/ lunes 6 de mayo de 2024

Surrealismo Político | México en llamas

El pasado 9 de abril, la COPARMEX, Confederación Patronal de la República Mexicana, a través de una conferencia de prensa, mostraba su preocupación en torno a dos temas: los incendios forestales que estaban activos en nuestro país, así como por la falta de respuesta del gobierno federal para controlarlos.

Exponía la COPARMEX que más de 22 mil hectáreas han sido afectadas por los incendios, a la fecha de la conferencia de prensa, y mostraban su pesar porque el presupuesto de CONAFOR se había reducido en un 50 por ciento, que le impedía atender los 3 mil 229 incendios activos en 30 estados de México, que dejaban total de 150 mil 164.32 hectáreas afectadas.

Ante este reclamo, el Congreso de la Unión guardó silencio, silencio cómplice porque desde esa alta tribuna se aprobó esa y otras reducciones a la CONAFOR que dejó sin brigadistas, sin herramientas, sin voluntarios para atender esas conflagraciones que además de reducir los pulmones naturales de la naturaleza, afectan la flora y la fauna.

Datos del Monitor de Incendios Forestales de la misma CONAFOR registra que en las últimas 24 horas en México se han registrado 28 incendios activos y que se han desplegado 887 combatientes para cinco estados: Guerrero, Oaxaca, Estado de México, Durango, Querétaro, Chiapas y Chihuahua.

Los combatientes han mostrado verdadero heroísmo para atender estos incendios, los gobierno como Guerrero, han contado con la solidaridad de elementos del Ejército Mexicano, de la Secretaría de Marina, que se han sumado al esfuerzo y trabajo que realiza la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, y los pocos pero significativos elementos de los municipios.

La reducción de la bolsa de recursos económicos es una muestra del desdén de nuestras y nuestros legisladores federales con la naturaleza. Quizá partan de la máxima de que la naturaleza no vota, no va a reflejarse en las urnas el sufragio, por lo tanto ¿Por qué tendrían que apostarle?, una consideración que además de mostrarlos insensibles los describe de cuerpo entero en el desconocimiento de la importancia de cuidar nuestro entorno.

México tiene altos valores de temperatura; está cruzando por una fuerte sequía que va a impactar a la alimentación y se está quedando con pocos pulmones naturales que impactará en los afluentes de agua.

¿Debemos felicitar a nuestros legisladores federales por tener al país en llamas? ¿Por ser parte de la crisis que está pasando incluso la propia Ciudad de México que está en sus niveles más bajos de suministro de agua? O debemos pensar hacia adelante buscando integrar un Congreso Federal que no sea sumiso a su Presidente. ¿Surrealismo?

El pasado 9 de abril, la COPARMEX, Confederación Patronal de la República Mexicana, a través de una conferencia de prensa, mostraba su preocupación en torno a dos temas: los incendios forestales que estaban activos en nuestro país, así como por la falta de respuesta del gobierno federal para controlarlos.

Exponía la COPARMEX que más de 22 mil hectáreas han sido afectadas por los incendios, a la fecha de la conferencia de prensa, y mostraban su pesar porque el presupuesto de CONAFOR se había reducido en un 50 por ciento, que le impedía atender los 3 mil 229 incendios activos en 30 estados de México, que dejaban total de 150 mil 164.32 hectáreas afectadas.

Ante este reclamo, el Congreso de la Unión guardó silencio, silencio cómplice porque desde esa alta tribuna se aprobó esa y otras reducciones a la CONAFOR que dejó sin brigadistas, sin herramientas, sin voluntarios para atender esas conflagraciones que además de reducir los pulmones naturales de la naturaleza, afectan la flora y la fauna.

Datos del Monitor de Incendios Forestales de la misma CONAFOR registra que en las últimas 24 horas en México se han registrado 28 incendios activos y que se han desplegado 887 combatientes para cinco estados: Guerrero, Oaxaca, Estado de México, Durango, Querétaro, Chiapas y Chihuahua.

Los combatientes han mostrado verdadero heroísmo para atender estos incendios, los gobierno como Guerrero, han contado con la solidaridad de elementos del Ejército Mexicano, de la Secretaría de Marina, que se han sumado al esfuerzo y trabajo que realiza la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, y los pocos pero significativos elementos de los municipios.

La reducción de la bolsa de recursos económicos es una muestra del desdén de nuestras y nuestros legisladores federales con la naturaleza. Quizá partan de la máxima de que la naturaleza no vota, no va a reflejarse en las urnas el sufragio, por lo tanto ¿Por qué tendrían que apostarle?, una consideración que además de mostrarlos insensibles los describe de cuerpo entero en el desconocimiento de la importancia de cuidar nuestro entorno.

México tiene altos valores de temperatura; está cruzando por una fuerte sequía que va a impactar a la alimentación y se está quedando con pocos pulmones naturales que impactará en los afluentes de agua.

¿Debemos felicitar a nuestros legisladores federales por tener al país en llamas? ¿Por ser parte de la crisis que está pasando incluso la propia Ciudad de México que está en sus niveles más bajos de suministro de agua? O debemos pensar hacia adelante buscando integrar un Congreso Federal que no sea sumiso a su Presidente. ¿Surrealismo?