta convertirlo en un elemento de prueba de lo que las malas relaciones del poder pueden cometer contra la sociedad. Lydia Cacho dice que es “el fin de una pesadilla”, ojalá así sea y otras pesadillas más también lleguen a su fin. ¿Surrealismo?