¿Feliz Año Nuevo 2024?, sí, sí, para ustedes respetables lectores y lectoras, lo mejor de la vida; gracias por su tiempo de lectura, gracias por acompañarnos en 2023, esperamos contar con su lectura también este 2024. Gracias a nuestros directivos por su confianza, también felicidades para ustedes.
Entrando al tema que colocamos como título para este reinicio de reflexiones quiero hacerlo con algo que en lo particular me sucedió. El final de diciembre de 2023 buscamos sin duda que pudiera ser de descanso, no solo en la oportunidad de que restituyera nuestras fuerzas físicas, sino que además alentara la emoción para el tiempo venidero.
Lamentablemente la noticia y la información no tuvo vacaciones y eso nos condujo a estar activos, pero también con tristeza porque la noticia en el ámbito de la violencia no dejó de sumar cifras. Como tampoco lo hace en este inicio de 2024.
Solo en estos primeros siete días de este año 2024 en todo el país el número de muertos es de 360, según el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública. Y nuestra entidad, lamentablemente, sumó a esa cifra sus propios muertos en la Sierra (Buenavista de los Hurtado. municipio de Heliodoro Castillo), en Petatlán (en un Palenque de la Costa Grande), y en Chilapa (con tres feminicidios en esa región de La Montaña Baja).
Esto me lleva a considerar que este año electoral inicia con un problema de inseguridad cuando tendremos un proceso electoral y el tema debiera centrarse en elecciones limpias, con árbitros electorales con respaldo económico para realizar sus funciones, con candidatas y candidatos con garantías para presentar ofertas al electorado y un electorado con garantías para emitir su sufragio de manera libre, sin presión por apoyos o subsidios.
Lamentablemente este escenario no se está perfilando de esa manera porque ese ámbito electoral ya tiene, por ejemplo en Guerrero, una víctima: Ricardo Taja, y hay otros 2 casos en el país. El Presidente sigue responsabilizando a los medios de los muertos y ahora ha endilgado dos nuevos epítetos “buitres y zopilotes”, que sabrá DIOS de dónde los saca sino de los espejos donde se mira, creo yo.
Si las cabañuelas políticas están salpicadas de sangre, cómo podríamos considerar que las semanas y meses subsecuentes no se cruce el proceso y la jornada electoral sin violencia?
Preocupa, preocupa que la democracia parezca en este momento en su más difícil etapa de credibilidad y aún en su riesgo de convertirse en dictadura; preocupa que pueda haber injerencia de grupos que actúan fuera de la ley en la búsqueda de colocar candidatos; preocupa que puedan no llegar sin alianzas con grupos ajenos a la responsabilidad social ganadores de procesos electorales y que empiece a dibujarse un panorama de sometimiento social por miedo.
Con este antecedente podríamos decir que lo que estamos quitando al calendario en sus tiernas hojas de vida es el panorama de un feliz año 2024? O es el más difícil escenario que tengamos que vivir para rescatar a una sociedad comprometida de en medio de una desesperanzadora maraña buscando que su año sea feliz. Ojala podamos juntas y juntos construir un mejor México. O es un surrealismo?