/ lunes 12 de febrero de 2024

Surrealismo Político | Acapulco en el olvido

El 29 de agosto del año 2005, Nueva Orleans sufrió el embate del Huracán Katrina, considerado el más mortífero para los Estados Unidos, al destruir al 80 por ciento la Ciudad y dejar a Luisiana al menos dos días bajo el agua.

Quien gobernaba Estados Unidos, George W. Bush, dos días antes de que el Huracán categoría 3 tocara tierra, no dudó en declarar estado de emergencia en regiones como Luisiana, Misisipi y Alabama, como tampoco dudó en destinar recursos para la reconstrucción de Nueva Orleans, y las autoridades locales no dudaron en denunciar de manera legal, las fallas de ingeniería y prevención.

El huracán causó el desplazamiento de más de un millón de personas, los costos de las afectaciones fueron considerados del orden de los 170 mil millones de dólares, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

Procedimiento del fin del mundo, fue el protocolo que se aplicó ante un inédito llamado del Alcalde de una orden general de evacuación.

Hay algo más, el gobierno de los Estados Unidos apoyó la reconstrucción de las ciudades afectadas, y aún en este momento, a pesar de que la sociedad mantiene una actitud de resiliencia y solidaridad, no logra aún ponerse de pie totalmente.

Si en esas condiciones de apoyo, de solidaridad con una actitud de compromiso no logra Nueva Orleans reponerse de ese impacto del meteoro, Acapulco, Coyuca de Benítez, en un año electoral… ¿lo lograrán?

De manera contraria a esa óptica de gobierno en los estados unidos, el gobierno federal mexicano ha considerado que a base de despensas y un bono de construcción ha contribuido a que esos lugares se recuperen. Sin embargo la realidad está más alejada de esa idea centralizada con discursos distractores.

2024 es un año electoral y para el Presidente de México, lo más importante es que su candidata Claudia Sheimbaum gane la elección que lo lleva a mantenerse en el poder.

Acapulco no está en la bonanza que pretende presentar AMLO. Hay barrancas con gran arrastre de piedras, aún hay árboles de gran tamaño que requieren ser removidos, hay escombro todavía en las colonias, los servicios elementales como agua no están restablecidos, los de comunicación están restaurándose con fallas todavía.

Con todo esta realidad que vive el puerto, incluida la zona hotelera donde no se está al cien por ciento, el servicio hotelero y restaurantero, se aferra a dar una diatriba en el que sobresale…lo electoral.

Pobre Acapulco, pobre Guerrero, que debe estar sometido a un capricho que pretende presentar una realidad inexistente, con tal de no molestar al mandamás con sus datos irreales. ¿Surrealismo?

El 29 de agosto del año 2005, Nueva Orleans sufrió el embate del Huracán Katrina, considerado el más mortífero para los Estados Unidos, al destruir al 80 por ciento la Ciudad y dejar a Luisiana al menos dos días bajo el agua.

Quien gobernaba Estados Unidos, George W. Bush, dos días antes de que el Huracán categoría 3 tocara tierra, no dudó en declarar estado de emergencia en regiones como Luisiana, Misisipi y Alabama, como tampoco dudó en destinar recursos para la reconstrucción de Nueva Orleans, y las autoridades locales no dudaron en denunciar de manera legal, las fallas de ingeniería y prevención.

El huracán causó el desplazamiento de más de un millón de personas, los costos de las afectaciones fueron considerados del orden de los 170 mil millones de dólares, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

Procedimiento del fin del mundo, fue el protocolo que se aplicó ante un inédito llamado del Alcalde de una orden general de evacuación.

Hay algo más, el gobierno de los Estados Unidos apoyó la reconstrucción de las ciudades afectadas, y aún en este momento, a pesar de que la sociedad mantiene una actitud de resiliencia y solidaridad, no logra aún ponerse de pie totalmente.

Si en esas condiciones de apoyo, de solidaridad con una actitud de compromiso no logra Nueva Orleans reponerse de ese impacto del meteoro, Acapulco, Coyuca de Benítez, en un año electoral… ¿lo lograrán?

De manera contraria a esa óptica de gobierno en los estados unidos, el gobierno federal mexicano ha considerado que a base de despensas y un bono de construcción ha contribuido a que esos lugares se recuperen. Sin embargo la realidad está más alejada de esa idea centralizada con discursos distractores.

2024 es un año electoral y para el Presidente de México, lo más importante es que su candidata Claudia Sheimbaum gane la elección que lo lleva a mantenerse en el poder.

Acapulco no está en la bonanza que pretende presentar AMLO. Hay barrancas con gran arrastre de piedras, aún hay árboles de gran tamaño que requieren ser removidos, hay escombro todavía en las colonias, los servicios elementales como agua no están restablecidos, los de comunicación están restaurándose con fallas todavía.

Con todo esta realidad que vive el puerto, incluida la zona hotelera donde no se está al cien por ciento, el servicio hotelero y restaurantero, se aferra a dar una diatriba en el que sobresale…lo electoral.

Pobre Acapulco, pobre Guerrero, que debe estar sometido a un capricho que pretende presentar una realidad inexistente, con tal de no molestar al mandamás con sus datos irreales. ¿Surrealismo?