Aunque para la mayoría de la población el tema de la pandemia de covid-19 es algo que se superó hace un par de años, los maestros y trabajadores de la educación siguen lidiando todos los días con las secuelas que dejó el confinamiento pues han tenido que implementar estrategias para que la tecnología, a la que ahora se tiene acceso, se pueda integrar al proceso educativo en las escuelas de manera presencial.
El profesor Oscar Manuel Morales Clemente quien atiende el sexto grado de la escuela Primaria Urbana Federal “Aarón M. Flores” de la colonia el polvorín de Chilpancingo, relató que ellos han tenido un punto a favor que es el hecho de que previo a la pandemia la escuela fue dotada de un aula de cómputo, tabletas electrónicas y pizarrones digitales y otros materiales.
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Gracias al aula de medios que tiene la escuela, los estudiantes actualmente pueden recibir clases de computación aunque en un nivel muy básico que es sólo el conocimiento del ordenador, y el uso de paquetería básica como el procesador de textos Word y Power Point para hacer presentaciones y el acceso a Internet y los navegadores.
El docente explicó que la implementación de tecnología tiene la virtud de poder ofrecer una enseñanza extra a los alumnos, sin embargo también tiene una complicación extra y es que los alumnos creen que el copiar y pegar puede ser suficiente para cumplir con una tarea, “tenemos la necesidad de estar pendientes de que los estudiantes lean los contenidos y para eso tenemos un trabajo de concientizar a los estudiantes a que lean, que entiendan los contenidos que van a plasmar en una tarea, porque hay casos en los que te llegan con un trabajo excepcional de tres cuartillas y cuando les preguntas de que trata simplemente no saben porque ni siquiera lo leyeron”.
Señaló que para explicar a los niños lo que representa copiar una tarea les pone de ejemplo el comprar un automóvil Ferrari pero no saber manejar y tenerlo todo el tiempo parado en la puerta de la casa, “es lo mismo con el internet de nada sirve que lo tengas si no lo sabes manejar, y manejarlo significa que sepas leer, que puedas consultar las fuentes de información y verificarlas, que sepas utilizar las herramientas como parte del aprendizaje y no sólo hacer un copia y pega”.
Reconoció que ha tenido muchos casos de niños que se quieren pasar de listos entregando trabajos que no son suyos, por eso cada actividad conlleva un trabajo extraordinario para revisarlos, leerlos y así establecer que el aluno avanza en su formación.
También se les pide que realicen presentaciones que se proyectan en la clase y es lo mismo que antes realizábamos en cartulinas, ahora eso se hace de manera digital.
Atención en contingencias
El docente resaltó que mantener los canales tecnológicos también permite que se de atención a los alumnos en casos de contingencia como el que actualmente en Chilpancingo por la humareda que cubre la ciudad derivado de incendios forestales, “En este caso que se han suspendido clases nosotros seguimos en comunicación con los alumnos, nos mandan trabajos y les podemos dejar nuevas actividades”.
El docente resaltó que el trabajo del maestro posterior a la pandemia de Covid-19 ha sido diferente a lo que se vivió antes, y durante, hoy los procesos tecnológicos se tiene que integrar a la labor docente.
Expresó que otro factor que cambió la vida de los maestros en el tiempo postpandemia es el regularizar estudiantes que se retrasaron durante las clases en línea “yo tuve alumnos de los que su mamá nos dijo, mire maestro aquí tenemos un problema le pongo la recarga al celular o le compro algo de comer, no alcanza para las dos cosas, eso generó que muchos alumnos se retrasaran y actualmente luchamos para igualar los conocimientos de los estudiantes sin retrasar a los que están avanzados”.