Ante la proliferación de basura y daños que sufrieron las escuelas, padres de familia exigen a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) que no exponga la salud de sus hijos por una acción precipitada de regresar a clases presenciales.
El secretario general de la Agrupación de Padres y Tutores por la Educación del Estado de Guerrero, Fernando Díaz Ángeles, lamentó que se haya tomado la decisión de reanudar el ciclo escolar cuando no hay condiciones todavía por los destrozos que provocó el huracán Otis.
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Dijo que hay planteles con serios daños, otros están inundados de basura y carecen de los servicios básicos, como de energía eléctrica y el suministro de agua potable, además del alto riesgo de padecer enfermedades por la contingencia sanitaria que existe en el puerto de Acapulco.
Díaz Ángeles consideró que sí desean que haya clases, pero también que debe de ser en espacios idóneos y no donde esté en riesgo la salud de los estudiantes, máxime que todavía no se destinan los recursos en la reparación de los salones de clases.
Indicó que si se decidió regresar este martes a las escuelas, es porque el titular de la SEG, Marcial Rodríguez Saldaña, tiene el pulso del estado que guardan los planteles escolares, cuya mayoría presentan daños importantes.
Por ello exigió que se coordine con la Secretaría de Salud del estado y que sean quienes determinen si las escuelas están aptas o no para recibir a los alumnos este 21 de noviembre, porque si se presentan problemas de salud que Marcial Rodríguez Saldaña asuma su responsabilidad.