Este 30 de abril “Día del Niño”, será un día como cualquier para más de 120 menores de edad, que diariamente se dedican a realizar alguna actividad laboral de manera irregular en avenidas de este destino de playa como la Costera Miguel Alemán y la Cuauhtémoc de Acapulco.
Son niñas y niños que van desde las edades de 6 a 12 y 13 años de edad, los que se encuentran desde muy temprana hora en los semáforos de las avenidas sobre la costera limpiando parabrisas, vendiendo chicles, semillas, dulces y realizando alguna acrobacia cuando el color rojo del semáforo se los permite para deleitar a los turistas y acapulqueños que circulan por la zona turística de este destino de playa.
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Pero los menores de edad, que nuevamente este “Día del Niño”, se quedaran esperando un festejo o un regalo, no solo invaden los cruceros de las avenidas en busca de un ingreso económico que sirva para ayudar en los gastos de sus casas, sino también las distintas playas donde también se dedican a la venta de productos, así como de alimentos y hasta de sillas de madera que también ponen a consideración de los turistas.
De acuerdo al Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Acapulco, en el 2019, se tenían detectado menos de 100 menores de edad, laborando aun cuando la ley se los prohíbe en las calles de la ciudad, posteriormente en el 2020, el número de infantes aumentó en poco más de 110 y en agosto del 2021 la cifra rebaso los 120 niños y niñas que son explotados laboralmente.
En el 2021, no sólo la pobreza fue la causante del aumento de menores de edad en las calles de Acapulco, sino también el tema de la pandemia del Covid-19 que provocó en el puerto, es cierre de cientos de negocios y empresas y con esto las fuentes de empleo para miles de acapulqueños que tuvieron que recurrir con sus hijos al comercio informal en las calles y avenidas.
De acuerdo a la historia, fue en el año de 1924, cuando en México, se señaló el 30 de abril de cada año, como Día del niño, esta decisión fue tomada con la finalidad de lograr reafirmar los derechos de todos los menores de edad, además de poder crear una infancia feliz para un desarrollo pleno e integral como ser humano que estos merecen, sin embargo, hoy en día la pobreza ha obligado a cientos de niñas y niños salir en busca de un sustento a las calles, sin importar el riesgo que esto representa.
Las labores que los menores de edad, realizan en las calles y avenidas del puerto como vendedores y limpia parabrisas, también han ocasionado, que muchos de los infantes dejen las aulas del aprendizaje olvidándose del derecho libre a la educación que marca la ley.
