Elementos de la Policía del Estado que fueron enviados a cursos de actualización en la Universidad Policial, pidieron al secretario de Seguridad Pública que revise las condiciones en que se ofrecen las capacitaciones, pues durante una semana los policías son sometidos a tratos crueles e inhumanos que ponen en riesgo la integridad de los policías.

Los quejosos establecieron que hasta el momento han acudido seis grupos de 30 elementos a recibir la actualización policial, estos son ingresados a la Unipol y durante una semana completa permanecen dentro de las instalaciones, con el agravante de que no les proveen alimentos durante la estancia.

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“Nos dan el alojamiento pero tenemos que buscar alimentos en el horario que nos dan de receso y es muy complicado porque las instalaciones están situadas en una zona donde no hay donde comprar alimentos”.

El quejoso quien pidió omitir su nombre para evitar posibles represalias, estableció que como policías en la presente administración han sufrido una fuerte discriminación, al grado que sólo la mitad de la corporación recibió una dotación de uniforme, el resto no han recibido nada de los dos uniformes que deberían recibir cada año.

Otro tema importante que destacaron es que el armamento que se tiene ya es muy viejo y no ha recibido el mantenimiento necesario para que se encuentre en óptimas condiciones por lo que podría fallar durante un enfrentamiento, “muchas de las balas fueron compradas en el gobierno de Zeferino Torreblanca por lo que ya son obsoletas, y deben destruirse y comprarse nuevas”.

Al curso de capacitación y actualización policial se ha enviado a los policías de mayor edad en los que se tiene miembros de grupos vulnerables, con padecimientos como hipertensión, diabetes y para ellos no se ha tenido ninguna consideración, “son los policías veteranos, elementos que han dejado su vida en las patrullas y que siguen trabajando con toda honestidad pero que hoy se les está presionando con esta supuesta capacitación”.

Finalmente explicaron que ya trataron de dialogar con el rector de la Unipol y con los mandos que están impartiendo los cursos pero las respuestas son muy agresivas, “si no les gusta renuncien”.