Visitar la ciudad de Chilpancingo resultó un verdadero martirio para la familia Prado, quienes provenientes de la ciudad de Taxco llegaron el pasado viernes a esta capital para pasar el fin de semana con sus compadres que festejaban los XV años de su hija, acudieron al centro de la ciudad y encontraron estacionamiento frente una tienda de ropa en la calle Juan Ruiz de Alarcón y cuando regresaron su auto se lo había llevado la grúa.
Acudieron a la subsecretaría de Tránsito a tratar de recuperar la unidad y les informaron que tendrían que esperar a que llegara la infracción, lo cual duró tres horas, y entonces al pagar la multa, les informaron que su auto tendría que dormir en el corralón porque en las grúas sólo trabajan por la mañana para entregar los autos, pues se trata de un servicio de grúa particular.
El señor Fernando Prado, explicó que el sitio donde se estacionó en frente ni siquiera era un portón, sino una cortina de negocio, pero supo que es propiedad de un funcionario del ayuntamiento por eso muy rápido mandaron la grúa para llevarse el automóvil que además fue trasladado de manera ilegal a un corralón particular.
Estableció que él pidió que se le expidiera un recibo oficial por el pago de la grúa pues en el recibo solamente se puso lo de la infracción, pero se negaron, y el pago de mil 800 pesos lo tuvo que realizar en efectivo y sin recibo de ninguna clase.
“En ninguna ciudad del mundo se registran abusos de tal magnitud como lo que pasan en Chilpancingo, y no fui el único porque al momento de estar solicitando la entrega del vehículo había dos familias más en la misma situación”.
Agregó que debido a que se negaban a atender la entrega del auto cuando ya estaba oscureciendo, su compadre que lo invitó a la fiesta solicitó apoyo de un paciente que trabaja en el ayuntamiento, con ello pudieron lograr que el auto no se quedara durante la noche pero ni un peso de descuento en el abusivo cobro de mil 800 pesos por el arrastre de la grúa.
Estableció además que recoger el auto en las instalaciones de las grúas fue muy tenebroso porque sus instalaciones están a un costado de la carretera Chilpancingo-Petaquillas en un callejón, completamente oscuro, sin alumbrado.
“El momento más crítico fue cuando el propietario de otro vehículo que se llevaron se negaba a pagar el arrastre les decía que fue irregular su sanción porque su carro tiene placas y es lo que debieron infraccionar, además de que en tránsito le condonaron la multa porque ni infracción era”.
Les amenazó que él era de la policía ministerial y que ahorita llevaría a sus compañeros a rescatar el auto porque se estaba cometiendo un robo y lo que le respondieron fue que si quería pleito que ahorita también mandaban su gente para que los esperaran, “temí que hubiera un enfrentamiento, porque se denotó que los de las grúas también tendrán gente armada y en total oscuridad, mejor pagué y salí rápido para no estar en medio si algo pasaba”.