Pan de La Venta, suculento manjar acapulqueño

De yema, canela o piloncillo, su textura, aroma y sabor son inconfundibles

Enrique Hernández | El Sol de Acapulco

  · viernes 4 de febrero de 2022

Suculento y con un sabor inigualable. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Aunque a lo largo de la ciudad cientos de expendedores salen diariamente con sus canastos a las calles del puerto, el pan de La Venta es reconocido en Acapulco y otras latitudes de Guerrero como uno de los más exquisitos que deleita cualquier paladar por más exigente que sea debido a su sabor y textura que combinan perfectamente con un chocolate, café o un vaso con leche a cualquier hora del día.

Con más de 60 años de tradición, las esponjosas conchas, los suculentos gusanitos de canela, los crujientes polvorones, las semitas con piloncillo, los cuernitos y las ricas donas bañadas con azúcar o cubiertas de chocolate, entre otros panes, diariamente se producen en gigantescos hornos construidos con tabiques y cemento en este poblado ubicado en la periferia de la ciudad.

Algunas panaderías de la zona tienen historia, unos 60 años, donde abuelos heredaron a hijos y éstos a los nietos las recetas para la elaboración del producto que literalmente se vende como pan caliente.

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La jornada de trabajo para la elaboración del pan, inicia a las 06:00 de la mañana y concluye hasta las 4:00 o 5:00 de la tarde, con una producción de va desde los mil a las cinco mil piezas al día por panadería.

Elaborado con harina, manteca, levadura, huevos y azúcar, el pan de La Venta ha sido consumido por miles de niños, adultos y personas de la tercera edad que acuden día con día a las tradicionales panaderías del poblado donde se tiene a la vista la variedad que se produce en estos hornos antiguos.

El olor de este producto que se percibe en el ambiente es una combinación de azúcares y harinas que atraviesa cualquier pared y se introduce en el sentido del olfato para alojarse hasta los pulmones de cada persona acostumbrada a saborear de esta textura con la que se produce el pan.

Mujeres y hombres ponen sus manos y empeño para dar un toque de sabor distinto al pan que se elabora en otros hornos y que se comercializa en diferentes rincones de Acapulco.

El sabor de la manteca que se mezcla con la levadura y la harina, ha hecho que el delicioso pan de La Venta, ubicado en la zona suburbana de Acapulco, sea consumido por todos los sectores de la sociedad, desde políticos, artistas y deportistas que han acudido a este poblado para comprar por decenas.

La producción diaria en el poblado de la Venta, se distribuye en su totalidad y son comercializadas a personas que acuden a comprar por cantidades en canastos para salir a las calles a venderlas, así como por piezas y hasta en grandes cantidades en camionetas en las cuales se traslada a otros municipios de la entidad.

La panadería "Dorita" de doña Elena Nambo es la más antigua y los pobladores comentan que tiene más de 60 años de tradición. Otra ubicada en el mismo rumbo es la Panadería "Paty" y la Panadería "Karen" de las más conocidas.

La Venta es un poblado ubicado en la zona conurbada de Acapulco, en la entrada de la ciudad antes de llegar a la autopista del sol, y este lugar ha sido reconocido por su historia y trayectoria, así como también por uno de los productos que por años ha sido elaborado para deleitar el paladar de miles de familias acapulqueñas.

Los panes los trae Chilapa y Tierra Caliente. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

El pan, es uno de los productos que las familias acapulqueñas más consumen sin importar la época del año, si hace calor o frio, sobre todo cuando este suculento manjar, se encuentra recién salido del horno con un olor exquisito que se expande a lo largo de varias cuadras y es de una textura suave para saborear.

Con el paso de los años, el delicioso sabor del pan de la Venta, no solo ha sido degustado por los propios acapulqueños, sino también por miles de guerrerenses debido a que este producto es comercializado en varios municipios y en ocasiones hasta en ciudades como México donde las conchas, los gusanitos, bigotes, muelas, besos, las semitas y los cuernos que muestran una historia culinaria.

En Acapulco, hay quienes recorren mercados populares en busca de este pan que se ha convertido en una tradición que otorga identidad a Acapulco e incluso, por algunas colonias y fraccionamientos, los panaderos recorren las calles al grito de “Pan, pan de La Venta”.